Arrullos para Benjamín, una historia llena de susurros y sueños

Por: Josué Romero — 30 de marzo, 2015

“La obra tiene algo de nostalgia, tiene que ver con el recuerdo, con algo que ya ocurrió; se trata de una obra minimalista en donde solo aparecen tres sillas y dos actores”, Abraham Jurado.

A la ru ru, nene… En la casa de Benjamín hay un misterio. Su papá desapareció. Nadie lo ha visto y nadie sabe nada de él. Dicen los vecinos que una sirena se lo llevó y ahora vive en el fondo del lago. Lo cierto es que nadie lo ha visto desde que nació Benjamín. La desaparición inhóspita del padre desencadena la desesperada búsqueda de sus dos hijos que se han quedado huérfanos esperando su regreso.

Esto es Arrullos para Benjamín. Una puesta en escena que nos cautivó, nos hizo reír y llorar, es un cuento teatral escrito y dirigido por Hasam Díaz, quien se inspira en un hecho que ocurrió en la Revolución Mexicana y tiene que ver con el recuerdo y la nostalgia, al tiempo que expone cómo la ausencia del papá fortalece la entrañable relación entre los hermanos.

A la ru ru ya… Y es que Hugo (Abraham Jurado) es el hermano que a muchos de nosotros nos hubiera gustado tener. Un poco fanfarrón pero con un mucho de protector que no deja a Benjamín (Christian Cortés), el hermano menor, ser víctima de la tristeza porque no conoció a su papá.

Por ello, un día, Hugo se vistió de mago de Oriente y al otro día de capitán, para contarle a Benjamín, a través de la magia o de un gran barco de remos, historias fantásticas sobre el por qué no está papá, una forma de aliviar el dolor y la incertidumbre que sufren ambos.

Sin embargo, Benjamín no se está quieto. Quiere saber dónde está su papá y por qué se fue exactamente el día en que él nació. Entonces, desde el rincón más íntimo de su habitación se va a viajar por una odisea entre un lago oscuro y tenebroso, un bosque lleno de mariposas… una hermandad guiada por el canto de una sirena.

Duérmete mi nene, duérmase mi ya… La búsqueda se convierte en desesperación. Arrullos para Benjamín, es una historia de susurros y sueños que desde una escenografía, que se caracteriza por su estética minimalista, diseñada por Tenzing Ortega, apuesta por la complicidad del actor y su público para contar historias fantásticas que encuentran la verdad, porque una historia no contada lleva a Benjamín a una terrible catástrofe, a su último suspiro. A su último arrullo.

Creada en el 2009 por Producciones Niebla de Recreo, grupo teatral que se formó con la intención de hacer una exploración amplia en el terreno del teatro para niños y adolescentes, Arrullos para Benjamín se ha basado en la incertidumbre de la existencia de los seres humanos al entrar en etapas de transición: de niño a adolescente o de adolescente a joven, cuando su libertad, desarrollo físico y emocional les es difícil de comprender.

Si quieres venir a acompañar a este grupo originario de Michoacán a reflexionar sobre las relaciones del ser humano, al tiempo que muestra una entrañable relación de hermanos, Arrullos para Benjamín estará en el escenario de la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, sábados y domingos hasta el próximo 3 de mayo. Acompáñalos. No te arrepentirás.