Danza

Érase una vez … La Bella Durmiente en el Castillo de Chapultepec

Por: Nina Ines Jung — 15 de abril, 2010

La Compañía Nacional de Danza presenta La Bella Durmiente en el Bosque de Chapultepec, hasta el 25 de abril, de miércoles a domingo, en la explanada principal del Castillo de Chapultepec…

Compañía Nacional de Danza presenta La Bella Durmiente en el Bosque de Chapultepec, abril 2010 ¿Quién no conoce el cuento de hadas del francés Charles Perrault? La trama de esta bella historia se puede resumir en cuatro partes: El bautizo, el hechizo, el beso de amor y la boda.

Conceptuada en estos cuatro actos, la Compañía Nacional de Danza (CND), bajo la dirección de Sylvie Reynaud presenta La Bella Durmiente, tradicional obra resultado de la combinación de dos genios: Ivan Vsevolojski, director de los Teatros Imperiales, quien generó el proyecto y Marius Petipa, bailarín francés y director del ballet imperial, quien diseñó la escenografía y realizó la coreografía para la cual Piotr Ilich Tchaikovski compuso la música.

La Bella Durmiente que inicia con la escena donde el Rey Florestán y la Reina tienen a su bebe, la bella princesa Aurora.

De ahí la acción pasa al bautizo donde invitan a toda la corte y en particular a las hadas como madrinas. Sólo una hada no es invitada: la Carabosse, un personaje lleno de maldad que por supuesto se molesta por la falta de cortesía al no ser convidada al bautizo.

Compañía Nacional de Danza presenta La Bella Durmiente en el Bosque de Chapultepec, abril 2010 En el momento que las hadas ofrecen sus regalos mágicos a Aurora –por ser la más bella del mundo, por tener el espíritu de ángel…– Carabosse también da su “regalo”: saca un huso y predise que la bella Aurora algún día se pinchará su dedo y en consecuencia morirá.

Después de esa mala noticia, el Hada de las Lilas ofrece como un último presente que la bella princesa no morirá, sino que nada más caerá en un profundo sueño de cien años, pero que un beso de amor podrá despertarla.

En el segundo apartado del ballet, la bella Aurora ya tiene 16 años y en su fiesta de cumpleaños son invitados varios príncipes, que para conquistarla le regalan rosas. Como gran fatalidad, aparece un personaje que nadie reconoce y le regala una sóla rosa, más grande y más bonita que las otras.

Aurora, impresionada la acepta y baila feliz con la rosa en la mano, hasta que pincha su dedo y como años atrás se lo habían predecido cae… Al revisar la rosa, el huso es encontrado y todos se recuerdan de la amenaza de Carabosse, justo cuando aparece el Hada de las Lilas para cumplir su palabra: deposita el hechizo de sueño sobre Aurora y todo su corte.

Pasan los años y después de tanto tiempo llega un príncipe, el cual es informado por el Hada de las Lilas que dentro del castillo se encuentra Aurora y que sólo puede ser despertada con un beso de amor.

¡Dicho y hecho! La princesa despierta y con ella todos los demás, así el hechizo se rompe. ¿Qué más hay que decir? Se casan, hay una gran fiesta y todos son felices hasta el fin de sus días.

Compañía Nacional de Danza presenta La Bella Durmiente en el Bosque de Chapultepec, abril 2010 La Bella Durmiente como obra de ballet se creó en 1890 en San Petersburgo (Teatro Mariinsky) y es hasta la fecha, citando las palabras de Rudolf Nureyev, es el “ballet de ballets”, por ser una de las más espectaculares piezas dancísticas y la más representativa del estilo clásico.

La primera vez que la CND presentó la obra en México, fue en 1966. Posteriormente hubo otras versiones pero esta producción en particular de La Bella Durmiente en el Castillo de Chapultepec se estrenó por primera vez en el 2005, en una idea y adaptación coreográfica de Dariusz Blajer, basada en la coreografía de Rosemary Valaire.

Después de todo La Bella Durmiente es un clásico del ballet enmarcado por la maravillosa música de Tchaikovsky. ¿Entonces qué puede ser lo nuevo en esta VI Temporada que presenta la CND?

Pues en esta producción, la novedad es la renovación del vestuario y de los elementos escenográficos, creación del maestro René Durón para esta nueva versión que además de su belleza interpretativa tiene un alto grado de dificultad técnica y por lo tanto exige bailarines con la mejor preparación.

Un espectáculo que demanda más de 100 bailarines y más de 120 miembros del staff, desde coordinadores, maquillistas, estilistas y demás especialistas en crear el ambiente y los personajes que requiere una magna producción como lo es este clásico del repertorio de la Compañía Nacional de Danza.

Una espectacular producción donde tienen cabida todos, desde el príncipe montado en un caballo –que como se trata de un evento al aire libre se ve todavía más espectacular–, hasta un enorme cuerpo de baile que representa a los invitados que protagonizan la danza de la alegría en la parte de la boda, la cual se ve enriquecida con varios personajes de otros cuentos de hadas, como las historias de los Hermanos Grimm con el toque de Charles Perrault, como por ejemplo Caperucita Roja y El Gato con Botas.

Una creación que constituye la síntesis de la técnica académica, en un ceremonial a la vez pomposo y abstracto, a la manera de las grandes tragedias, que parece celebrar la gloria y la nostalgia de un ideal de belleza clásica, como lo es el personaje de Aurora: una Bella Durmiente ¡de ensueño!

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.