Danza

El Cascanueces en México, décadas de ensoñación a través de la magia del ballet

Por: Gabriela Jiménez Bernal — 3 de diciembre, 2012

La Compañía Nacional de Danza (CND) celebrará la temporada XXXII en el Auditorio Nacional. Las funciones serán del 15 al 23 de diciembre. José Luis González, en entrevista exclusiva para InterEscena habla sobre esta producción y su interpretación del personaje de Drosselmeyer…

Muchos años han pasado desde la creación de uno de los ballets más emblemáticos a nivel mundial y aún sigue tocando corazones. Y es que se trata de una propuesta estética que, no obstante el paso del tiempo, seguirá cautivando a espectadores sin importar su edad, nacionalidad o condición social porque incentiva a través de un lenguaje poético los valores que hoy son cruciales para los seres humanos.

Esa es la esencia de El Cascanueces, montado en todo el mundo en época decembrina y que se mantiene como un clásico de todos los tiempos por la fusión perfecta de talentos que ahí confluyen: música de Piotr I. Tchaikovsky, coreografía de Nina Novak, basada en la original de Lev Ivanov, y libreto de Marius Petipa, basado en la versión de Alexandre Dumas sobre el cuento de E.T.A. Hoffmann.

Y en tierra azteca, la encargada de producir estos instantes de ensoñación desde hace 32 años es la Compañía Nacional de Danza del INBA, que nuevamente se apoderará del coloso de Reforma para sumergir a centenares de espectadores en un viaje dancístico navideño único.

Del 15 al 23 de diciembre, capitalinos así como visitantes de otras entidades de la República Mexicana y del extranjero, podrán disfrutar de la producción mexicana de El Cascanueces, que es resultado de los arreglos coreográficos hechos por los maestros Laura Echevarría, Carlos López, Jorge Cano y Dariusz Blajer.

Para conocer más alrededor de este ballet InterEscena conversó con José Luis González, bailarín solista y coreógrafo de la Compañía Nacional de Danza, que ha sido su plataforma de proyección desde hace 23 años.

Un Cascanueces con sabor latino

La Compañía Nacional de Danza estrenó El Cascanueces el 13 de octubre de 1980 en el Teatro Elizondo de Monterrey y ese mismo año, el 2 de diciembre en el Palacio de Bellas Artes.

Muchos artistas mexicanos han pasado por ahí, desde intérpretes y coreógrafos, hasta músicos, creativos, etcétera, por lo que le preguntamos a José Luis González si se puede hablar de que este ballet ya tiene un sello mexicano. Al respecto dijo:

JLG: “Por supuesto que sí. Evidentemente respetamos la esencia de este ballet pero nuestro montaje ya tiene un toque muy mexicano, muy latino, porque cada uno de los que hemos pasado por ahí le hemos inyectado nuestra propia personalidad y energía. Cada uno tenemos una creatividad especial y sí lo hemos enriquecido con detalles nuevos. Yo mismo llevo varios años interpretando al padrino Drosselmeyer pero no lo hago con esa imagen fúnebre con la que se conoce en los ballets, sino más alegre porque en lo personal a mí me gustan mucho los niños”.

González está convencido que el montaje que viene realizando la Compañía es por mucho muy sensible porque los mexicanos son así en general y en la danza no podía haber excepción:

“Los mexicanos le echamos mucho de nuestra cosecha a todo lo que emprendemos y creo que esto ha influido para que la versión de El Cascanueces de la Compañía Nacional de Danza sea tan exitosa, incluso ya nos han reconocido con dos Lunas del Auditorio. Desde mi punto de vista, somos más entregados, más nobles, más sensibles quizá que los bailarines franceses o rusos, que son un poco más recatados”.

GJB: ¿Qué tan reconocido es el montaje de El Cascanueces de la Compañía Nacional de Danza en otros países?

JLG: “No tengo la certeza de la imagen que proyectamos a nivel internacional. Sólo sé que hay muchas versiones de este ballet en nuestro país, como en Monterrey y Guadalajara. Además la mayoría de las academias de ballet siempre lo montan con sus alumnos. Sin embargo, sin temor a equivocarme puedo decir que la versión de nuestra compañía es la número uno en nuestro país por la calidad de sus bailarines y sus profesores, y en general por la majestuosa producción que la cobija”.

Mensaje que no pasa de moda…

Cuando uno habla de El Cascanueces, de inmediato llega a la mente la idea de las fiestas decembrinas y todo lo que implica alrededor de ellas, como los regalos, la comunión familiar, los sueños, la esperanza, etcétera.

