2008, un año de esperanzas

Por: Susana Fernández — 17 de enero, 2008

Ahora que inicia un nuevo año, Interescena espera que la escena cultural aguarde mejores momentos que se traducirán –lo esperamos sinceramente– en un mayor desarrollo de los espacios culturales, un incremento en la calidad y cantidad de los espectáculos programados, una mejor y fortalecida política de difusión, así como una mayor injerencia, participación y responsabilidad de la iniciativa privada.

A más de un año de distancia de haber sido nombrado presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el maestro Sergio Vela presentó, el pasado 10 de diciembre, el Programa Nacional de Cultura, cuya primer reforma importante consiste en contemplar la interrelación existente entre las distintas dependencias y entidades del propio Consejo, dejando de lado una visión fraccionada y dividiendo dicho Programa en ocho ejes transversales: Patrimonio y diversidad cultural; Infraestructura cultural; Promoción cultural nacional e internacional; Estímulos públicos a la creación y mecenazgo; Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística; Esparcimiento cultural y fomento a la lectura; Cultura y turismo; y por último, Industrias culturales.

Es así que a más de un año de haber sido nombrado y después de la enorme presión que por su mismo perfil y formación artística desencadenó la designación de Vela, nosotros –entusiastas por naturaleza– creemos que la escena nacional puede y merece ser mejorada. En este sentido, hay indicios que sostienen esta personalísima postura, por un lado la designación de Gerardo Kl… al frente del Festival Internacional Cervantino, ya que se trata de un hombre preparado, conocedor del propio ámbito de la cultura.

Asimismo, el recientemente anunciado Festival Teatro de Fayuca, que desafiando los cliches y prejuicios que se han creado en torno al intercambio entre lo comercial y lo cultural impulsó Luis Mario Moncada, director del Centro Cultural Helénico y que parece ser una iniciativa que puede generar nuevos públicos y atraer a otros inversionistas al campo teatral, conjuntando dos campos que parecen estar divorciados desde siempre: lo cultural y lo comercial.

Y es que, en términos de apoyos y patrocinadores los grupos y artistas mexicanos deben ser más abiertos a la participación de la iniciativa privada, es este sentido, no se puede seguir a la espera de becas y patrocinios gubernamentales que cada vez son más insuficientes frente a la gran cantidad de atractivas propuestas y talento que existe en nuestro país.

Por otro lado, la gestión cultural que ha demostrado Moncada es digna de aplaudir y observar para que quede muestra del cómo los programadores culturales pueden utilizar y gestionar más recursos a partir de un inteligente cabildeo y salir a buscar más allá de los presupuestos establecidos y la comodidad de la oficina.

En esta nueva forma de ver y entender la administración cultural se encuentra el maestro José Areán, quien también ha marcado una pauta en la forma de llevar a escena las producciones escénicas y concebir la función de la gestión cultural desde otra perspectiva. Después de gozar con una autonomía y libertad al frente del Festival de México en el Centro Histórico, el también director de orquesta ha enfrentado un panorama exigente que reclama de su función como director de la Compañía Nacional de Ópera un sin fin de peticiones y reclamos largamente guardados. Sin embargo, en este espacio existe la confianza en que a la ópera se le depara un buen 2008.

Podríamos seguir con las noticias que esperamos contribuyan a un mejor año, como la reciente designación de Gerardo Kleinburg, promotor y crítico musical, como nuevo director del Festival Internacional Cervantino o bien, la presentación de la Orquesta Sinfónica de Minería en Paris, bajo la batuta del maestro Carlos Miguel Prieto y la gira por Europa de la Orquesta Sinfónica Nacional, de la que sólo están enterados unos cuantos, cuando deberíamos de haber dado toda una cobertura a este intento de proyección internacional que desde hace varios años no salía, en fin que tema hay para rato sin embargo obras son razones y no buenas intenciones así que esperaremos doce largos meses para ver nuestro desarrollo cultural. Sinceramente hay esperanza y ésta se incrementará o disminuirá conforme se den los hechos.

Por lo pronto, las actividades artísticas ya inician e Interescena asistirá e informará de de lo que acontece en ese espacio mágico que es el escenario, nuestro compromiso es animar al mayor público posible para ver las salas llenas y tenga su propia opinión, sin prejuicios, sin falsas pretensiones. Nuestro objetivo es hacer de las actividades culturales no un acto aislado o privilegio para los individuos sino un hábito al alcance de todos y permanente en la vida del ser humano.

Susana Fernández
susana@interescena.com

Claudia Magun
cmagun@interescena.com