Gotango milonguero, el arte de bailar bien acompasado

Por: Interescena informa — 23 de abril, 2015

El tango llega al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con Gotango milonguero, un espectáculo de Alberto de León donde el cuerpo se libera del pudor y se manifiesta a través de un juego que se deja atrapar por el sonido de un bandoneón, de la proximidad de otro individuo, del deseo apasionado…

Gotango milonguero es la segunda producción de Fenómeno Escénico, ensamble que se adentra en una aventura escénica donde la danza, el teatro, el cabaret, la música y un elenco de actores, cantantes y bailarines conformado por Ana Belén, Carlos Blanco, Alberto de León, Mario Fratta, Yazmín Garnelo, María Inés Montilla, María Julia Rodríguez, Karina Guillén y Cristian Sánchez, lleva al espectador a explorar mundos incandescentes en torno al tango argentino y su transformación hasta nuestros días.

Una sintesis llevada a escena que Alberto de León concreta después de años de una investigación realizada en torno al tango argentino que da como resultado una visión estética en la que la tradición de un baile, las tendencias contemporáneas y la fisicalidad del intérprete se fusionan para crear nuevas formas de lenguaje coreográfico.

Gotango milonguero, se presenta el sábado 25 y domingo 26 de abril, a las 19:00 y 18:00 horas, respectivamente, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, un espectáculo que al ritmo de Las cuarenta, Mi Buenos Aires, Perfume, Adiós muchachos, La cumparsita, Danzarín y Escualo, entre otros nostálgicos temas intrepretados por Quinteto Entretango (integrado por Carlos Gómez Matus, Luis Gutiérrez, Rodrigo Rivera, Carlos Rangel y Raúl Vizzi), resume la corriente de una tradición musical tan añeja como el mate, tan cosmopolita como la Avenida Corrientes, tan profunda como los poemas de Borges y tan famosa como el futbol de Maradona.

Una milonga, es aquel lugar de evocaciones y ensueños, es territorio neutro con personas provenientes de todos los estratos sociales e ideologías… Gotango milonguero es el lugar donde la única moneda de cambio aceptada es el bailar bien acompasado.