
Por: Susana Fernández — 30 de julio, 2015
“Siento que ahora estamos un poco perdidos. No hay una formación eficaz para hacer cualquier tipo de obra, con estos nuevos estilos de danza que se practican actualmente se desarrollan muchas habilidades pero son particulares, solo sirven para lo que fueron creados pero no son susceptibles para la invención de un lenguajeâ€, Rossana Filomarino.
De una fuerte presencia y con un sentimiento de agradecimiento y amor por la danza, profesión que ha ejercido por más de medio siglo, la maestra Rossana Filomarino habló con InterEscena sobre el próximo homenaje que se le prepara con motivo de la celebración de 70 años de vida, 50 de trayectoria artÃstica y 25 al frente de su compañÃa DramaDanza en el Palacio de Bellas Artes (31 de julio y 1 de agosto).
Asimismo, compartió recuerdos familiares y de sus inicios, además del cómo descubrió en México el lugar para hacer aquello que le apasionaba y daba respuesta a sus inquietudes. AsÃ, antes que nada inició con una aclaración pertinente, son 50 años de trayectoria porque toma en cuenta la primera vez que actuó en Bellas Artes a su llegada a México empero la vocación de esta mujer nacida en Italia se remonta tiempo atrás.
R.F: “Tengo una vida completita dedicada a la danza. De hecho estoy en la danza desde que tenÃa 5 años, mi hermana mayor tuvo la inquietud de estudiar en Italia y fue aceptada en la carrera de docencia, actualmente tiene una escuela en Roma de las más reconocidas por la seriedad en la enseñanza, conmigo hacia sus pininos desde que yo tenÃa 5 añosâ€.
¿Quiere decir que para Usted la danza inició como un juego?
R.F: “La danza empezó por casualidad y a los 7 años entré a la escuela, después hice el propedéutico de ballet, entonces eran 8 años para diplomarse y me salà en el sexto año porque entendà que ya no me gustaba eso pero no conocÃa otra cosa, en ese tiempo no habÃa otras opciones en Italia, en Estados Unidos ya habÃa danza contemporánea pero estaba muy lejos de mis posibilidadesâ€.
¿Por qué se salió de una escuela de ballet si lo que querÃa era hacer danza?
R.F: “Me salà de la escuela porque traÃa una rebelión interna, habÃa ciertas cosas que yo querÃa hacer y las podÃa hacer en casa pero no en clase. Entendà que habÃa algo mal conmigo y por eso la dejé. Después encontré otra escuela de danza moderna en Roma.
Con dos maestros ya grandes, a los 14 años, ellos me ensañaron el arte de la danza, no la técnica, no lo práctico, con ellos aprendà que la danza es una manera de expresión muy poderosa que está ligada a otras artes y que se necesita no sólo la técnica para bailar, me descubrieron un nuevo universo. Después en un programa de televisión sobre Martha Graham supe que ese era mi sueño, que eso era lo yo querÃa hacer. Movà mares y montañas para llegar a Nueva York y después de eso mi vida cambióâ€.
Hija de una familia modesta con 5 hermanos y un padre dedicado a la docencia, Rossana Filomarino llegó a nuestro paÃs en los 70, cuando privaba un ambiente muy distinto en los escenarios y la danza se encontraba en un momento clave que habrÃa de revolucionar a todo el género coreográfico.
Para quien ha visto el desarrollo y evolución de la danza en México, la pregunta se hace obligada: ¿cómo ve actualmente la escena dancÃstica en nuestro paÃs?
R.F: “No me gusta hablar de eso porque no es que todo lo de antes sea mejor, cuando llegué a México en los 70 y 80, creo que era una época de esplendor en la danza o se hacÃa lo que a mà más me interesaba de ésta, es la mejor época del Ballet Nacional, la parte más abstracta de la composición de la maestra Bravo, a veces pienso que incluso era demasiado advantageâ€.
Después de tantos años de mantener un discurso coherente elaborado con rigor, disciplina e imaginario, ¿qué le interesa, escucha, ve y lee a Rossana Filomarino?
