
Por: C. Magun y S. Fernández — 23 de septiembre, 2014
La agrupación que dirige Laura Morelos celebra el 80 aniversario del Palacio de Bellas Artes con funciones el jueves 25, sábado 27 y domingo 28 de septiembre.
La CompañÃa Nacional de Danza (CND) presenta hoy martes 23 de septiembre la segunda función de Sueño de una noche de verano, el estreno de esta comedia de enredos de William Shakespeare en versión coreográfica, fue el domingo pasado. Para los que asistimos a esta presentación nos sorprendió gratamente.
La tarde del domingo en el Palacio de Bellas Artes fuimos testigos que el regreso de James Kelly, convocado por la CompañÃa para darle vida escénica a esta pieza, brinda nuevos aires al ensamble con esta versión, totalmente suya, en la que, como el mismo maestro declaró, trató de ser fiel a la historia original de Shakespeare: “Esta obra, adaptada al ballet, implica un desafÃo distinto a cuando se monta para teatro. Las dos versiones más bailadas en el mundo son las de George Balanchine y Frederick Ashton, pero yo no sigo ninguno de estos patrones; reinvento el ballet para México y para la CNDâ€.
Con un repertorio clásico que desde hace algunos años no nos ofrecÃa grandes sorpresas, la CND le apostó a James Kelly para otorgarle una vuelta de tuerca a la imagen de la agrupación, al lenguaje tradicional del ensamble el coreógrafo norteamericano le agregó el plus del espectáculo, concibiendo una producción que tiene todo para trascender la puesta tradicional: imaginación, fuerza escénica y un despliegue visual que destaca por su derroche de imaginación y buen gusto, además de presupuesto que en esta ocasión está bien empleado.
No estamos diciendo que esta versión de Sueño de una noche… se salga de la danza convencional, al contrario, Kelly tradujo la esencia de la técnica y la disciplina en un trabajo que dio expresión al movimiento corporal, dejando atrás esa arcaica pose del ballet tradicional donde el bailarÃn no logra transmitir y se queda como mero ejecutor con mucha escuela pero poca pasión.
Nada más hay que ver a ver el cambio de Mayuko Nihei, quien logra el papel perfecto sin dejar de lado el rigor de la técnica y la elegancia interpretativa que la distingue y que siempre nos ha deleitado con danzas perfectas, a las que les faltaba la identidad del personaje y que hoy la prima bailarina alcanza bajo la dirección de Kelly. Y asà con toda la agrupación, en esta su propuesta de Sueño de una noche…, el coreógrafo favorito de OCESA ha logrado que los protagonistas existan a través de la danza.
“Yo le dije a todo el elenco que lo que más importaba en este ballet era contar la historia, no la parte técnica, sino la parte narrativa porque a final de cuentas si la gente hace check out a la hora del cuento, ya lo perdimos. En el caso de Mayuko, le dije: es comedia y vas a bailar con un burro. Te tienes que dejar llevar, ¡claro que nos reÃmos…! pero asà lo hizo, lo abrazo totalmente. En este papel, Mayuko está en su mejor momento y esto tiene que ver con la actitud que tiene en la escenaâ€, James Kelly.
Sueño de una noche de verano, que celebra los 400 años del esplendor shakesperiano, es un perfecto argumento que juega entre la realidad y la fantasÃa para ser evocado a través de la danza, se trata de una obra mágica e hilarante que entremezcla varios hilos poéticos a partir de aventuras centradas en dos parejas de nobles amantes, quienes se internan de noche en un bosque encantado donde viven personajes del reino de las hadas, quienes los convierten en vÃctimas de sus hechizos.
Este ambiente mÃstico es otro de los aciertos de esta producción, la escenografÃa que logra Juliana Faesler y el diseño de iluminación de Érika Gómez, aunados a la fantasÃa del vestuario de Sara Salomón, nos trasladan al imaginario de Sueño de una noche de verano, un mundo plagado de faunos, ninfas, árboles con vida, reinas y caballeros. Una bella creación visual que te atrapa en ese universo onÃrico de William Shakespeare.
“Busqué crear un ambiente en el que los espectadores puedan ver un bosque que no esté ubicado en ninguna época. Respecto al vestuario, quise hacer algo fresco y limpio, alejado de la era de Shakespeareâ€, James Kelly.
A la naturaleza creada por el genio isabelino se suma la música de Felix Mendelssohn, partitura etérea que encuentra el acento dramático en la parte coral. Para muchos de los conocedores acérrimos del compositor alemán se trata, sin duda, de la más completa, bella y romántica de sus obras.
Un poema que mantiene el equilibrio entre el esplendor orquestal y el protagonismo de las voces, que en esta producción destacan al situarlas como marco en los palcos del Palacio.
Una experiencia que va más allá de lo que uno puede imaginar en la interpretación de la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes bajo la dirección de Srba Dinic.
¿Existe un conjuro mejor que este: Shakespeare, Mendelssohn y la CompañÃa Nacional de Danza para festejar como se merece al máximo recinto cultural de nuestro paÃs en su 80 aniversario?
Usted amable lector tiene la última palabra, sea testigo de Sueño de una noche de verano, una perspectiva coreográfica que James Kelly aporta al repertorio del primer ensamble nacional, una obra que tiene todo para convertirse en un clásico digno de llevar a escena cada año, una puesta que reúne como teatro, trabajo histriónico; como danza, técnica, disciplina e interpretación y como espectáculo elegancia y fastuosidad… y la ilusión de hacer creÃble un cuento de hadas.
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