María Eva Avilés nos descubre El cajón de los secretos: una historia para vencer los miedos

Por: Josué Romero — 25 de mayo, 2014

“Juntos lo lograremos, juntos ya lo verás. Al monstruo venceremos ¡nunca más volverá!” , fragmento de El cajón de los secretos que realiza breve temporada en el Foro Shakespeare.

La idea se convirtió primero en libro. Después se hizo obra de teatro. De cualquiera de ambas maneras, en las hojas de papel o en los escenarios, El cajón de los secretos contiene ese “algo” que como papás o como niños no puede pasar inadvertido y, por lo tanto, habrá que leerlo o en su caso verlo en vivo como un hecho mágico que es el teatro.

Concebido primero como libro por María Eva Avilés (cantautora infantil, actriz y dramaturga), quien lo escribió pensando en su niñez, cuando, “por su bien”, su mamá le ocultaba ciertas cosas que pasaban en su casa o fuera de ella. Después, la historia se transformó en un proyecto teatral, el cual nos lleva de una manera muy ingeniosa a una muy atinada reflexión que afronta el tema de la violencia contra los más pequeños, una obra teñida de bellos tintes didácticos.

De cualquiera de las dos formas, en el libro o en el escenario, El cajón de los secretos es una propuesta que recrea de manera afirmativa, más no invasiva, problemas reales y en su contenido encuentra una forma de recordarnos, a quienes somos papás y mamás, que el camino al corazón de nuestros hijos debe abrirse: escuchando, valorando y, sobre todo, creyendo en cada una de sus palabras.

Del libro al escenario sale una narradora (la propia María Eva) que acompañada por unos títeres no lleva a conocer a Mariana, una niña como cualquier otra que cuando acaba su tarea de la escuela se divierte como cualquier chiquilla de su edad: sale al parque, juega con sus amigos y cuando llega la noche, como toda personita, se prepara para dormir y descansar. Es decir, tiene todo para ser feliz.

Sin embargo, todo cambia cuando una noche, Mariana escucha gruñidos que salen de un cajón de un mueble que hay en su cuarto, ruidos extraños que habrán de convertirse en unas angustiosas pesadillas que no la dejan dormir por la noche y dan paso a una terrible tristeza que la invade y no sabe cómo expresar lo que le está sucediendo.

Pero no todo le juega en contra, Mariana cuenta con la amistad de Tarsicio, un perro de peluche y compañero de aventuras que le enseña a esta pequeña protagonista, primero, a contar sus penas y sus miedos, para después darle el valor para contarle a su mamá aquello que le está ocurriendo.

Dueña de una sensibilidad para relacionarse y entablar un diálogo inteligente con el público infantil, María Eva Avilés logra en El cajón de los secretos una historia lúdica que aun cuando trata sobre el abuso y la violencia a los niños, y puede sonar como una situación bastante triste, el sentido amargo se resuelve exitosamente con la utilización de títeres y música.

Es así, que la violencia que en la narrativa escénica se expone (y que para horror de los padres cada vez va en mayor aumento) con un carácter informativo y preventivo y como tal pueda caer en incomprensible para el divertertimento de los pequeños, la autora lo resuelve con pequeñas dosis de música y divertidas escenas llevadas por simpáticos personajes.

Bajo la dirección de Rodrigo Johnson, la música de Ramón Sánchez y Adrián Molina, y la actuación de la propia María Eva Avilés acompañada por Verónica de Alba, El cajón de los secretos se presenta los domingos de mayo y junio en el Foro Shakespeare. Una propuesta inteligente y bastante novedosa que con títeres anima a escuchar con el corazón, de tal manera, que a partir de las experiencias de Mariana invita a los pequeños a hablar sobre las situaciones que los violentan y les quitan la felicidad, pero mejor aun, también les ayuda a los padres a aprender a escuchar y a detectar esos mensajes que encierran el miedo y las llamadas de auxilio.

“La obra da un mensaje emocional que llega al corazón de cualquier persona, creemos que es necesario mostrar a nuestras hijas e hijos que es posible emprender otro camino, que es posible un cambio hacia un mundo mejor en donde los seres humanos podamos vivir en paz y armonía”, María Eva Avilés.