
Por: Susana Fernández — 3 de noviembre, 2015
Dentro del ciclo Concierta Independencia que realiza el Lunario, se lleva a cabo un encuentro entre el flamenco puro de Gabriela de los Peines y el jazz manouche de Hot Club México.
Un dialogo estético que tiene como hilo conductor la cultura gitana desde la perspectiva del baile y la música. Por un lado Gabriela de los Peines es una bailaora cuyo compromiso con la danza la ha llevado a buscar nuevas formas de intersección capaces de comunicarse con cualquier estilo partiendo del flamenco, un género que para ella “es tan rico porque integra códigos ancestrales de culturas que hoy parecieran separadas pero que en la música siguen coexistiendoâ€.
Acompañada por la guitarra de Paco Fernández, Gabriela propone un flamenco donde el taconeo transmite sentimiento mientras que las manos enfatizan la poesÃa que emerge de la guitarra y se trascribe a través del movimiento. Una propuesta que nace de una mujer apasionada que escarba hasta las raÃces más profundas del flamenco para mostrar lo más genuino de esta danza y traerla al presente como una filosofÃa de vida que trasciende la forma de expresión.
“He encontrado en el flamenco la esencia que va con mi alma. PodÃa haber sido cualquier otra música, pero es el cante jondo el que me mueve emocionalmente, con el que me identifico y vibro. El flamenco es cante, toque, baile, poesÃa, arte, cultura… vida diaria, es un arte que me ha invitado a conocerme y a reconocer la historia de la humanidad que hay dentro de mÓ, Gabriela de los Peines.
En la parte musical Hot Club México –ensamble dedicado a la difusión del jazz manouche, también conocido como jazz gitano– es quien le da sabor a la noche a través de una música que nos traslada a los años 30 y 40.
Conformado por Enrique Hülsz, padre e hijo, en la voz y guitarra, respectivamente, y Federico Hülsz en el saxofón tenor; Leonardo Cortés en el contrabajo y Alfredo Deffisen en la guitarra rÃtmica y en la voz, Hot Club México se inspira en el legendario Quintette du Hot Club –fundado en Francia en 1934 por el guitarrista Django Reinhardt y el violinista Stéphane Grappelli–.
Un estilo que hoy enriquece este sonido a través de lo que Enrique Húlsz, padre, ha definido como “un homenaje retro” que se alimenta principalmente a partir del blues primigenio que interpretó en los años 40, “el rey Delta del blues”, Robert Johnson.
Cabe destacar que si bien existen grupos de jazz manouche o gipsy jazz en todo el mundo (quienes adoptan el nombre Hot Club dependiendo de su lugar de origen y a manera de reconocimiento al legado de Django Reinhardt), esta agrupación mexicana se distingue por una influencia declarada de grandes figuras del rock como Jimi Hendrix y Led Zeppelin, solo por mencionar algunos nombres.
Es asà que a través de dos propuestas que nacen de la cultura gitana, pero que han encontrado otras bifurcaciones, llega hoy martes 3 de noviembre al Lunario del Auditorio Nacional, la pasión flamenca de Gabriela de los Peines y los acordes de Hot Club México, una propuesta que representa el significado de Concierta Independencia un espacio a la creación independiente que comparte las propuestas de los nuevos talentos con la expresión de nuestro tiempo.
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