La pura idea excita: deseo y represión

Por: Aracely Cortés — 11 de febrero, 2010

“El tema de la sexualidad y las relaciones de pareja es interminable, de aquí que una gran cantidad de creaciones artísticas lo aborden; La pura idea excita busca hacer un planteamiento que resulte pertinente, sobre todo, a las nuevas generaciones”.

La presentación de una obra de teatro es o debería ser un reto, en varios sentidos, en primer lugar para todos los que hacen posible que se lleve a cabo y finalmente para el espectador. Esa parece ser la premisa de la obra de David Gaitán, La pura idea excita, la cual muestra que si alguien se presenta desnudo ya nada de lo que dice importa; porque simplemente no será tomado en cuenta.

La afirmación la hacen los actores Ana Beatriz Martínez y el propio David Gaitán –quien también se desempeña como director– de una manera directa sobre el público y es así, desnudos que se presentan en las primeras escenas retando al espectador a no verles más que los ojos e incitan a los asistentes a denunciar a quien esté haciendo lo contrario.

Al transcurrir los diálogos, vemos a diferentes parejas en condiciones complejas, hablando cada una sobre los deseos sexuales y lo que parece ser su inseparable compañía: la represión de los mismos. Uno de los personajes cuestiona: ¿Qué pasaría si dijéramos en todo momento lo que pensamos, lo que realmente deseamos cuando se habla sobre las trivialidades más absurdas?

En este ejercicio dramático –que se presenta todos los domingos, hasta el 7 de marzo, en el Teatro La Capilla (Madrid No. 13, Coyoacán)– también se aborda la nula educación sexual de los jóvenes y de adultos, quienes viven preocupados por un posible embarazo –utilizado más como forma de presión entre la relación de pareja, que por una preocupación genuina–, sin embargo hábilmente no se habla de las enfermedades de transmisión sexual, que en todo caso son una preocupación mayor.

Es así que los personajes muestran al hombre en su estado más puro, tratando de satisfacer uno de los instintos primigenios, darle cause a la pulsión sexual y como ésta nos genera una gran cantidad de problemas para podernos desarrollar como seres sociales.

Los dos jóvenes protagonistas tienen una buena intención, aunque por momentos en materia de actuación a ambos aún les falta un largo camino por recorrer; no obstante, la obra aporta reflexiones importantes y efectivamente es un reto para quien lo ve, no sólo por intentar ver a los ojos a los actores, sino porque nos confronta directamente con nuestra propia manera de vivir la sexualidad… En efecto, La pura idea excita, nos hace recordar algún deseo inspirado en una situación poco común que supongo todos hemos tenido.

“La obra ataca el territorio de la moral, poniéndola en entredicho: plantea otra alternativa de acción ante una serie de fantasías y anhelos cotidianos. Sin afanes panfletarios, la obra busca que el espectador reflexione sobre el comportamiento que tiene y el que le gustaría tener”, David Gaitán.