Anamnesis, la blanca oscuridad… inspiración sobre la memoria olvidada.

Por: Claudia Magun — 1 de noviembre, 2007

“En principio, el coreógrafo no busca imponer una lectura determinada de su propuesta coreográfica. Está convencido que cada espectador se conecta a la pieza a partir de sus propias historias, sus experiencias personales. Su único interés con la gente es: Perturbarla, alterarla, trastocarla. Que nuevamente recuerde sentir”, Angel Rosas.

Arte visual, del video y del movimiento, crean un concepto escénico más allá de su origen y construyen una nueva poética espacial desde varios puntos de vista para establecer el principio de que el arte crea sus espacios, que a la vez lo crean… Anamnesis, la blanca oscuridad, propuesta del Ensamble Rosas-Govaerts, es un ensayo coreográfico, multimedia basado en la Anamnesis, término acuñado por Platón que traducido del griego al español significa rememoración y que se utiliza en la filosofía, la teología y la medicina: ningún arte puede plantear sus proyectos «saltando más allá» de su historia.

Con el apoyo Dirección de Danza de la UNAM, Anamnesis… es una creación escénica del coreógrafo Angel Rosas, director artístico del Ensamble Rosas, grupo artístico que surge de la necesidad de establecer un espacio para la interpretación coreográfica, donde los constantes cambios y las nuevas tendencias del arte puedan ser asimilados.

Angel Rosas realizó sus estudios en el Centro de Investigación Coreográfica de México y en Charleroi Danses Centre Choréographique de la Comunauté Wallone, en Bruselas, Bélgica, donde concibió el Análisis del movimiento aplicado a la conexión-desconexión articular: Perkament van Wind en Vuur (Pergaminos de viento y fuego), mismo que ha difundido en diversas instancias tanto públicas como privadas dedicadas a la danza.

Rosas concibe esta obra durante un viaje en tren, en un momento donde el artista perdido en la inmensidad del paisaje recapacitaba sobre aquello que había perdido por vivir en Europa y lo que la vida le había arrebatado.

Así, en su deseo profesional por plasmar en danza lo vivido, lo llevó a crear Anamnesis, un reto de hacer suyo el concepto y trasladarlo al lenguaje del cuerpo en movimiento. Traer al presente la memoria olvidada, recuperar lo perdido en lo más recóndito del subconsciente sin darle temporalidad, ni un sentido; tan sólo permitir que los recuerdos emerjan desde su lenguaje.

“Recordé todo aquello que me fue arrebatado, de lo que pude despedirme, de las palabras que no se dijeron, de los recuerdos que no se compartieron, de los sueños que ya no existen, de estar en el mismo lugar sin poder encontrar, de un anecdotario sin sentidos”, Angel Rosas.

Para lograr el objetivo Rosas fusiona en escena multiplicidad, video, movimiento, imagen. En ese sentido, el coreógrafo apunta que la danza de nuestro siglo ha trascendido la narración y el relato anecdótico para irrumpir en el mundo de la imagen. Así, apuesta por la convivencia entre el cuerpo, el espacio arquitectónico, las luces, los móviles, el video, la instalación…

Con respecto a la dirección visual fue conceptuada por Magdalena Martínez Franco, artista plástica egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, quien comenzó a exhibir su obra desde 1994 y actualmente es directora visual de las compañías de danza, M de Mar y el Ensamble Rosas-Govaerts.

Anamnesis, la blanca oscuridad, estrenó el 18 de octubre en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario y se presenta hasta el domingo 4 de noviembre.

Siempre inmerso en un proceso de aproximación a las artes, soportes y tecnologías que posibilitan el entendimiento y la construcción de nuevos discursos y relecturas, el Ensamble Rosas-Govaerts concentra una variedad de métodos que generan y estructuran el material del movimiento con base en un entorno clásico y contemporáneo en un encuentro que le da a la interpretación la técnica y la sensibilidad característica.

“Anamnesis, la blanca oscuridad, postula que cada código es parte de un sistema de signos empleados por distintos miembros de una cultura para comunicar un significado, mediante ciertas reglas; esto se refiere a la independencia e individualidad de cada integrante, así se puede plantear la existencia del ser en sí o, mejor dicho, el ser por sí. Por ende, el individuo es un ser inteligente, capaz de razonar, reflexionar y diferenciar, por lo que puede considerarse a sí mismo como él mismo, que piensa en distintos tiempos y en diferentes lugares, lo cual hace, únicamente por medio del sentimiento que posee de sus propias acciones y de los recuerdos o historias que conforman su personalidad”, Angel Rosas.