Le Carré des Lombes, expresión poética que habla del ser humano en solitario

Por: Susana Fernández — 15 de marzo, 2016

En el centro del escenario, sutiles movimientos anunciaban y convocaban a un acto de exquisitez llamado danza, en este caso conducido por la sutileza de un instrumento atípico, el arpa interpretada en vivo por Éveline Grégoire-Rousseau.

Con un excelente discurso y lenguaje coreográfico libre y minucioso, la compañía quebequense Le Carré des Lombes presentó en el marco del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México –el pasado fin de semana (12 y 13 de marzo) en el Teatro de la Ciudad–, Paradoxe Mélodie, un espectáculo que nos permitió disfrutar de una expresión cargada de energía articulada a través de un idioma dancístico fino empero fuerte y dramático que seguía los acordes de la música creada por Nicolas Bernier.

En la escena, una bailarina se descubría a través de la música, acto seguido la sonoridad de un arpa mezclada con la electroacústica abría paso a la danza, una especie de fenómeno visual donde intérpretes y música se buscaban, caminaban, corrían, se abrazaban, se perdían en un ir y venir que dibujaba un provocativo encuentro de expresiones donde el ritmo y la palabra muda nunca se encontraba.

Descrita por la autora y directora de la compañía, Danièle Desnoyers, como “un juego de contrastes energéticos y semánticos, que se tensionan entre polos opuestos, entre rigor y locura, tonicidad y relación, orden y caos”, Paradoxe Mélodie es, efectivamente, un acto lúdico donde la limpieza y belleza del lenguaje corporal se funde de forma natural con la música y una total sutileza que no se pierde, incluso al encontrarse con el rock y los sonidos más estridentes la permanece delicadeza , como si tratase de un poema literal.

Conformada por distintas escenas donde lo mismo interviene todo el ensamble o se encuentran momentos sublimes donde solo ellas y ellos juegan, Paradoxe Mélodie contiene esos elementos que uno agradece en la danza, pureza de la técnica, articulación de una historia y, sobre todo, danza, baile, energía en movimiento que nos lleva por una poética que habla del ser humano en solitario.

Debo decir, que cuando el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México anunció la presentación de Le Carré des Lombes con el espectáculo Paradoxe Mélodie donde la inclusión de la música interpretada con arpa en vivo era algo que sobresalía en cada recomendación, la pregunta era ¿cómo un instrumento tan delicado puede ser el hilo conductor de una propuesta coreográfica?

Pues bien, Paradoxe Mélodie resultó eso y más, nos sorprendió con un frenesí que hacía vibrar toda la expresión corporal a través de una sonoridad que casi hablaba, algunas veces delicadas y otras más estridentes, acompañando aquellos danzantes que irrumpían en la escena con la fuerza que se requiere para destapar un lenguaje que dice mucho más que la palabra.

Esperamos, con verdadera expectación, la presentación de Compagnie de Danse L’Éventail que llega a nuestra Ciudad con Viaje por Europa, una exploración de la danza antigua en colaboración con la banda Les Folíes Françoises, tres funciones los días 16, 17 y 18 de marzo, en el mismo Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, dos danzas de lujo que el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México trae para el placer de los amantes de la expresión corporal.