
Por: Enrique R. Mirabal — 5 de abril, 2010
La importación de obras provenientes de Broadway cubre una necesidad de un sector bastante amplio del público citadino; tal vez, por ese motivo, aparte de las nuevas adquisiciones, los tÃtulos de probado éxito se reciclan cada una o dos décadas.
Night, Mother o Buenas noches, mamá de Marsha Norman es uno de ellos y, a juzgar por las reacciones y comentarios escuchados al final de la noche de estreno, sigue funcionando… y muy bien.
Entre los requisitos primarios, un dúo estelar en escena y una mano rectora profesional y conocedora del género. En el Teatro Libanés se conjugan estos factores y otros igualmente positivos en la reciente puesta dirigida por Raúl Araiza señor y con Rosa MarÃa Bianchi y Edith González como la madre y la hija que la marquesina nos sugiere.
Buenas noches, mamá muestra la tensa y variable relación entre las protagonistas o más bien antagonistas, con la debida dispensa freudiana.
La multipremiada escritora norteamericana, Marsha Norman, gusta de los personajes lÃmite y de situaciones extremas en el conflicto, en este caso, con el agregado de traumas y estigmas (el trabajo de la autora en alguna institución siquiátrica le aportarÃa las vivencias necesarias para explotarlas en sus textos).
Madre e hija, en acentuada sesión dramático/terapéutica cargada de apremiantes diálogos, apenas dejan un respiro para las actrices que son obligadas a portar una escalofriante cotidianeidad y subrayar lÃneas de una virtuosa agilidad semántica haciendo gala de una absoluta naturalidad. Y este calificativo es quizás la clave de la dirección de Don Raúl Araiza y el ritmo que, exponencialmente, se apodera de la puesta.
Rosa MarÃa Bianchi y Edith González interactúan en un toma y daca que sube de tono e intensidad a medida que se revelan detalles del historial de cada personaje, los entramados del universo familiar y las heridas latentes para dar rienda suelta, finalmente, a la esperada mas no deseada catarsis ¡Cuán sabios los griegos desde el inicio!
La experiencia y el talento de Bianchi definen su trabajo, siempre contundente y, como exhibe en esta ocasión, tan diverso y singular que no sólo se refleja en las derivaciones de su personaje sino que también estimula y provoca el de su compañera en la escena para sacar el mejor provecho de su interrelación. Edith González sale airosa y se crece con el desafÃo actoral, incluso nos deja ver aristas no explotadas en su registro.
Rosa MarÃa Bianchi despliega otra faceta de sus dotes artÃsticas en la obra de Daniel Veronese, Mujeres soñaron caballos, un texto contrastante en intención y estética, si no opuesto, al menos, muy distante de la obra de Norman. Todos los lunes en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.
Con dos funciones de viernes a domingo en el Teatro Libanés, Buenas noches, mamá es una obra producida con esmero por Daniel González Casanova y su cuidado en los detalles se traduce en la muy funcional y armoniosa escenografÃa de José Larroa y en la atinada iluminación en la que director y productor comparten créditos con Omar Ochoa.
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