
Por: C. Magun y S. Fernández — 1 de febrero, 2010
Como cada año, el Bosque de Chapultepec es el marco perfecto para la recreación de uno de los ballets más bellos y tradicionales del repertorio universal, El Lago de los Cisnes de la CompañÃa Nacional de Danza (CND), que inicia su XXXIV Temporada, el próximo 27 de febrero.
Hablar de clásicos en danza nos obliga a mencionar éste que sin duda es de los más representados y famosos del mundo. Una combinación perfecta entre la maravillosa y emotiva música de Piotr Ilich Tchaikovsky y la coreografÃa de Lev Ivanov en mancuerna con Marius Petipa sumadas a una historia de amor donde la intriga, la venganza y, por supuesto, un prÃncipe, logran un extraordinario cuento que explora las emociones humanas para hacer gozar al público de todas las edades.
El personaje consentido de esta puesta es –sin duda– el prÃncipe Sigfrido, interpretado desde hace una década por el primer bailarÃn Raúl Fernández, quien habla para InterEscena sobre cómo ha vivido –en ésta su última actuación de El Lago, ya que ya que durante 2010 dice adiós como primer bailarÃn de la CND– los retos que implica representar una coreografÃa de estas caracterÃsticas al aire libre y conjuntamente con la producción cómo ha evolucionado artÃsticamente.
“Estoy en El lago hace casi 19 años, he interpretado desde amigos del prÃncipe y cazadores hasta el protagónico. A este rol le tengo un cariño muy especial, ahà empezó la relación con mi esposa Sandra Bárcenas (también prima bailarina de la CompañÃa). Ha sido como mi propia historia de amor porque he vivido la evolución de los personajes, las experiencias y vivencias del dÃa a dÃa. Definitivamente nadie puede interpretar de la misma forma un personaje después de haber vivido, un romance, un matrimonio, el nacimiento de un hijo, la muerte de un familiar o un amigo, todas esas situaciones te cambian a veces sin darte cuenta y lo descubres al estar en una situación conocida reaccionando de manera diferente y hay que saber aprovechar esas sensaciones a favor para disfrutar más lo que hacemos como artistasâ€, concluye quien por derecho propio es miembro de la realeza de la danza mexicana.
En el caso particular de la CompañÃa Nacional de Danza (CND), esta versión de El lago –que este 2010 cumple 34 años de haber sido incluido en el repertorio de la agrupación que hoy dirige Sylvie Reynaud– se ha convertido en un evento obligado de la agenda cultural de nuestra ciudad.
Además, el tener como escenario la isleta del Lago de Chapultepec transforma a esta elegante coreografÃa en una experiencia mágica que se ve envuelta en la noche con la luz natural de una luna plena y brillante bajo el amparo de arboles y sonidos únicos e irrepetibles.
“El lago, como toda obra que busca hacer llegar al público una historia narrada sólo con movimiento del cuerpo es muy demandante, aun cuando esta versión es narrada. Como bailarÃn debes tener un conocimiento previo del personaje, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo más real posible para que el público perciba que la danza es mucho más que sólo movimiento. Normalmente me preparo para los roles viendo videos de diferentes compañÃas y bailarines, si existe material de lectura sobre el personaje o la obra lo leo, todo eso me da una mejor idea de como puede ser el personaje en cada escena y por qué hace tal o cual cosa coreográficamente. Desde luego los ensayos constantes hacen que poco a poco uno logre sentirse realmente dentro del papel, los ballets que más he trabajado de esta manera son Albretch del ballet Giselle; Romeo, de Romeo y Julieta y Eugenio Onegin del ballet del mismo nombre que además son mis piezas y roles preferidos.â€, comenta Raúl Fernández.
En la mejor tradición de los cuentos de hadas, El Lago de los Cisnes captura un encuentro entre el arte y la naturaleza donde la lucha del mal que domina la oscuridad es vencido por el caballero que simboliza la esperanza, la fe, la verdad. Como dirÃa Felipe Segura, quien concibió este espectáculo, “El prÃncipe debÃa ser el caballero que dominara la escena, convenciendo al público con cada movimiento, empatando cuerpo y música para que el espectador vibrara con cada momento de la historia”.
La CompañÃa Nacional de Danza inicia su XXXIV Temporada de El Lago de los Cisnes en la Isleta del Lago Menor del Viejo Bosque de Chapultepec, de miércoles a domingo, a partir del 27 de febrero.
El lago de los Cisnes originalmente se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877 y, paradójicamente, no fue muy aceptado. Sin embargo, en 1895, con la nueva coreografÃa de Ivanov y Petipa, logró un gran éxito en el Teatro Marinsky de San Petersburgo. En México, desde 1977, su historia se inicia cuando el ingeniero Salvador Vázquez Araujo, director de la CND en aquellos tiempos, confabulado con el maestro Segura exploraran la posibilidad de montar esta obra y asà el tiempo la llevarÃa a ser la más representada del repertorio de la CND.
En este 2010, la maestra Reynaud lo lleva una vez más a ser escenificado frente al Castillo, en ese histórico bosque que corona el cerro del ChapulÃn, donde se vivirán noches mágicas concebidas por Laura EchevarrÃa, Jorge Cano y Carlos López y la asesorÃa teatral del maestro José Solé, quienes han traducido la fantasÃa de la música en un juego coreográfico que crece y luce en los rincones del viejo bosque, las aguas de sus lagos y los murmullos de sus árboles, un escenario envidiable y único en su categorÃa donde tiene lugar una de las más famosas historias de amor de todos los tiempos.
Un escenario enriquecido por el diseño de VÃctor Flores y la iluminación a Rafael Mendoza donde los bailarines engalanados por el diseño vestuario de Antonio López Mancera –además del vestuario de la corte concebido por René Durón– llevan el personaje a su máxima expresión.
Como cada temporada, la música de Tchaikovsky se escucha a través de una grabación realizada por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes con la dirección de Fernando Lozano y como solista el violÃn concertino de Daniel Burgos; la parte narrativa es una creación de Alejandro César Rendón y se percibe a través de la voz de Jorge Kellog.
En tiempos donde la crisis le pega a la cultura, El Lago de los Cisnes representa uno de los consentidos para el público y taquilla, en el caso de la CompañÃa Nacional de Danza su escenificación no sólo es un cuento en medio del Bosque sino la continuidad de un proyecto que inició en la década de los 70 y que hoy sigue convocando a chicos y grandes a través de la fantasÃa del ballet.
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a mi me encantarÃa que abrieran más fechas ya que en estos eventos los boletos se agotan rapidisimo, y que una vez empezada la obra ya no se les permita la entrada ya que es de muy mal gusto que esten entrando cuando ya empezo
Estoy de visita en esta gran ciudad y me entere de la temporada de la obra del Lago de los Cisnes, y no me la puedo perder, tratare de ir a verla. Felicidades y ojala cada ano sigan presentandola para bien de los mexicanos.
hola, me encanto la obra, realmente es muy emocionante estar en un lugar tan apropiado para la obra, todos son ecxelentes, realmente muchas gracias por hacernos parte de este hermoso cuento, lo unico que si les pediria es que el narrador, tubiera mas partiipacion, ya que hay momentos en los cuales ya no se escucha aunque nos necesario ya que la obra por si sola se entiende, pero si seria bueno que narrara mas ya que es una obra la cual ven los niños y en ocaciones si es un poco confuso para ellos, ya no entienden la transformaciones que los personajes tienen durante la obra, pero bueno les agradesco mucho que den esa magia para interpretar dicha obra. FELICIDADES