En la soledad de los muertos, un diálogo entre la insatisfacción y la violencia

Por: Interescena informa — 11 de diciembre, 2015

Mahalat Sánchez y Marcela Castillo, dos mujeres de teatro que exploran el significado de la muerte en nuestros días a partir de En la soledad de los muertos, un proyecto que surge de la necesidad de auscultar el significado de la muerte en una sociedad rodeada de violencia, como es el México de nuestros días.

Un discurso dramático que lleva al espectador por dos paralelos drámaticos. Por un lado será testigo de la vida de tres personajes que viven en continua insatisfacción, en el vacío de los planes inmediatos y la inestabilidad emocional que caracteriza a muchos adultos contemporáneos en esta era global. Por el otro, el universo de la violencia, de la sangre, de la injusticia, del país que habitamos y que no reconocemos como nuestro. Una historia que narra el camino de cuatro personajes, que habitan un territorio en profunda descomposición.

Así es la soledad y el vacío que habita el corazón de Tomás, Fernanda y Angélica. Cada uno vive alimentando sus pequeñas obsesiones y vicios sin sentido. Una noche aparece Paula, está perdida de una forma muy extraña. Ellos son los elegidos para ayudarla, nada puede evitarlo. La realidad que perciben sus sentidos se trastoca. Un mundo de sangre y violencia está tocando sus puertas. Necesita ser visto. No puede esperar…

Desde la dramaturgia, las autoras plantean una pregunta metafísica ¿Qué sucede con el alma de aquellos a quienes se les arrebató la vida abruptamente, quizás injustamente, cuando no era su momento de morir? ¿Qué explicación nos damos ante esas ausencias?

En la soledad de los muertos, una puesta en escena de Aquelarre Teatro y El centinela Teatro con el apoyo del del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), finaliza temporada este fin de semana en el Teatro Xola Julio Prieto, un diálogo sensible y artístico que a través de la actuación de Pilar Cerecedo, Georgina Ságar, Carolina Garibay y Alejandro Morales, inquire con humor la pérdida del sentimiento de colectividad y por que no la ausencia del contacto con el otro.

“Hablar de la muerte es hablar de la vida. Como en uno de esos espejos de feria, los personajes de esta obra nos reflejan de una extraña manera. Y en esa imagen, algo deformada, podemos vernos desde afuera, analizarnos a la distancia, perdernos en nuestras dudas y volvernos a encontrar. Cada una de estas historias, desde su sencillez, nos llevan de la mano a transitar por nuestros pensamientos más esenciales. Nos estremecen pero también nos recuerdan la belleza de esos efímeros instantes que construyen los cimientos de nuestra existencia”, Haydeé Boetto. Fotos: Francisco Pérez.