
Por: Susana Fernández — 5 de diciembre, 2010
Durante el año de Mil ochocientos y tantos, un decreto sacude la vida de un pequeño pueblo justo antes de los festejos de la Navidad…
“Queda prohibido, aun en el dÃa de la Natividad, divertirse, emborracharse y lanzar cohetes… mezclarse hombres y mujeres en danzas y bailes que son aliciente de la sensualidad, pecaminosos… prohibidos los sones y cantadas profanas, por lo lascivo de las coplas… los coloquios y otras representaciones porque son aliciente de gestos y meneos, desnudeces de los cuerpos y de mutuos tocamientos de hombres y mujeres, a horas en que los señores jueces no pueden celarlos…“, dice el pregonero mientras los campesinos no dan crédito a semejante desatino.
Este es el inicio de Costumbre que fue nacida de otra que fuera prohibida, una divertida pastorela original de Lucio EspÃndola, para compartir con el público las celebraciones navideñas.
Una nueva producción de la compañÃa Marionetas de la esquina que a través de tÃteres y marionetas traslada a chicos y grandes a un escenario de tres teatrinos diferentes y una plástica variada con influencias de artesanÃas mexicanas que recrea montañas, casas, rÃo, plaza del pueblo y el temido infierno, donde –sin saberlo–, simpáticos personajes como Doña Cande, Tomás, Don Nico y muchos más darán inicio a una de las tradiciones más lúdicas de la Natividad y que se conserva hasta nuestros dÃas.
Y es que, ¿te imaginas una fiesta, cómo es la Navidad, sin la alegrÃa de la música?, ¿un jolgorio, como es el recuerdo del nacimiento del Niño Jesús sin cantos, ni jaleo?, ¿una celebración sin abrazos, esos, baile y todas las muestras de afecto que se dan entre los hombres y mujeres cuando se desean parabienes?
Los pobres vecinos de aquel pueblo, cuando oyeron tremenda orden entraron en verdadera conmoción, pero sin saberlo también habÃa otros que festejaban que no hubiera alegrÃa por esas fechas tan significativas, se trataba de los habitantes del mismÃsimo infierno, Lucifer y sus fieles compañeros: Asmodeo y Belcebú.
Pero el ingenio y astucia de los campesinos no se hace esperar, asà que haciendo gala de picardÃa idean la forma de armar la fiesta, traer regalos, comer ricos antojitos y festejar, sobre todo, el nacimiento del Hijo del Dios. Doña Cande, es la autora de la genial idea: “Si no se puede en la iglesia y no se puede en la plaza, ¡hagamos la fiesta en casa!â€.
Es asà que la trama de Costumbre que fue nacida de otra que fuera prohibida cuenta el origen de las posadas de una manera sencilla y amena para los más pequeños, con una inventiva y colorida escenografÃa que nos muestra tres escenarios diferentes, más de treinta personajes que con diálogos joviales y rima tras rima animan un dÃa en la vida de algún pueblo mexicano, desde el amanecer hasta la Noche Buena, esta historia es un relato idóneo para disfrutar en familia por estas fechas.
Con la participación de los marionetistas Lourdes Perez Gay, DarÃo Alvarez, José Luis Juárez, Laura Hernández, Zohar Salgado y UlÃses Mendoza, la compañÃa Marionetas de la Esquina presenta Costumbre que fue nacida de otra que fuera prohibida, sábados y domingos –hasta el 12 de diciembre–, en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, una producción de Fundación La TiterÃa AC y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a través del programa México en Escena.
Costumbre que fue nacida de otra que fuera prohibida, un pastorela que nos lleva por los trajines de Doña Cande, las ocurrencias de Tomás, los desatinos de Lucifer y tantas más peripecias que le dan sabor a una tradicional fiesta tan mexicana que sabe a confites y colaciones…
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