Fuerza dramática y poder de evocación

Por: Claudia Magun — 1 de agosto, 2006

En una reflexion sobre el fantasma de María Carlota Amelia Victoria Clementina Leopoldina, Oscar Ruvalcaba Pérez evoca la figura de un personaje femenino que histórica y novelescamente ha despertado una fascinación y arraigo en el imaginario mexicano, porque a pesar de lo mucho que se le pueda criticar, fue una mujer moderna y comprometida con su causa.

Sí el abordar un personaje histórico es dificil, ahora tratar de reflejarlo desde la perspectiva de una visión coreográfica implica un mayor reto. El pretender llevar al escenario una personalidad tan compleja a partir del lenguaje corporal es una incursión que hace Oscar Ruvalcaba en el terreno contemporáneo, ofreciendo una amalgama entre la danza clásica y el universo particular del autor.

Carlota, la del jardín de Bélgica es una visión fresca y afortunada dentro de la danza contemporánea, creada en 2003, donde el trabajo artístico de Ruvalcaba, asume dos formas: una como coreógrafo, con el montaje de las escenas y el movimiento, pidiendo de los bailarines su atención en todos los sentidos y dándoles el material para que se enriquezcan como interpretes; y otra como director, llevando al bailarín por los caminos que le llevaron a sus conclusiones escénicas.

“Se trata de una reflexión acerca de que la historia existe, de que ahí está presente en los momentos de frustración. Si no aprendemos o revisamos nuestro pasado histórico, nos condenamos a repetirlo. Carlota es parecida a Marilyn Monroe o James Dean, quienes murieron muy jóvenes. Es una embajadora del viejo mundo, regido por leyes metafísicas y divinas que, por lo mismo, se enfrenta a un mundo distinto. Me fascinan este tipo de personajes desplazados. Yo creo en el poder de la danza para transformar a uno mismo y al otro. La danza es un camino de perfeccionamiento y ascesis espiritual, de ahí que no sea solamente entretenimiento sino todo un arte. Con Carlota pretendo que la gente reflexione sobre algo de sus propias vidas”, Oscar Ruvalcaba.

Un programa basado en la fuerza y poder de evocación de Maria Carlota de Bélgica, emperatriz de México y las Américas, hilo conductor de esta puesta escenica donde Laura Morelos encara esta dificil interpretación que exige fuerza histriónica y dominio corporal.

Carlota, la del jardín de Bélgica, un espectáculo multidisciplinario que mezcla elementos de teatro y danza se presenta en el marco del Festival Viva Vivaldi del 3 al 6 de agosto en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, con la participación de Laura Morelos, Edgar Robles, Manuel Stephens, Saúl Gurrola, Marcos Santana, Eduardo Peláez, Héctor León, Leonardo Schwartz, Jesús Salinas y el mismo Oscar Ruvalcaba Pérez.

“Como artista, tengo la firme convicción de que el arte es una disciplina que sirve para acercarte a determinadas partes de ti mismo y mejorarte como ser humano. La danza, en concreto, es un camino de trascendencia, aunque hoy la pregunta a responder sería si sólo es un producto que se vende y se compra” Oscar Ruvalcaba.