Por: Miguel G. Calero — 17 de enero, 2019
“MarÃa Moliner -para decirlo del modo corto- hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana. Se llama Diccionario de uso del español, tiene dos tomos de casi 3.000 páginas en total, que pesan tres kilos, y viene a ser, en consecuencia, más de dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y -a mi juicio- más de dos veces mejor”, Gabriel GarcÃa Márquez.
La CompañÃa Nacional de Teatro presenta, para todos los hispanohablantes y extranjeros que se sirvan de nuestro maravilloso idioma, El Diccionario. Escrita por Manuel Calzada y dirigida por Enrique Singer, tenemos ante nosotros una apasionante historia de resistencia y exilio interior. “MarÃa Moliner”, representada por Luisa Huertas, fue sin duda una de las mujeres más admirables en la resistencia a la dictadura franquista española; en silencio y desde su banquillo escribió una obra emancipadora, demostrando que por más oprimido que esté un pueblo, el lenguaje siempre nos ofrece una salida, una victoria y una palabra liberadora.
La historia se presenta en distintos tiempos del siglo XX, alternando momentos en la vida de Moliner. VÃctima de una severa y progresiva pérdida de la memoria, la mente de Moliner lucha por construir, criticar, ordenar y vivir, desde la definición de las palabras, su realidad.
Es entonces que el discreto y profundo diseño escenográfico (a cargo de Auda Caraza y Atenea Chávez Viramontes) nos revela que el padecimiento de la bibliotecaria comienza una carrera, la existencia del Diccionario del uso de la Lengua corre peligro, pues la mente de su autora se convierte en una pared de recuerdos que se cae poco a poco, y su mundo ordenado se comienza a ver como un caótico desván.
La intimidad con las palabras hacen de la vida una constante y titánica tarea para Moliner. Su trabajo nos recuerda que el mundo no siempre debe ser llamado como lo dictan los gobernantes, nos invita y llama a pelear desde las trincheras del lenguaje, donde todos deben tener cabida, algo muy patente hoy, cuando tantos conceptos están en medio de una batalla por los derechos humanos, “Un diccionario debe ser una herramienta de todos y para todos, ese es su lÃmite y su grandeza” Moliner.
“MarÃa Moliner lo escribió en las horas que le dejaba libre su empleo de bibliotecaria, y el que ella consideraba su verdadero oficio: remendar calcetines. Uno de sus hijos, a quien le preguntaron hace poco cuántos hermanos tenÃa, contestó: ‘Dos varones, una hembra y el diccionario’. Hay que saber cómo fue escrita esta obra para entender cuánta verdad implica esa respuesta” Gabriel GarcÃa Márquez.
En una lectura de género, la dramaturgia enfatiza con justicia una vida de dedicación y lucha, “Sólo los dotados de la fuerza necesaria terminan la ruta emprendida” (Fragmento), dice su esposo a MarÃa. Lamentable fue que el ser mujer y republicana, le cerrara las puertas a Moliner en los altos vuelos intelectuales y en su vida polÃtica personal… “Ninguna verdad vale lo que un hijo” (Fragmento), dice MarÃa el dÃa que tuvo que quemar sus jóvenes obras por miedo a ser escarmiento de la dictadura, cuando tuvo que presentarse como española sumisa del generalÃsimo.
El establecimiento de relaciones que Enrique Singer propone desde l dirección de escena, revela a una mujer vulnerada en ideales, trabajo, sociedad y desarrollo; una mujer que logra vencer en su obra magna toda dificultad, ella será libre en sus palabras y sus adentros “Mi trabajo es la única honestidad que me han dejado guardar”, (Fragmento).
Con las actuaciones de Eduardo Candás, Israel Islas, Óscar Narváez, Antonio Rojas, Roberto Soto y Luisa Huertas, El Diccionario nos abre las puertas al mundo de las palabras, a través de la vida de una mujer que resistió a toda barrera de su tiempo y a los lÃmites sociales de un oscuro episodio en la historia Española.
El exquisito vestuario, que nos recuerda melancólicamente a la España de mediados de siglo, fue producto de Estela Fagoaga. La correcta composición de iluminación de VÃctor Zapatero y la música original Maricela Estrada encajan con el valiente y conmovedor motivo, el argumento, recordar la vida de una mujer que llena de esperanza ante escenarios represivos.
Es emotivo considerar a Luisa Huertas, quien sin duda se lleva toda nuestra atención en su actuación, como una homologa de MarÃa Moliner. Dos artistas, dos mujeres que regalan su preciado trabajo a un mundo herido en tantos frentes.
El Diccionario se presenta de jueves a domingo, hasta el 3 de febrero, en la Sala Héctor Mendoza sede de la CompañÃa Nacional de Teatro, (Los Informes y reservaciones serán únicamente a través de públicos.cnteatro@inba.gob.mx), una obra que nos recuerda vehementemente que la libertad y la resistencia, el arte y la lucha, han tenido a mujeres ilustres de las que debemos seguir aprendiendo. Fotos: Sergio Carreón Ireta.
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Excelente obra, nos mueve a la reflexión sobre los anglicismos que se han filtrado a la hermosÃsima lengua castellana, como bien señala Miguel G. Calero. Nos preguntamos entonces: ¿Cómo podemos usar palabras como “random” o “dude”?