Las puertas cerradas… que no impiden el acceso pero cuya primera impresión es de repliegue.

Por: Susana Fernández — 14 de junio, 2007

Esa es la sensación que experimentan los visitantes del Centro Cultural Helénico (CCH), que desde hace ya varias semanas se encuentra como rehén de quienes parecen desconocer su verdadero valor cultural.

Y es que a pesar de que el CCH es relativamente joven, ya que fue fundado como Centro en 1990, ha logrado ser un importante punto de reunión y convocatoria tanto para los amantes del teatro como para el público que de todas las edades encuentra en sus instalaciones propuestas que van desde el divertimento, la reflexión, hasta la simple acción de pasar un buen rato en la butaca, disfrutando de ese acto irrepetible que es el teatro.

Sin embargo y pese a ser uno de los recintos con mayor actividad en el circuito teatral de la capital, tan sólo el año pasado tuvo más de 70 puestas –entre nacionales e internacionales-, ahora han entrado a escena personajes secundarios que ven en el recinto de Avenida Revolución no el Centro Cultural sino un espacio del que pueden obtener lucro y beneficio sin riesgo alguno.

Todo inicia en 1972, cuando la señora Carmen Romano de López Portillo y Pablo de Ballester, obispo de la Iglesia Ortodoxa Griega crean el Instituto Cultural Helénico, que un año más tarde se convirtió en sociedad civil y cuyo único objetivo era “el fomento y la producción de la cultura Helénica en México”. Finalmente, a la muerte de Ballester, el Instituto quedó en manos de personajes para quienes eso de la administración cultural no era primordial y optaron por rentar los teatros al Gobierno Federal en 1990, proponiendo una negociación cada año, acuerdo que beneficiaría tanto al Instituto, como a los artistas y al público… Irónica situación cuando originalmente el gobierno era dueño del predio donde fue construido este espacio.

Finalmente, la realidad es que desde hace varias semanas el Centro Cultural Helénico mantiene sus puertas cerradas, con un acceso solo para aquellos que quieren asistir a los teatros… Boicot –una vez más- al trabajo que desde hace más de una década, distintas administraciones han logrado hacer con el recinto de Avenida Revolución.

Es hora que como público exijamos esas puertas abiertas, respeto a la difusión del teatro e información veraz por ambas partes.

Los comentarios están cerrados.

Directorio

Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.

“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.