Bruja Danza presenta Libre Albedrío, reflejo de la libertad estética

Por: C. Magun y S. Fernández — 13 de junio, 2010

El estereotipo de una seudo belleza cada vez más generalizada y propogada por los medios de comunición es puesta en estredicho a través de Libre Albedrío, proyecto coreográfico de la compañía Bruja Danza.

“Ser flaca” ese es el dilema… actualmente ser talla cero es el sueño de una gran cantidad de mujeres que buscan a través de estrictas dietas, medicamenos y otras prácticas alcanzar los canones estéticos que hoy marcan los standares de moda.

El escenario del Centro Cultural Los Talleres, recibe dentro de su Temporada Voces del interior este trabajo de Alejandra Ramírez, creadora, intérprete, docente –egresada de la Universidad de las Américas, Puebla, en la Licenciatura de Danza– y fundadora de Bruja Danza Contemporánea, grupo que ha sido apoyado por diversas instituciones públicas y privadas para la producción y difusión de sus obras.

Bruja Danza también se presenta, hasta el 30 de junio, en el renovado Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario con la obra En pausa, una coreografía de la misma Ramírez que a través de una fusión de danza y teatro indaga sobre la fragilidad del aparente equilibrio de la cotidianeidad.

Rodolfo Millán, Ulises Martínez, Ania Páez, Diana Sánchez y Sandra Gómez serán los artífices de esta experimentación corporal que tiene su origen en la epidemia de influenza que el año pasado paralizó esta ciudad. En pausa es una realidad sobre el pensar en el mañana como el creer siempre en el futuro como algo que inevitablemente sucederá, queda completamente entredicho cuando de pronto y de la nada. Una fragilidad en la que nos encontramos de manera constante sin darnos cuenta de que todo puede cambiar en un súbito instante.

Creadora de un amplio repertorio de obras de danza, presentadas en México, Colombia y España. Alejandra Ramírez orienta su búsqueda artística hacia la creación de un discurso propio e innovador. Propone un arte escénico donde se fusiona la danza con otros lenguajes artísticos como la teatralidad, la música y la literatura. La creación de sus obras se basa en la experimentación y la investigación en el lenguaje de movimiento, la dramaturgia y la composición escénica.

Entre lo más destacado de sus presentaciones se pueden mencionar el premio a la Composición Coreográfica Guillermina Bravo con la obra Aire, en el 2001; y su participación en el 2009 en el XXX Premio de Composición Coreográfica Contemporánea INBA-UAM, con la obra: Roto, roto…roto.

En la presentación en Los Talleres, del viernes 25 al domingo 27 de junio, Alejandra Ramírez, lleva a escena Libre Albedrío, idea coreográfica conformada por tres historias que comparten el mismo fondo temático y a la propia intéprete como hilo conductor. Concebido por los coreógrafos Miguel Macillas, Vladimir Rodríguez y el videoasta Jorge Wade este proyecto escénico muestra a tres mujeres distintas entre sí que conservan un lazo íntimo con la propia intérprete.

“Son tres creadores que me permiten cambiar de piel de manera constante y al mismo tiempo seguir siendo Alejandra, con ellos existe una relación previa que ha permitido que muestren estas otredades de mi tan fielmente. Cada uno ha sido muy generoso al aportar rasgos muy personales a nivel creativo y gestar desde la colectividad un nuevo ser”, Alejandra Ramírez.

Miguel Mancillas, director y coreógrafo de Antares Danza Contemporánea, con una labor constante se destaca como una de las principales figuras artísticas a nivel nacional, es considerado como el más importante de los coreógrafos de su generación. Del 2006 al 2009 formó parte del Consejo Directivo del Sistema Nacional de Creadores y del Consejo Artístico del Festival Internacional de Danza Contemporá-nea de San Luis Potosí.

Por su parte Vladmir Rodríguez, director de Cortocinesis Danza Contemporánea, ha tenido el interés específico de descubrir y desarrollar una propuesta coreográfica y estilística contemporánea fundamentada en el conocimiento, bajo la firme intención de explorar campos de la creación y la interpretación del movimiento donde se consoliden sus propuestas. Cortocinesis se ha convertido en una de las compañías más representativas de Colombia exponiendo su trabajo tanto en su país de origen como en el extranjero.

El tercero de los creadores invitados, Jorge Wade es un importante realizador de documentales que ha colaborado con diferentes compañías de danza como: Contradanza, Inside the body y Foco al Aire producciones.

Planteada como un tríptico donde el eje aglutinador es el movimiento y figura de la intérprete, aunada a la música original de Federico González Orduña e iluminación de Hugo Heredia, Libre Albedrío es una propuesta donde la danza guía la narrativa con el reto de interpretar otras visiones y hacer propio el discurso de otros artistas.

Para la intérprete era crucial contar con diferentes perspectivas en torno a este proyecto con el fin de enriquecerlo y aportar otras reflexiones en torno a la problemática de los desordenes alimenticios.

“Quería entrar en colaboración con estos artistas para poder enriquecer mi trabajo, ya que los tres manejan lenguajes y modos de dirigir diferente, es todo una provocación lograr que broten diferentes matices de una personalidad ajena. Creo que como bailarina debo tener la capacidad de resolver las peticiones escénicas que demandan los coreógrafos y con esto enriquecer mi vocabulario y tener que adaptarme a otras formas de ver el mundo”, explica Alejandra sobre este proyecto que la tiene como única intérprete en el escenario.

Haciendo honor a su título, Libre Albedrío refleja la libertad estética de quienes participan, cada artista ha abordado desde su propio discurso y perspectiva los desordenes alimenticios, de tal forma cada fragmento de la obra cuenta una historia definida y concreta que sin dificultad se encuentra hilvanada a la siguiente, sin que esto le reste significado o fuerza.

Para quien concibió esta idea, Libre Albedrío es un tema difícil, muy profundo, algo que debe valorarse de una manera más efectiva tanto por la sociedad como por las instancias de salud: Un factor preocupante del cual debemos hacernos responsables como sociedad, trastornos que afectan de modo definitivo a nuestros jóvenes y niños quienes tienen una carencia de educación alimenticia y en algunos casos de atención por parte de sus familias.

Sin embargo la obra exhibe una conexión directa con el espectador y muestra el estado permisivo del que goza el ser humano, al tener la oportunidad de tomar otras decisiones y dar un viraje a su propia condición.

“Libre Albedrío surge de la inquietud que me provoca, el observar la necesidad de los humanos, de lograr cierta aprobación estética y física para ser aceptados dentro de nuestra propia sociedad. El rol que tienen los medios masivos de comunicación para manipular o encasillar a los supuestos prototipos de belleza y nosotros como receptores de estos. No es una obra que esté hecha para aleccionar a nadie, pero si es una obra que trata de poner el tema sobre la mesa y ayudar al espectador a verse y ponerse a pensar sobre si mismo”, Alejandra Ramírez. Fotos: Roberto Blenda y Miguel Ángel Medina.