
Por: Josué Romero — 1 de agosto, 2010
Y entonces… Unos minutos antes de la una de la tarde del domingo, sentados en la Gruta del Centro Cultural Helénico, listos para presenciar uno de esos relatos que nos traen a la memoria lo ocurrido hace ya mucho tiempo.
De repente vimos algo inesperado, el molinillo del chocolate -ese que nuestras abuelitas utilizaban para sacarle la espuma al chocolate-, se convirtió en un mosquito. Las cucharas dejaron de servir la sopa y se transformaron en bellÃsimas aves del sureste; y lo más fantástico, las canastas del pan y de las tortillas, esas, las más grandes y las más pequeñas, de pronto una era un duende maya y la otra era el Dios Chaac.
¡Pero esperen! De seguro estarán pensando de ¿qué les escribo? Tienen toda la razón. Vayamos por partes dirÃa “Jack el destripadorâ€.
Para empezar imaginemos qué pasarÃa si ya no hubiera tortillas, ni tamales, ni atolitos, bueno, pa’pronto, que ya no hubiera maÃz para hacer muchas de las cosas que comemos. ¿Que nos sucederÃa? ¿Qué nos pasarÃa?
Pues estas simples preguntas le surgieron a Anick Pérez y a Marcela del Castillo, integrantes de la CompañÃa El Aquelarre, que se fundo en el año 2006 y se ha caracterizado, desde sus inicios, por presentar montajes donde la teatralidad y la metáfora son sus principales elementos.
En esta ocasión, nos tocó disfrutar de una producción imaginativa y divertida, El pájaro Dziú, un cuento que busca rescatar la riqueza ancestral maya, que narra como hace muchos años el maÃz corrÃa peligro de desaparecer, pero alguien con valentÃa y generosidad hizo frente y luchó contra todo para rescatarlo: El pájaro Dziú.
Un valiente personaje que enfrentándose al egoÃsmo de los demás animales y del fuego, salvó la semilla del maÃz, incluso, a costa de su propia vida. Desde entonces, todos los pájaros le reconocen su valor.
El pájaro Dziú, es el segundo montaje de esta CompañÃa que lleva a escena toda una investigación sobre el teatro de objetos y la importancia de la sabidurÃa de los pueblos ancestrales.
Esta leyenda se recrea con un lenguaje teatral y música en vivo —interpretada por Mónica del Carmen— y para el desarrollo de esta trama utilizan de forma muy lúdica diversos objetos iguales a los que nuestra abuelita y mamá utilizan a diario, como el tortilleros, canastas de pan y servilletas, entre otros artÃculos de cocina.
AsÃ, mientras transcurre la historia, los utencilios se convierten en los personajes principales que a través del juego, la creatividad y la metáfora nos proponen un relato antiquÃsimo que motiva y desarrolla nuestra imaginación.
Las creadoras de esta obra —Anick y Marcela— contaron a InterEscena que con esta producción buscaban “crear una obra en la que pudieran reencontrarse con la sabidurÃa ancestral y reflexionar sobre su significado en este momento“.
En este contexto, montaron El pájaro Dziú esta leyenda que habla del maÃz, un asunto por mucho vigente: “Se trata de una semilla que nos ha dado identidad durante mucho tiempo y estamos convencidas que los niños de hoy son muy inteligentes para poder reflexionar al respectoâ€, señala Marcela.
Y ahora bien, ¿quién podrÃa ser tan valiente como para rescatar a los hombres del maÃz? Tal vez alguien tan pequeño y tan valiente como tú… Fotos: Stehlik.
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