Danza

Isaac Hernández en Bellas Artes

Por: Enrique R. Mirabal — 10 de noviembre, 2011

Isaac Hernández, del San Francisco Ballet, se presenta en el Palacio de Bellas Artes, en un programa de gala anunciado como Un momento para soñar, noviembre 2011 Obviando las frases publicitarias de un kitsch ilimitado, la Gala de Ballet programada para el lunes 14 de noviembre promete ser una noche de sobresaltos y sobresaults en todos los sentidos.

La más grande promesa del ballet mundial, Isaac Hernández, un jalisciense que apenas ha cumplido los veinte años y recién fue promovido a solista del San Francisco Ballet convoca a figuras de las más reconocidas compañías del mundo anglosajón como Ashley Bouder y Joaquín De Luz del New York City Ballet; la mexicana Katia Carranza del Miami City Ballet y del Royal Ballet inglés, viene Esteban Hernandez (otro de la camada de los Hernández) para un mano a mano (o pie a pie) entre figuras nacientes y/o consagradas.

Del San Francisco Ballet, comparten esta Gala con Isaac, Frances Chung de Canadá, los rusos Guennadi Nedvigin y Maria Kochetkova, el español Jaime García, el cubano Joan Boada, el australiano Damian Smith y Yuan Yuan Tan de origen chino. Además de dos bailarines independientes muy reconocidos: Rubinald Pronk y Drew Jacoby.

Isaac Hernández, del San Francisco Ballet, se presenta en el Palacio de Bellas Artes, en un programa de gala anunciado como Un momento para soñar, noviembre 2011 Hernández, hijo y hermano de bailarines, ha sabido moverse entre diversas escuelas de danza, en parte por las becas otorgadas gracias a sus méritos técnicos y artísticos y, en cierta medida también, por la intuición de escoger una compañía que igual puede catapultar a jóvenes bailarines o servir de refugio a quienes han audicionado sin éxito en otras agrupaciones como el ABT en Nueva York o en Londres con el RB. La Opera de Paris y las compañías rusas quedan a resguardo de sus respectivos conciudadanos.

Isaac, contando apenas unos 14 años de edad, hizo una sorprendente aparición en el Auditorio Nacional dentro de una Gala entre estrellas consagradas y dejó un buen recuerdo por su seguridad y precisión técnicas así como por su aplomo en el escenario. Después regresó con la Compañía Nacional de Danza en un discreto pas de deux de Don Quijote.

Isaac Hernández, del San Francisco Ballet, se presenta en el Palacio de Bellas Artes, en un programa de gala anunciado como Un momento para soñar, noviembre 2011 Ahora, después de años decisivos en la maduración y definición de la carrera de un bailarín, regresa a darlo todo para convertirse en emblema nacional, a la par de los tenores que nos han dado gloria allende las fronteras.

El programa anunciado por Bellas Artes como Un momento para soñar, incluye inevitables y siempre requeridos pas de deux para la ocasión y algunos fragmentos que se verían por primera vez como Diving into the Lilacs (no confundir con el clásico Jardin aux Lilas de Tudor) y una creación del islandés Helgi Tomasson, director artístico del SFB y famoso bailarín en las décadas de los setenta y ochenta del pasado siglo.

Coincidiendo con Isaac Hernández, la compañía californiana alberga entre su cuadro estelar a varios bailarines latinoamericanos (los cubanos Jorge Esquivel y Joan Boada, por ejemplo) así como españoles y franceses, entre estos últimos, Sofiane Sylve, famosa por sus pirouettes múltiples dignas de los récords Guinness.

Poder presumir de un bailarín de la talla de Isaac Hernández debe ser motivo de orgullo, máxime cuando el único triunfo real de bailarines mexicanos en escenarios estadounidenses (hay otros nombres pero no señeros) se remonta a los tiempos de José Limón. Cuántas devaluaciones del peso y artísticas se han sucedido desde entonces.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.