Por: Aracely Cortés — 27 de febrero, 2010
Dos décadas y media han pasado de aquella presentación en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, donde una joven cantante se presentó ataviada en un traje rojo. Dicen los que fueron que mucho impactó por su voz y su presencia en el escenario…
Al ritmo de un disco por cada dos años llegó la celebración de Cecilia Toussaint por un cuarto de siglo de haber llevado con gran esfuerzo una prolÃfera y exitosa carrera.
La noche del viernes 19 de febrero en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México, Jaime López, que tanto le ha cantado a esta ciudad y ha acompañado a la también actriz y bailarina a lo largo de los años, abrió con Cecilia el concierto cantando Sirena de trapo, En esta ciudad y Me siento bien, pero me siento mal.
El autor tamaulipeco también estuvó presente en los últimos momentos del espectáculo cantando a duo con la Toussaint, acompañados por el grupo con quien se inició en los 80 ArpÃa, las canciones Tres metros bajo tierra y Aquà me quedo.
“Al intentar hacer el concierto de manera cronológica pense en Jaime, quien ha estado presente siempre en mi carreraâ€, Cecilia Toussaint.
AsÃ, fluyeron las canciones de los diferentes discos que ha grabado, empezando por ArpÃa, uno de los materiales que mejor recibió el público, aquel que grabó con López y a partir del cual siempre se le reconoce como rockera a pesar de lo versátil que es su producción discográfica.
En el escenario también estuvieron presentes grandes amigos, como Betsy Pecanins, Enrique, Fernando y Eugenio Toussaint, con quienes cantó algunas de las canciones más conocidas como Yo vengo ofrecer mi corazón, La almohada eléctrica y Caite cadáver, todas interpretaciones armoniosas que llevaron al público por los mejores momentos de la Toussaint.
Cabe decir que la producción y logÃstica del evento fueron de lo mejor, ya que a lo largo de casi tres horas, el sonido, las luces y la presentación de todos los artistas fueron en absoluta sincronÃa, sumado todo ello al talento de esa voz que caracteriza a la anfitriona, quien no se movió del escenario para nada y cantó más de 35 canciones.
Otros invitados de lujo como Jaguares, quienes festejaron a la cantante interpretando con ella, temas como Animal en extinción, Detrás de los cerros y Ayer me dijo un ave, el público complacido escuchó y aplaudió estas participaciones que fueron de las más gustadas.
La parte emotiva de la noche fue la reunión de los cuatro hermanos Toussaint y la dedicatoria del concierto a los padres de la artista; la primera interpretación fue con Enrique, quien con el bajo eléctrico acompañó a Cecilia en el tema Caite cadáver; con Fernando presentó La almohada y con Eugenio se escuchó Sácalo.
La sorpresa del concierto fue la presentación de los hijos de Cecilia y como gran momento del festejo, como para demostrar la casta familiar, la rockera interpretó uno de sus máximos éxitos –La viuda negra– en compañÃa de sus jóvenes sobrinos y su hijo en la baterÃa.
Fue una noche de recuerdos y para el recuerdo, tanto Cecilia Toussaint como sus invitados le confirmaron a los más tres mil asistentes y a la prensa, que a pesar de que las televisoras se empeñan en hacer Ãdolos de papel, en México se hace buena música, que hay gente con oficio y talento que ha trabajado toda su vida en hacer de la música una expresión digna, que aun cuando no llenan estadios, cuando se presentan en una noche como esta, dan una muestra de calidad artÃstica que siempre es interesante ver.
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