Ballet Artmax, invita a divertirnos con Tres veces al día, un espectáculo donde todos los niños aprenden buenos hábitos

Por: Colaborador Invitado — 11 de agosto, 2008

Ballet Artmax presenta Tres veces al día en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes.

Son imperceptibles, monstruosas, casi microscópicas y habitan en lugares de difícil acceso. Primero llega una y luego otra, después otra más, y como quien no quiere la cosa se desliza una más con el mayor sigilo, hasta que son tantas que forman colonias enteras, enormes poblaciones casi indestructibles, y es entonces cuando hay que preocuparse de verdad.

Porque si bien no son invisibles, antes de llegar a tal punto de sobrepoblación han dado indicios de su existencia: mal olor, ciertas punciones a media noche y, sobre todo, un hambre voraz traducida en ciertos cosquilleos que llegan a la cabezota y nublan el entendimiento. Oh, sí, pequeñas criaturas bacterianas llamadas caries…

Y, por supuesto, casi todo el mundo les resta importancia hasta que el dolor es insoportable y las piezas dentales, o están completamente podridas (bueno, tal vez no tanto), o son un verdadero nido de infecciones. Y ahí sí es entonces cuando uno recuerda que hay otros seres monstruosos llamados dentistas.

Sí, esas criaturas extrañas con enormes taladros y un equipo completo de tortura escondidos detrás de un tapabocas y una bata (azul, blanca, amarilla, el color puede variar según la especie) que se encarga de terminar con esos bichos bacterianos. Bueno, o al menos eso es lo que dicen.

Pero en realidad estas tormentosas situaciones se pueden evitar de una manera muy sencilla, siguiendo ciertas indicaciones: “Los de abajo se cepillan hacia arriba, los de arriba se cepillan hacia abajo y las muelitas en forma circular”, es la recomendación para tener dientes sanos, premisa del espectáculo coreográfico de y para niños Tres veces al día, a cargo de la Compañía Ballet Artmax, que se llevará a cabo los sábados y domingos, hasta el 31 de agosto, en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes.

Como parte del ciclo El vuelo del colibrí, Ariadne Lazcano presenta esta propuesta de danza contemporánea y ballet clásico que enfatiza los buenos hábitos de higiene y alimentación favorecen dientes sanos, todo ello aderezado con la música de Rossini, Hayden, Orff, Copland, Mussorgsky y Ofenbach.

Asimismo realiza un trabajo de iniciación artística al crear un montaje en el que de manera lúdica los pequeños se acercan a la danza, con una anécdota sencilla que versa sobre una pequeña niña a quien le encanta comer golosinas, grandes, medianas, pegajosas, a todas horas y olvida, o más bien no quiere lavarse los dientes. Tal situación, por supuesto, no tiene otra consecuencia más que la aparición de caries, por lo que una visita al dentista es inevitable.

Tres veces al día exige al espectador infantil una participación mayor, incluso una especie de complicidad creativa. En escena se crea la empatía y se invita a los niños a formar parte de esta propuesta que cobra tintes fantásticos al ser dientes, muelas y dulces gigantescos los que danzan, explorando por qué los niños aman las golosinas, evitan lavarse la boca y odian al dentista.