
Por: Nina Ines Jung — 9 de septiembre, 2009
El primer fin de semana de septiembre concluyó el XI Festival Internacional Música y Escena con la propuesta Jardines Sonoros en el Laboratorio Arte Alameda.
Como el término “Jardines” implica, los artistas de la obra reconstruyeron un jardÃn vivo –un edén perdido– mediante la programación electrónica de “Fractal Flowersâ€, creado por Miguel Chevalier, programado por Cyrille Henry.
Se trata de una instalación interactiva que es sensible a sonidos, alientos y movimientos. En una mega pantalla se reprodujeron flores animadas por computadoras que con cada sonido del flautista François Daudin Clavaud se movÃan en un ritmo hipnotizante.
El ambiente que crearon los artistas en este espectáculo se describe mejor como “realidad virtual interactiva†en el cual Leon Milo –compositor, percusionista y diseñador sonoro– se encargó de las percusiones y las computadoras.
Daudin Clavaud y Milo expusieron experiencias musicales y composiciones complementarias, que mostraron en esta combinación creativa entre música (flauta), naturaleza (flores) y animación digital (computadoras).
Basada en la historia popular de La Leyenda de los Volcanes, de la cual sólo se retomaron tres partes representadas a través de tres elementos diferentes: el Sol, la Luna y la Tierra. El elemento Sol es el primer apartado de la obra y representa la historia del personaje masculino, Izcozaudequi, hijo del sol Tonatihu. En el segundo apartado, Izcozaudequi se entera que existe otro mundo aparte de su reino Teocozauco. Asà es cómo descubre los Jardines de Tenocacihuatl, patria de Coyolxauhqui, hija de la Luna Meztli y personaje femenino de la obra.
El elemento Tierra simboliza el mundo al que Izcozaudequi y Coyolxauhqui huyen juntos. Los dos quieren saber sobre la vida en el mundo que Dios creó lejos de su universo. Decididos a conocer ese mundo comienzan su viaje. Al estar ahÃ, se dan cuenta que todo es muy diferente, tan lejos de su cielo, sus jardines, nada comparable con lo que conocen. Aun cuando la leyenda es más larga, en el caso de Jardines Sonoros termina en este acto.
Cada componente incorpora otro concepto de colores. Con el cambio de cada parte se cambia el color del fondo de la pantalla: primero en amarillo, concordando con las rayas del sol.
Después en azul, como el cielo anochecido, y al final en amarillo-azul, mezclando los dos ambientes.
El reino de Izcozaudequi se presenta con flores de oro, el reino de Coyolxauhqui con flores de plata. Cuando se encuentran en la tierra ya no existe ni oro ni plata. El mundo “normal†tiene campos de flores multicolores.
Los Fractual Flowers cambiaron de colores con cada movimiento y crecimiento. Tienen una doble función: por un lado crear el ambiente del jardÃn y por el otro figurar a los personajes de la obra, Izcozaudequi y Coyolxauhqui.
Otro componente importante es la música. En cada apartado hay una parte introductiva similar, pero cada elemento está dominado por la improvisación con otro tipo de flauta como la traversa baja y de bambú.
De todos los enfoques que pueda tener esta leyenda, los creadores de Jardines Sonoros escogieron tres apartados para contarnos la historia de amor de dos personajes dispuestos a dejar todo para estar juntos.
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