R.F: “Trato de estar al dÃa, me interesa el cine, la literatura el teatro, la música, la pintura y, en la medida de lo posible, trato de alimentarme de otras artes. La poesÃa es una constante en mi vidaâ€.
Siempre joven y en contacto directo con los jóvenes, Rossana es una mujer que se mantiene al corriente en el uso de la tecnologÃa, tiene su facebook y twitter desde el cual interactúa, opina y difunde la danza, su Iphone es una muestra del eclecticismo que se refleja en su obra.
¿Qué música le gusta escuchar?
R.F: “Por placer, tengo música de Armenia, Bach, Beethoven, Elvis Presley, música japonesa, Tambores de Orum, Horacio Franco, Buika, Chabela Vargas, música cubana y canciones populares italianas, lo que casi no escucho es pop y debo confesar que el “ponchi ponchi” lo aborrezco, soy absolutamente ignorante en ese campoâ€.
Del programa que presentará en Bellas Artes ¿qué puede decirnos?
R.F: “El programa lleva por tÃtulo Danza al Filo y constará de dos obras de reposición: A mis soledades voy (1997), dueto que bailan los intérpretes originales, Amada DomÃnguez y Narciso Sánchez, un tránsito de dos personas que comparten el viaje de la vida, primero de una manera amorosa y después en el desamor cada quien asimila su propia soledad, su camino”.
“Después está Los jardines del alma (2007), una coreografÃa que a mà me gusta mucho –es de mis preferidas–, con música de JoaquÃn López “Chas” que ha sido una obra muy apreciada por el público. Es una metáfora de la evolución de una pasión, de como la pasión nos desborda nos lleva al desenfreno pero al mismo tiempo nace un miedo a lo qué pudiera suceder, una incomodidad que después se transforma poco a poco hasta llegar a un estado de añoranza de estas grandes ráfagas de pasión y de placer”.
“Y el estreno de Ditirambo que tiene música original de Rodrigo Castillo. Es una obra de siete bailarines inspirada en unos versos celebratorios, una metáfora de las diferentes etapas de la vidaâ€.
¿Qué tienen en común las tres piezas?
R.F: “Hay 10 años de diferencia entre cada composición, en cada una se observa cómo ha sido mi lÃnea de trabajo y cómo ésta se va haciendo cada vez más sutil. Existe una búsqueda de la significación mÃnima del movimiento pero a su máxima capacidad expresivaâ€.
¿Qué se siente ser motivo de homenaje en el máximo recinto cultural de nuestro paÃs?
R.F: “Para mà es un honor que el INBA me dedique este homenaje, pero quisiera agradecer a toda la gente con la que he trabajado en estos años, que ya suman un ejército entre bailarines, escenógrafos, iluminadores, vestuaristas, costureras, técnicos, en fin, agradezco a todos ellos”.
“Me siento muy a gusto y también –porque no decirlo– muy orgullosa de poder llegar a esta fecha, de poder haberme mantenido trabajando, este tesón es lo que quisiera dejarles a los jóvenes, los frutos de mi trabajo, decirles que si uno quiere todo se puede porque la necesidad de expresarse y comunicarse no puede pararâ€.
Asà es Rossana Filomarino, una mujer que ha construido y es parte de la historia coreográfica en nuestro paÃs, una mujer que no ha quitado el dedo del reglón en el quehacer dancÃstico durante más de 60 años de trabajo y esfuerzo, una apasionada de la vida.
Desde este espacio convocamos a su público, a todas las generaciones que ha ayudado a formar, a todo aquel que se ha conmovido con su trabajo a que no dejemos una sola butaca vacÃa y la festejemos con el aplauso que merece su obra y contribución a la escena coreográfica nacional.
“Agradezco a la vida, creo que es un gran privilegio el poder comunicarse a estos niveles de profundidad con las obras que hacemos, es un regalo de vida. ¡Claro! hay que trabajar… y mucho para poder hacer que esto suceda… Poder echar un granito de arena en la construcción de un ser humano más sensible y mejorâ€, Rossana Filomarino.
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