Por: Enrique R. Mirabal — 12 de febrero, 2020
“Ah! mes amis, quel jour de fête!”
A muchos sorprendió la aparición de un joven tenor mexicano con voz cálida, afinación perfecta y agudos de bravura en una función de La hija del regimiento de Gaetano Donizetti en el Palacio de Bellas Artes en 2004. Con buen tino y verdaderas ganas de triunfar, no se contentó con los aplausos bellasarteanos y se fue a Europa, especÃficamente a Suiza, a perfeccionar su técnica.
Después de pasar por varias de las casas de ópera en las que suelen foguearse los cantantes con perspectivas de un futuro cierto, Camarena comenzó a conquistar otros escenarios de mayor proyección, lo cual hizo con buen tino y espléndidos resultados. Desde entonces y hasta el dÃa de hoy, su carrera ha alcanzado un nivel equiparable al de otros que le antecedieron: Juan Diego Flórez y Jonas Kaufmann, por mencionar a los tenores más solicitados.
Javier Camarena es un tenor lÃrico ligero que, cada vez, cobra mayor robustez en su canto sin perder el brillo de su tesitura ni las condiciones que lo identifican, su fiato y el alcance de agudos potentes logrados con tal naturalidad que parecen sencillos de lograr. A ver quién lo puede igualar.
Asà lo ha demostrado en sus visitas a México, cada vez que su agenda se lo permite entre sus compromisos con los teatros de alto nivel de la Opera de la Bastille, el Covent Garden de Londres, el Festival de Salzburgo o en su reciente visita al Teatro Real y al Auditorio Nacional en Madrid donde el mexicano conquistó a los españoles. Y que decir del Metropolitan Opera House de Nueva York, donde ha hecho historia al convertirse en el primer tenor que ha cantado un bis en tres producciones diferentes: dos en Don Pasquale de Donizetti, en 2014; dos en La Cenicienta de Gioachino Rossini, en 2016; y siete en la misma La hija del regimiento, en 2019, en la que bisó en cada una de las funciones.
La ópera seleccionada para esta festejo en Bellas Artes (no podÃa ser otra) es La fille du régiment de Gaetano Donizetti para rememorar, quince años después, la euforia del debut que auguraba la carrera por venir. Tanto el libreto como la partitura que compuso el compositor italiano para esta ópera ligera, cómica y salpicada de agradables melodÃas para satisfacer los oÃdos del público francés de la primera mitad del siglo XIX no provocaron el efecto deseado por Donizetti, en su afán por conquistar ParÃs, la meta de todos los italianos a partir del desbordado entusiasmo que causó Rossini.
Tanto la Opéra-Comique como el Theatre Italien eran las sedes ad hoc para triunfar o desaparecer al primer silbido. Requisito indispensable, el libreto debÃa estar escrito en francés y La fille no fue el único intento del compositor: Dom Sebastien, la versión de Poliuto, conocida como Les Martyrs en francés y hasta una Lucie de Lammermoor que, por fortuna, no sobrevivió… pero ni asÃ, Donizetti pudo salir glorioso del encuentro con el exigente y también caprichoso, veleidoso y snob público parisino con La fille du régiment. CrÃtica y público desdeñaron la obra al extremo de pensar que Donizetti claudicarÃa en su intento.
Años después, la estrenó en Italia con libreto en italiano. Curiosamente, la ópera se convirtió en una de las favoritas del gran público en Europa y el resto del mundo, siempre cantada en francés. Asà ha llegado a nuestros dÃas.
La puesta conmemorativa del debut de Javier Camarena será presentada esta vez en versión concierto con movimientos e indicaciones de dramaturgia además de contar con los acostumbrados supratÃtulos en castellano. Tratándose de una ópera cómica, es indispensable que el auditorio deba sonreÃr y emocionarse con los momentos románticos y entrañables. Es lógico que se haya escogido este formato para evitar los ensayos que el tenor no podrÃa cumplir debido a sus compromisos.
El ambiente festivo se intuye y la expectación por escuchar la famosa aria del primer acto “Ah! mes amis, quel jour de fête!” con la sucesión de nueve agudos y el consiguiente o, quizás, los consiguientes, bises que se dan por seguro. Todo está listo para el festejo y, por suerte, habrá dos funciones: jueves 13 y domingo 16 de febrero. Si aún no tiene sus boletos, dese prisa por conseguirlos en reventa a las puertas del Palacio.
Los créditos de esta primera producción de Opera de Bellas Artes en el 2020 son los siguientes: la música a cargo de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes bajo la batuta de Iván López Reynoso y Cara Tasher al frente del Coro del Teatro de Bellas Artes.
César Piña en el trazo escénico de este concierto operÃstico que lleva un elenco intergrado por Javier Camarena caracterizando a Tonio, la soprano Rebeca Olvera como Marie, el barÃtono Josué Cerón como el sargento Sulpice y la mezzosoprano MarÃa Luisa Tamez como la marquesa de Berkenfield.
Complementan el elenco Arturo López, José Luis Reynoso y EfraÃn Corralejo, como Hortensius, el caporal y el campesino, respectivamente y como sorpresa para esta representación, Florinda Meza como la duquesa de Crakentorp.
La hija del regimiento una ópera cómica compuesta por Gaetano Donizetti a partir de un libreto de Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges y Jean-François Bayard, dos noches de gala en el Palacio de Bellas Artes con Javier Camarena, que coinciden con el 180 aniversario del estreno mundial de esta obra el 11 de febrero de 1840 en la Opera-Comique de ParÃs.
“Se apreciará una lectura muy cercana a lo que fue el concepto original de Donizetti. Nos parecÃa importante presentar una versión lo más integral posible de la partitura, y prácticamente no hay cortes. Éstos son realmente estratégicos y con ellos no se pierde el flujo dramático, actoral y musical de la partitura. Es un trabajo estilÃstico y musical importante, fresco y con una lectura apegada a lo que realmente es el bel canto”, Iván López Reynoso. Fotos del ensayo general: Fabian Cruz.
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