Danza

Óscar Ruvalcaba: el cuerpo como protagonista de Folio en blanco

Por: Gabriela Jiménez Bernal — 14 de abril, 2016

Oscar Ruvalcaba lleva a escena Folio en blanco. La Caja, La Esmeralda, abril 2016 Todos los seres humanos nacen siendo como una página en blanco, se decía en la época medieval. Es a partir de lo que conocen y cómo lo conocen, que van construyendo su propia historia personal, la cual puede culminar en una personalidad real o en una máscara ante la sociedad…

Bajo esa premisa nació el montaje Folio en blanco, del reconocido coreógrafo mexicano Óscar Ruvalcaba quien, siendo miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2015, recibió una beca del Fonca para poder realizar esta pieza que se presenta del 14 al 23 de abril en La Caja, foro escénico de la Ex Esmeralda (calle San Fernando 14, Centro).

El inicio de una trilogía…
Folio en blanco es una de las tres piezas que el maestro creará en los próximos años. Las dos piezas que restan de esta trilogía las construirá en 2017 y 2018. Todas girarán en torno al mismo discurso coreográfico y temático, relacionado con la personalidad, la máscara, los paradigmas de la naturaleza humana.

Oscar Ruvalcaba lleva a escena Folio en blanco. La Caja,  La Esmeralda, abril 2016 La propuesta del maestro Ruvalcaba marca un parteaguas en la vida personal y profesional del destacado creador, ya que con ella celebra 30 años de trayectoria, 3 décadas de haber llegado a México y el inicio de una nueva propuesta estética después de un periodo de ausencia en el escenario mientras se dedicaba a meditar sobre su trabajo creativo.

El detonador…
El director de Óscar Ruvalcaba Compañía, recuerda que el término “folio en blanco” se remonta a la filosofía medieval. Y es que una de las preocupaciones constantes de la humanidad ha sido el saber qué somos y cómo somos:

“En la época medieval se decía que los seres humanos nacíamos como una página en blanco y que el contacto con la vida nos iba definiendo. Quizá ésto es un tanto ingenuo porque hoy por hoy entendemos que las personas no nacemos totalmente en blanco. Sin embargo, sí vamos construyendo nuestra identidad a partir de lo que vamos conociendo. Se dice que somos lo que conocemos y realmente este planteamiento es muy interesante, por eso quise llevarlo a escena”.

Oscar Ruvalcaba lleva a escena Folio en blanco. La Caja,  La Esmeralda, abril 2016 Toda esta reflexión llevada a la danza incentivó más que nunca al coreógrafo, ya que explica que una inquietud de nuestra contemporaneidad, especialmente en las artes escénicas, es el concepto tripartita entre conciencia, cuerpo y persona: “Algo muy fascinante es que ese conocimiento que vamos adquiriendo tiene que ver con el cuerpo que uno posee. Tu cuerpo define qué conoces y cómo lo conoces porque tu cuerpo es tu persona”.

La propuesta y el mensaje…
El maestro Ruvalcaba explica que Folio en blanco es una pieza que pone en la mesa de debate varias preguntas: ¿Qué y cómo conocemos? ¿Cómo construimos el sentido de persona, la historia personal partiendo de ese conocimiento? ¿Es esto lo que llamamos personalidad o es una máscara?

La pieza es interpretada por Yazmín Rodríguez Rodríguez, Marcos Sánchez, Saúl Gurrola y Acilrac Morales Aguilar, cuatro destacados artistas que metafóricamente representan en escena personalidades genéricas y formas de interacción en la sociedad y cómo esa interacción los lleva a tener conflictos a partir de su propia personalidad, o máscara. Son los cuerpos, más que recursos escenográficos, los protagonistas de este montaje donde el espectador asumirá un papel de voyerista. La música que los cobija pertenece a Hilary Hahn y Hauschka, Plastikman y Sonic Youth.

Oscar Ruvalcaba lleva a escena Folio en blanco. La Caja,  La Esmeralda, abril 2016 Óscar Ruvalcaba comenta que Folio en blanco lleva un fuerte mensaje implícito. Y es que justo en esta época donde los seres humanos están recorriendo una súper carretera de información, hay una necesidad de hacer un alto para reflexionar si hay algo que nos hace iguales a todos los seres humanos o hasta dónde no somos iguales. Asimismo, pensar en esa universalidad y en esa particularidad (subjetividad) de cada individuo.

En este sentido, Ruvalcaba confiesa que siempre le ha parecido fascinante el tema de la máscara, porque incentiva a la gente a debatir y reflexionar sobre dos cosas: “hasta dónde es bueno dejarse la máscara o qué sucede cuando decides quitártela, y hasta dónde el tema de ser auténtico, de ser tú mismo, también se ha comercializado, pues al final el buscar ser uno mismo también está influenciado por el exterior”.

¿Cuál es la principal inquietud que busca general en el espectador?
“Sería interesante que pensaran que en vez de mantener separados a estos dos enemigos que son la personalidad intrínseca y la máscara, pudiéramos construir un verdadero rostro ante el mundo”.

Oscar Ruvalcaba lleva a escena Folio en blanco. La Caja,  La Esmeralda, abril 2016 El también bailarín explica que su propuesta es una invitación a pensar en que los seres humanos estamos construidos por varios “folios en blanco”, es decir, que cada uno de nosotros cerramos ciclos a lo largo de la vida, para iniciar un nuevo folio en blanco en el que construiremos una nueva historia personal.

Un montaje parteaguas…
Justo pensando en esa idea de que los seres humanos tienen diferentes folios en blanco durante su vida porque se abren y cierran ciclos, el maestro Ruvalcaba confiesa que siempre ha creído en esa necesidad de hacer un vacío personal y aprender a cerrar y abrir ciclos:

“El arte es un proceso continuo de cerrar ciclos y renovar, y si no puede renovar hay aceptar que se acabó. Debes tener la valentía de decir que ya no tienes nada que decir y que artísticamente ya no está pasando nada”.

Oscar Ruvalcaba lleva a escena Folio en blanco. La Caja,  La Esmeralda, abril 2016 ¿Con este montaje usted inicia un nuevo folio en blanco como creador?
“Así es. Es imposible no hacer un corte de caja. Cumplí 30 años de haber llegado a México y los mismos años de trayectoria. Así que después de todo este tiempo era inevitable no meditar sobre mi oficio, sobre mi propuesta. Me pregunté si realmente era vigente y significativo mi legado, mi pasión, pues me aterroriza la costumbre. Confieso que el año pasado fue muy duro, viví un duelo, pensé en retirarme y poner una tienda de abarrotes porque no encontraba esa inocencia e impulso que me llevara a crear. Fue un año en el que no hice mucha danza, necesitaba meditar sobre muchas cosas y justo en este 2016 quise abrir un nuevo camino, sembrando una nueva semilla, quitándome la máscara del coreógrafo Óscar Ruvalcaba para dar paso al ser humano, con una imagen más transparente”. Fotos: Jorge Vargas.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.