
Por: Roberto Sosa — 22 de septiembre, 2009
Es un espectáculo que conjuga teatro, danza, tÃteres, poesÃa, video y música concreta en un intento transdisciplinario por hablar del dolor indecible del suicida. El dolor de no caber en el mundo, de no encontrar un sitio en él. Una puesta en escena que se inscribe en los discursos contemporáneos del arte en cuanto a la interdisciplina; además es una obra que busca atraer de manera especial a un público joven con una propuesta atractiva tanto en el formato como en el contenido”, Hayde Lachino (Productora ejecutiva).
Una puerta es para entrar o salir, o es ninguna de las dos; en el sillón de un psicoanalista, la mente es el centro de atención. Un viaje a través de la psique del paciente.
Imágenes que se proyectan desde lo más recóndito del cerebro; las sensaciones, los afectos y las emociones. El recuerdo de una infancia es un presente que duele y lastima; en la vida adulta la obsesión sexual domina su pensamiento. Alejandra no encuentra una razón para vivir.
La analogÃa con el personaje de Lewis Carroll (Alicia en el paÃs de las maravillas), es con relación a su existencia vacÃa y transita por un mundo abstracto donde no se encuentra a si misma.
En un espacio sus otros yo, convergen y hablan con ella; de niña recuerda la relación con su muñeca, un juguete que le habla, que le exige, que le pide que la masturbe… Irrumpe en el consultorio del psicólogo en busca de respuestas.
Jugar a morir (Pizarnik en el paÃs de las maravillas), es una historia que tiene como personaje central a la poeta argentina Alejandra Pizarnik, un recuento sobre su vida llena de dolor, angustia y sufrimiento que la llevo al suicidio.
La salida es por la puerta falsa. Cuenta con las actuaciones de Micaela Gramajo, Arnoldo Picazzo, Frida Islas, Florencia Sandoval y Tony MarcÃn, bajo la dirección de Gabriel Figueroa Pacheco.
Escrita por ZarÃa Abreu, la obra es un espectáculo multimedia con elementos que juegan en la mente de la poeta, para ser proyectados en la escena teatral, en un ejercicio imaginativo que pone al espectador en un mundo lleno de letras, donde se leen rasgos caracterÃsticos que conformaba el mundo de Alejandra, por el cual transita su mente enferma. El psicoanalista se adopta como un conejo desde la visión patológica de la protagonista.
En el escenario del Teatro Julio Prieto el surrealismo se manifiesta desde el subconsciente para presentar un trabajo complicado en el desarrollo de Jugar a morir, el director toma los elementos para conformar una perspectiva de lo que fue el mundo en el que vivió la escritora antes de fallecer.
Un universo emocionalmente enfermo y que es interpretado por cuatro mujeres que representan las diferentes etapas en la vida de Alejandra Pizarnik. La existencia del ser humano y su paso por esta vida, no es sencilla, la salud no debe ser solo fÃsica, es importante la salud mental y emocional.
En el mundo que conforma el cerebro humano, existen complejos caminos, en un contexto que lleva a demasiadas personas a perderse en estos laberintos y no encontrar una salida. El espacio teatral refleja con éste lenguaje escénico, los intrincados senderos de la psique de una mujer.
La escena se conforma con el pensamiento de Alejandra, Figueroa Pacheco toma este texto para desarrollar una idea que transige el trabajo realizado a través de los interpretes de Jugar a morir; un conjunto de elementos con los cuales el público hará la lectura correspondiente desde su particular punto de vista… desde la patologÃa de cada uno de nosotros. Fotos: Arturo GarcÃa Campos
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Buen dia.
Quisiera saber si esta obra tendra temporada este año o si la compañia tiene alguna otra puesta en escena.
Saludos.