Danza

¿Entonces qué? No hay más, cuando uno no encuentra su lugar en el mundo

Por: Colaborador Invitado — 17 de febrero, 2010

Desde Noruega, Fredrik Lorentzen presenta obra coreográfica que busca respuestas…

Fredrik Lorentzen presenta ¿Entonces Qué? No hay más en el Foro Experimental Black Box del CENART, febrero 2010 Oscuridad, tensión, paranoia y frustración, todo dentro de una fábrica abandonada. Tres individuos atrapados física y emocionalmente, respirando el vacío que dejó una sociedad convertida al culto del consumismo y que está inmersa en la búsqueda de lo estético. El miedo a lo desconocido los llevará a crear una vida paralela en sus mentes debido a la falta de humanidad en el ambiente.

¿Entonces Qué? No hay más es una pieza escrita y dirigida por el bailarín y director noruego Fredrik Lorentzen, estrenada en su país natal en diciembre del 2008. Una coreografía que retrata la búsqueda del ser humano por encontrar un lugar en el mundo.

“Tal vez sea difícil explicarlo con un baile, pero intenté meter toda esa ideología en un paquete y esa es la pieza. Todo en la coreografía es personal porque todo lo que hago viene de experiencias personales, por lo que no puede ser objetivo, todo es subjetivo. La pieza es mi manera de ver las cosas, es mi versión” Fredrik Lorentzen.

Fredrik Lorentzen presenta ¿Entonces Qué? No hay más en el Foro Experimental Black Box del CENART, febrero 2010 Esta versión surge de una pieza original, titulada Snytt på Nytt, donde son tres personajes interpretados por bailarinas, lo cual resulta un cambio drástico en la versión que se presentará del viernes 26 al domingo 28 de febrero, en el Foro Experimental Black Box del CENART, pues en esta ocasión será ejecutada únicamente por elementos masculinos.

“Si le preguntas a la gente lo que es danza, piensan en mujeres. Hay una rara concepción sobre los hombres que bailan. Hay cosas que ellos pueden comunicar física, emocional y artísticamente, que se acoplaron para lo que yo quería. No es que sea mejor, sino diferente, y eso hace que las dos piezas sean muy distintas una de otra,” explicó el director noruego sobre la participación de hombres y el cambio de la versión original de esta nueva coreografía.

No es la primera vez que Lorentzen trabaja en suelo mexicano, a fines del 2008 trabajó con la compañía de danza Plire Multi Dance y con el Ballet de Cámara del Estado de Morelos, significando ésta una experiencia de alto valor cultural para el bailarín.

Al cuestionarlo sobre su experiencia en México, Fredrik Lorentzen contestó: “El mundo se hace pequeño y tuvimos la oportunidad de hacer un intercambio cultural. Quieres ser escuchado y entre más grande es el lugar, mejor. Es posible porque es posible. De repente las cosas se dieron así de rápido y la pelota comenzó a rodar, las cosas pasan muy rápido.”

Fredrik Lorentzen presenta ¿Entonces Qué? No hay más, en el Foro Experimental Black Box del CENART, febrero 2010 Otra parte relevante de ¿Entonces Qué? No hay más, es su música. En un escenario creativo ideal, tanto el creador de la obra como el de la música trabajan juntos para modelar lo que será el producto final, ya que Lorentzen escribió la pieza tiempo después de que Andreas Gravdal, compositor noruego, había escrito la música.

“Quería que los bailarines bailaran muy aparte de la música, que fueran independientes. De repente la música hace alguna pausa y ellos siguen bailando. No están sincronizados con la música porque eso es un cliché y no es lo que quiero hacer, podemos hacer algo mejor que eso,” apuntó el creador.

La pieza, explicó Fredrik, está basada en un mundo narcisista y egoísta falto de motivación y entusiasmo, aunque no intenta generalizar: “Amo el mundo pero claro, lo llevo todo al límite. No digo que todos son así, no digo que esta pieza refleja la percepción de la realidad de todos, pero sí la mía, y la puse en lo más alto. Si ves el lado oscuro, todos somos un poco narcisistas y no tenemos mucha motivación,” Fredrik Lorentzen.

¿Entonces Qué? No hay más, no pretende declarar lo que está bien y lo que está mal, ni busca predicar; lo que quiere es que el espectador tome conciencia y reflexione sobre la temática. La coreografía no es pesimista, “es muy oscura, pero tiene algo de luz que se puede enfatizar más dentro de toda esa oscuridad”, Fredrik Lorentzen. Foto: Einar Aslaksen.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.