Danza

A ritmo norteño, La Lágrima celebra el trabajo de Adriana Castaños como protagonista de la danza

Por: Claudia Magun — 14 de agosto, 2014

Producciones La Lagrima presenta Yonke… viaje a No Land, obra de Adriana Castanos. Palacio de Bellas Artes, agosto 2014 En el marco 80 Aniversario del Palacio de Bellas Artes, Producciones La Lágrima festeja 17 años de trayectoria. En esta presentación, el público asistente podrá apreciar el espectáculo: Yonke… viaje a No Land, una fiesta con acordeón, a ritmo de música norteña y cumbia donde Adriana Castaños, directora de la compañía, evoca diferentes ideas que existen en el imaginario social sobre la fiesta.

“En la cultura mexicana, sobre todo en la del norte del país, cualquier asunto puede ser motivo de festejo, y alrededor de él siempre está el baile. Lo vemos desde la perspectiva anterior a la fiesta: la organización; y posterior: la despedida. Es así que la parte central de toda esta puesta escénica es el baile, que se convierte en un elemento de cohesión muy importante, desde lo social y artístico”, Adriana Castaños.

A partir de este criterio es que La Lágrima, estructura un producto escénico donde el baile como parte de lo cotidiano se transforma en un elemento de cohesión trascedental. Siete escenas, que engarzadas una con la otra, refieren celebraciones y personajes tan particulares como son las quinceañeras y sus fiestas de cumpleaños, el acontecimiento popular por excelencia tan cercano y a la vez tan lejano para la narrativa corporal, pero que Castaños hace suyo para conformar Yonke… viaje a No Land, una experiencia de danza que caracteriza el trabajo que hasta hoy ha provocado la creación de La Lagrima: llevar al escenario las prácticas cotidianas que mueven el día con día de nuestra gente.

Producciones La Lagrima presenta Yonke… viaje a No Land, obra de Adriana Castanos. Palacio de Bellas Artes, agosto 2014 “Nos nutrimos de todo lo que evoca la idea de fiesta, una serie de pasos de danza donados por distintas personas, o que nos robamos de espacios públicos, o que rescatamos de reuniones, algunas las tomamos de la misma red e incluso de las vivencias de los integrantes, toda para lograr esa combinación, que finalmente forma parte de un ‘deshuesadero’ que nos sirvió como material para construir la pieza. Es un archivo que habíamos acumulado y lo vertimos en una coreografía. De ahí parte el título de la pieza: Yonke, jerga del norte para nombrar los sitios donde se desmantelan los autos”, Adriana Castaños.

Una idea que como refiere la coreógrafa, “también incluye la poesía de Abigael Bohórquez como alusión a nuestra idea, porque una de las características de su escritura es la combinación del español e inglés una especie de pochismo que mucho se relaciona con la frontera y con esto empata a una sociedad que vive en dos mundos, pero en una única tradición, la mexicana”

Producciones La Lagrima presenta Yonke… viaje a No Land, obra de Adriana Castanos. Palacio de Bellas Artes, agosto 2014 Adriana Castaños es un un viejo lobo de mar en la danza mexicana, su obra, reconocida por la contundencia de sus imágenes, su humor y teatralidad ha nutrido los espacios coreográficos del quehacer artístico en México, como un referente de aquello que sucede en el norte del país, tópicos que aun cuando no representen situaciones trascendentales y en su concepción lleven lo cotidiano, en cada creación sostienen el indicativo obligado de aquello que sucede en la danza contemporánea mexicana.

Es así que, Adriana Castaños conmemora un año más del trabajo escénico de Producciones La Lágrima, una iniciativa que cosecha experiencias desde 1997, cuando en Hermosillo, la coreógrafa vislumbraba un proyecto que sustentaría su desarrollo en la difusión del arte escénico a través de la educación, promoción y creación artística.

Adriana Castanos lleva al Palacio de Bellas Artes, Yonke… viaje a No Land, obra de Producciones La Lagrima, agosto 2014 Hoy, toda una institución de la danza contemporánea con sede en la Universidad de Sonora que respalda su trabajo apoyada en procesos de investigación y exploración asociados a la experiencia personal de sus integrantes, y se distingue por realizar trabajos que vinculan la danza con la comunidad norteña llevando a la realidad artística producciones que han dado un distintivo a este ensamble sonorense con obras como Mi libro favorito, o como leer sin ser descubierto, El Bi-100, armando la historia y hasta una muy personal versión contemporánea de El Cascanueces.

El resultado es un producto escénico que incorpora drama, humor, musicalidad… y hoy festeja este emblema con Yonke… viaje a No Land en el Palacio de Bellas Artes, una noche muy especial en la cual Adriana Castaños recibirá la Medalla Bellas Artes en reconocimiento a su trayectoria profesional.

Adriana Castanos lleva al Palacio de Bellas Artes, Yonke… viaje a No Land, obra de Producciones La Lagrima, agosto 2014 “Hemos llegado hasta aquí haciendo guerra de guerrillas todos los días, como cualquier grupo de danza. Esta es la única manera de festejar tantos años. Es un proceso de realizar acciones todo el tiempo, lo que te lleva al siguiente paso, pero no con un afán tortuoso, sino porque así es hacer danza, un hecho social que implica lidiar en todos los términos con lo mejor y con lo peor”, Adriana Castaños.

Así que ya se sabe hoy jueves 14 de agosto hay que estar para aplaudir y celebrar a “la raza” en su viaje a la Capital, porque como dicen por ahí – más bien, en el facebook de La Lagrima–, esta noche hay carne asada en el Palacio de Bellas Artes…

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.