
Por: Colaborador Invitado — 2 de marzo, 2012
¡Qué mejor forma de empezar el mes de marzo que disfrutando de El Lago de los Cisnes con la CompañÃa Nacional de Danza! (CND), un espetáculo de gran tradición que en esta tempotada 2012, cumple 36 años. Este maravilloso ballet inició funciones el pasado 24 de febrero y se presenta hasta el 25 de marzo.
El Lago fue estrenado en 1877 en el Teatro Bolshoi en Moscú, una historia original de Vladimir Begichev y Vassily Geltzer, con música de Piotr Ilich Tchaikovsky, en aquella presentación la música resultó un éxito para el público, pero paradójicamente el ballet no fue muy bien aceptado.
Años después, en 1895, y con una nueva versión coreográfica (que es la que hoy se escenifica) de Marius Petipa y Lev Ivanov se reestrenó en el Teatro Marinsky de San Petersburgo, con gran aceptación.
Para mÃ, el asistir a esta presentación de la CND, aparte de disfrutar del ballet, tuvo un toque adicional, ya que previo a la presentación, tuve la oportunidad de conocer lo que representa el trabajo atrás del escenario y admirar la gran labor que realizan un gran número de personas como son los técnicos, los tramoyistas, iluminadores, los del audio, los encargados del vestuario y tantos otros que ivan y venÃan encargandose de que todo estuviera listo antes de la la tercera llamada.
Son como una gran familia que realizan un excelente trabajo y se transforman en parte de esta magia para que nosotros, el público, disfrutemos de un espectáculo de gran calidad.
Que decir del escenario natural, hermoso y único, ideal para esta historia de amor y magia, el marco perfecto en la Isleta del viejo Bosque de Chapultepec, realmente un ambiente envidiable para cualquier ensamble de danza, cinco escenarios en los cuales se desarrollan los diferentes fragmentos de la historia.
En esta temporada la CND nos ofrece la oportunidad de apreciar diferentes interpretaciones, ya que son dos parejas distintas las que representan los papeles de Sigfrido y Odette y de Odile y Sigfrido.
AsÃ, presenciamos un espectacular inicio que combina una bella coreografÃa, escenografÃa, vestuario y, por si fuera poco, hermosos caballos. Con la música de Tchaikovsky interpretada por la Orquesta del Teatro de las Bellas Artes –dirigida por Fernando Lozano–, adultos y niños (grandes espectadores) disfrutamos de la historia del prÃncipe Sigfrido, a quien, al llegar a la mayorÃa de edad, su madre, la reina, le organiza un baile en su honor con la finalidad de elegir esposa, situación que le causa indecisión al prÃncipe.
Al finalizar el baile, el caballero se va con sus amigos, quienes lo invitan de cacerÃa para distraerlo de su duda para elegir esposa. Sigfrido y compañeros de caza, llegan a un bosque donde hay un lago dominado por el brujo Von RothBartal, quien al ser rechazado por Odette, una joven reina, la transforma a ella y a su corte en cisnes blancos, un hechizo que sólo a la media noche se rompe y vuelven a su forma humana, por lo cual las bellas doncellas tienen que permanecer en el bosque.
El prÃncipe al llegar al lago, ve como Odette y su corte recobran su forma humana, quedando enamorado de ella, al conocerlo Odette se enamora a su vez de él, en esta escena la pareja nos ofrece uno de los momentos más dulces de la obra con su increÃble interpretación, en la cual demuestran su gran calidad, enmarcados por la corte de cisnes que en su actuación nos hicieron emocionarnos y aplaudir.
Mientras tanto, el Brujo Von RothBart al verse desfavorecido por la mirada de Odettea, jura vengarse y crea a Odile, un misterioso y bello cisne negro, con el cual engañará a Sigfrido para que éste confundido por la magia y la belleza rompa los votos de amor hacia Odette. Sigfrido, sin embargo, despierta y rompe el hechizo para luchar por el verdadero amor, por la verdadera reina de los cisnes. Sigfrido y Odette enfrentan los poderes mágicos de Von Rotbart y, de este modo, ¡triunfa el amor!
Odile –en una interpretación de gran fuerza y sensualidad, realmente maravillosa– por un momento, logra seducir al prÃncipe, sin embargo, Sigfrido al recordar a Odette logra romper con el hechizo, enfrentando y venciendo a Von RorthBart, libera a Odette y a su corte del encantamiento y de este modo triunfa el amor. Al final, la pareja navegando en un gran cisne recorre el lago mientras los cazadores, cisnes y corte los ven partir. Nosotros, el público, los despedimos con un gran aplauso.
Un gran trabajo de la CompañÃa Nacional de Danza en esta representación del Lago de los Cisnes –con arreglos coreográficos de Laura EchevarrÃa, Carlos López y Jorge Cano– que cuenta con el apoyo de la CompañÃa Nacional de Danza Folklórica de Nieves Paniagua y de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea dirigida por Ofelia Chávez.
Más de 120 artistas, con el escenario del lago del Bosque de Chapultepec como cómplice de la historia y la majestuosa música de Tchaikovsky, es el secreto del éxito de El Lago de los Cisnes.
“Hemos logrado convertir este espectáculo único en el mundo, en una tradición que forma parte ya de la Ciudad de México, con un maravilloso escenario natural, que le da un toque mágico al espectáculoâ€, Sylvie Reynaud, directora artÃstica de la CND.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
Gran reseña, deja al lector verdaderamente con ganas de asistir a ver esta obra, en uno de los escenarios naturales más bellos del mundo.
Exelente comentario! muy completo! Vamos al ballet! felicidades!