Cirque Eloize lleva la expresión callejera al escenario

Por: Marcela Chávez — 1 de junio, 2012

El ruido incesante de los cláxones se escucha en una calle que nos muestra el ritmo acelerado en el que viven algunos jóvenes en alguna metrópoli, aquellos que buscan, que necesitan conquistar un lugar que les pertenezca, donde ellos, los artistas de la calle sean protagonistas de diferentes historias de amor, fuerza, amistad e imaginación… sean pues bienvenidos a ID, somos obra de la calle, espectáculo que presenta en nuestro país el Cirque Eloize.

En una amalgama de disciplinas circenses que van del teatro, a la danza aérea, a la acrobacia y a diversos juegos escénicos con bicicletas, patines, cuerdas, malabares, contorsionistas y bailes callejeros, esta visión del Cirque Eloize nos lleva a conocer la historia de dos bandas rivales que tienen en común la vida en la calle…

Banquetas, edificios en construcción y parajes que bien podrían ser cualquier espacio del DF, en una metrópoli surrealista que nos lleva por un escenario imaginário donde se sucede un espectáculo energético creado por Jeannot Painchaud que va del hip-hop al breakdancea, del humor y la fantasía a la teatralidad, del arte tradicional del circo a la performática contemporánea, en un todo escénico que apoyado en la multimedia nos transporta a un espacio tridimensional donde se cuentan pequeñas historias que narran grandes artistas.

Es así que al ritmo de beats que van acelerando el pulso, los edificios se dibujan tal y como sucedería en un juego de video donde en medio del escenario se despliegan pequeñas ventanas de donde surgen y se esconden los protagonistas de esta narración que nos lleva a un sueño urbano determinado por la inventiva del baile.

Un evento para que lo disfrute toda la familia, conceptuado por Painchaud, quien apoyado en la escenografía de Robert Massicotte, la iluminación de Nicolas Descoteaux y la multimedia de Alexis Laurence, transporta al espectador a una megalópolis surrealista donde uno puede refugiarse en el anonimato para expresar la individualidad y afirmar la identidad con el fin de reclamar la posesión del espacio público, y bailar por toda la ciudad…

ID somos obra de la calle, es una aventura que al ritmo de la música te sorprende por la técnica de cada artista que participa en escena, un trabajo que exige un gran esfuerzo físico y técnico que transforma a quien está del otro lado del escenario en testigo de un momento lúdico que lo transporta a ese espacio mágico del circo.

Acróbata, malabarista y actor, Jeannot Painchaud fundó en 1993, en Montreal, Canadá, este ensamble que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los líderes de las artes circenses contemporáneas gracias a espectáculos como Excentricus, Cirque Orchestra, Nomade, Nebbia y Rain, que ya se presentó en nuestro país en 2010.

“ID reúne 14 artistas en el escenario, doce disciplinas circenses y el descubrimiento de un mundo nuevo para nosotros, el de las danzas urbanas como el breakdance y el hip hop. He imaginado este espectáculo en el corazón de una ciudad, donde la omnipresencia de la imagen nos hace perder nuestros puntos de referencia. He intentado crear una estética que se encuentre en la confluencia de la novela gráfica, las películas de ciencia ficción y el rico universo del graffiti. La música marcada por el rock, la electrónica y la poesía, junto con la presencia de video, realza el carácter alegre, energético, jovial y urbano del espectáculo”, Jeannot Painchaud.

ID, somos obra de la calle se presentará durante junio y julio en el Teatro Nextel de Interlomas, además de intercalar presentaciones en escenarios de Querétaro, Puebla, Guadalajara y Monterrey, para más información de fechas, horarios y costos pueden consultar la página www.cirque-eloize.com

Con una fusión de disciplinas que hacen de ID, somos obra de la calle, Cirque Eloize nos presenta un show que destila adrenalina, alegría y fantasía, una excelente opción para sorprendernos y mostrarnos los nuevos límites del circo contemporáneo. Fotos: Albert Rudnickl.