Marta Luna: entre la risa y el llanto la política en un juego de cabaret

Por: Miguel G. Calero — 24 de mayo, 2018

Encabronados dibuja a los grupos sociales, las situaciones, acciones y tristes elecciones en las que todos nos vemos envueltos irremediablemente…

No es desconocido para nadie que México atraviesa una dura crisis de valores, de finanzas, de inseguridad y, sobre todo, de un sistema político y burocrático donde la corrupción es el lubricante social que ennegrece la difícil vida de los mexicanos y socava por completo el ideal de justicia, paz y democracia en nuestro país.

Y por supuesto que el teatro no es ajeno a esta realidad que día con día atañe a una sociedad que así como se queja de esta situación, también gusta de encontrar en el divertimento un escape. Y en los escenarios del arte teatral, no hay mejor género que el Cabaret para entrar al mundo enmascarado de la política mexicana y así queda asentado en Encabronados.

Marta Luna, como directora de este juego escénico, revela el progresivo aumento de inconformidad y molestia social a causa de la detestable política mexicana; un descontento definitivo que llega al enojo y hasta el encabronamiento de todos en este país.

Basada en el libro del mismo título escrito por el periodista Julio Hernández Astillero -quien recibió en 2017 la medalla de la fundación John Reed por su trabajo periodístico-, la dramaturgia de Lenin Calderón aborda con certeza una a una estas problemáticas, así se ocupa la comedia y la risa cuando el acto es cínico, pero la seriedad y la solemnidad cuando el acto es trágico.

Así, la trama de Encabronados es guiada por un naco-cholo con pronunciado acento chilango, quien nos lleva tensados entre dos alternativas: la sorna o el lamento. No importa mucho pues el resultado final es el mismo: los mexicanos ya están encabronados.

En palabras de Hernández Astillero, es una nueva realidad que va más allá de la visión personal: “Brinca uno [al ver la obra] al leer lo que escribe en silencio y en su casa… es lo que escribes en una sola dimensión. Es como un papel en que escribes las cosas, cuando las ves ya representadas con vivacidad, con gestos, con acentos y con todo, dices: ¡Qué cambio! ¡Qué fuerza! ¡Qué dinamismo! Estoy muy contento con la versión que hicieron”.

Es la emoción de Astillero, esa que con el teatro han cobrado sus letras, es la fidelidad a la idea original, respetadas con especial cuidado por la adaptación dramatúrgica de Lenin Calderón, es ese texto que dirigido por Marta Luna, además de ser agudo es tenaz y certero.

Este equipo de creadores, periodista, dramaturgo y directora brindan al texto literario una riqueza excepcional: lo duro de la realidad que el periodista atestigua, la estética inherente de las letras dramáticas que sostienen ese testimonio con fidelidad y belleza y la increíble labor de tramado y dinamismo que la directora logra en la escena, pese a un ajuste de tiempos y contenidos, para hacer de esta obra un trabajo integral, agudo y bello.

Encabronados nos recuerda que el teatro, desde su origen en el ágora hasta el día de hoy, sostiene una importante labor social de crítica y denuncia ante la evidente decadencia política.

El escenario y las máscaras son las armas de estos valientes artistas y pensadores que nos regalan su grito de denuncia y sus destellos de esperanza.

En una producción de la compañía Telón de Boca y de la mano del equipo directivo y actoral, Encabronados representa una pieza fundamental para nuestro tiempo. Miriam Calderón, Ernesto Coronel, Javier Escobar y Roberto Sosa representan los multifacéticos personajes que lográn que cada acto viva a través del género de cabaret, el uso de máscaras, de risas y llantos, de ironías y cinismos. Así, la obra adquiere movimiento y color.

La iluminación de Arturo Nava y el diseño escénico de Ulises Palatto también tienen un papel fundamental para la constante relación de emociones y sentimientos que producen los actos: una estafa, un pleito, un soborno, una campaña de elección popular, desaparecidos, violaciones y asesinatos silenciosos…

Cada momento, cada cuadro ha sido cuidado y detallado con especial interés para que no se pierda la coherencia. En suma, es una de las grandes virtudes de este modelo teatral.

Encabronados se está presentado los lunes y los martes (hasta el 19 de junio) en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, una invitación obligada, en tiempos como los nuestros, para que todos los amantes del buen teatro vean esta obra que sirve de refugio y trinchera para los que luchan, para los que sueñan… Fotos: Jorge Vargas.