Hay que recordar que la historia de este ballet comienza en la víspera de Navidad, cuando se hacen los preparativos para la gran noche. Todo gira alrededor de los sueños y anhelos de una niña llamada s, que además de ser hermosa tenía la suerte de que su padrino fuese el juguetero Herr Drosselmeyer, quien fabricaba maravillosos juguetes para ella y su hermano Fritz.

GJB: ¿Hasta dónde es válido apreciar este ballet sólo como una alternativa de entretenimiento cultural decembrino y no valorarlo más como pieza coreográfica?

JLG: “Sigo pensando que es una época para disfrutar en familia y retomar los valores que necesitamos como seres humanos. Entonces, si vas a ver El Cascanueces debes hacerlo con esa filosofía de disfrutar el mensaje de estar en familia, de gozar esta temporada y de abrazar a tus seres queridos. Es un ballet que te motiva a retornar a las tradiciones decembrinas”.

GJB: ¿Significa que es un ballet que cumple con cierto compromiso social?

JLG: “Considero que sí porque te motiva a recuperar valores, a meditar sobre la importancia de los mismos en tu vida diaria, con los que te rodean. Además, cumple con su otra función fundamental, que es la de divertir porque el público sale muy contento y entusiasta”.

Un ballet de odisea…

No obstante que ya son 32 años de montar este ballet, para la compañía mexicana sigue implicando retos artísticos. Sobre ello comenta el bailarín y coreógrafo:

“Detrás de su montaje hay grandes hazañas. Desde el pas de deux, la danza de los rusos y la danza española, hasta el vals de las flores y las coreografías de los niños, que deben estar muy coordinados con los bailarines profesionales de la compañía. Juntar todos los elementos de este ballet implica un gran reto”.

GJB: ¿Es de las producciones más complicadas de montar?

JLG: “Podría pensar que sí. Es un hecho que como compañía ya tenemos cierto ritmo que retomamos cada año con la temporada de El Cascanueces, sin embargo, siempre hay gente nueva y requerimos cerca de mes y medio de ensayos diarios, de largas horas de trabajo. A eso hay que sumar la logística para que la escenografía, la iluminación, y todo en general esté perfecto el día de las funciones”.

GJB: ¿Cuál ha sido la clave para que su montaje no se haya convertido en una rutina de 32 años?

JLG: “Creo que el secreto ha estado en cada uno de nosotros al encontrarle nuevas emociones y retos a la interpretación que nos toca hacer. Creo que estar proponiendo ha servido para no caer en monotonías. Por otro lado, cabe señalar que no siempre todos hacen el mismo papel, se van combinando y eso hace vital el montaje. Por ejemplo, hay chicas que en unas ocasiones representan copos y en otras flores”.

Pieza de repertorio para hoja de vida personal…

José Luis González lleva 23 años dentro de las filas de la Compañía Nacional de Danza. Desde entonces ha bailado El Cascanueces en diferentes papeles. El papel más reciente y el que ha hecho en los últimos diez años es el del padrino Drosselmeyer.

Al respecto, se le pregunta si todo bailarín de ballet está obligado a bailar El Cascanueces. Esto responde:

“Mira, en la CND todos tienen que bailar el repertorio que tenemos, obvio, que su personalidad vaya acorde a las necesidades del montaje. Pero en lo personal creo que un bailarín en general tiene que vivir la experiencia de El Cascanueces porque es un ballet muy especial”.

GJB: Pero ¿Cualquiera tiene la capacidad de bailar El Cascanueces?

JLG: “Muy buena pregunta porque evidentemente es un ballet que exige técnica para todos los personajes. Sin embargo, también es necesario que haya el entusiasmo para proyectar la esencia de su mensaje, sentir la Navidad, aunque esto no siempre ha ocurrido, hemos tenido uno que otro Grinch que ha tenido que poner en práctica sus dotes de actuación”.

Finalmente, el bailarín y coreógrafo hace una recomendación muy simple pero contundente para el público: “Si van a ver El Cascanueces no lo hagan con la predisposición de que las épocas decembrinas son banales. Todo lo contrario, vayan con la actitud de que quieren reencontrarse con tus valores, que incluso ya pudieron haber perdido”.

Funciones que la Compañia Nacional de Danza presenta en el Auditorio Nacional

La Temporada XXXII de El Cascanueces de la Compañía Nacional de Danza contará con la participación de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta de Tadeusz Wojciechowski, director huésped. También se contará con la colaboración de los alumnos de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea.

Las funciones son: sábado 15, 19:30 horas; domingo 16, 16:30 y 19:30 horas; miércoles 19, 19:30 horas; jueves 20 y viernes 21; sábado 22, 19:30 horas; y domingo 23, 16:30 y 19:30 horas.