
Por: Colaborador Invitado — 23 de junio, 2009
Ganó el Premio Danzante, al Mejor Cortometraje Iberoamericano, con el cortometraje 40ª a la sombra, en el que trabajan egresados del CUEC
Con el cortometraje 40ª a la sombra, el cineasta y dramaturgo Flavio González Mello, profesor del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), ganó por unanimidad el Premio Danzante en el Concurso Iberoamericano de Cortometraje del XXXVII Festival Internacional de Cine de Huesca, España.
40ª a la sombra es una coproducción del Instituto Mexicano de CinematografÃa (IMCINE) y el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos. El filme que carece de diálogos, cuenta con la participación de un solo actor (Rodrigo Murray) y se desarrolla en un desierto que cobra vida como un personaje más de la historia. La cinta compitió con otros cuarenta trabajos de realizadores provenientes de 28 paÃses.
El jurado del Concurso Iberoamericano estuvo compuesto por el director y productor chileno Edgardo Viereck; la actriz cubana Laura de la Luz; el director y guionista Borja Cobeaga; el profesor de historia y teorÃa del cine Roberto Cueto y Guadalupe Ferrer, directora general de Actividades Cinematográficas de la UNAM.
Debido a que el Festival Internacional de Cine de Huesca tiene un acuerdo con la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (Academy of Motion Picture Arts and Sciences) de Estados Unidos, el filme pasará automáticamente a la selección internacional de donde se elige la terna para la categorÃa de cortometraje de los Premios Oscar.
Profesor de guión y dirección cinematográfica en el CUEC, escuela de la que también es egresado, Flavio González Mello consideró que el Festival de Huesca es un espacio de competencia muy importante porque reúne a creadores de muchos otros festivales; de ahà que el premio otorgado por unanimidad cobre mayor significado para el equipo de creativos, en su mayorÃa egresados del CUEC.
González Mello agregó que otra de las ventajas del premio radica en que la cinta tendrá una plataforma de proyección muy importante y la oportunidad de ser vista por un mayor número de personas en el mundo.
Entre la realidad y el espejismo
Ganador de la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, Flavio González Mello comentó que cuando preparaba el guión del cortometraje deseaba enfrentar el reto de contar una historia de principio a fin sin utilizar diálogos y con un solo actor. Para el dramaturgo (1822, el año que fuimos Imperio), acostumbrado a escribir extensas obras de profusos diálogos, representaba una exigencia mayor encontrar una manera alternativa de diálogo.
40ª a la sombra trata de un hombre cuyo automóvil se descompone a mitad del desierto y ahà empieza a perder la frontera entre la realidad y la apariencia. “Me interesaba explorar esa frontera. Ahà es donde creo que el corto, aunque se desarrolla en un ambiente lejano, tiene que hablar sobre un problema que enfrentamos todos los dÃas. Finalmente creo que todos nos movemos atraÃdos, como el personaje del corto, por espejismos laborales, amorosos, polÃticos y la idea era hacer una metáfora sobre estoâ€.
Otro de los retos del realizador fue filmar en el desierto -el corto se filmó en el desierto de Torreón, Coahuila y en Veracruz-, al que percibÃa como un valor visual de la pelÃcula pero sobre todo como un escenario que puede expresan muchas cosas. “Yo querÃa trabajarlo como un personaje y asà lo construimos.â€
Como el cineasta se propone cada vez formas alternativas para abordar sus proyectos, en este filme el tratamiento visual también es distinto. Por primera vez filmó en 35 milÃmetros y para hacer que el desierto cobre vida utilizó secuencias con más movimientos de cámara combinados con planos de absoluto estatismo, casi pictóricos.
Para que la pelÃcula tuviera suficiente atractivo en todo momento y el espectador no extrañe el dialogo, las tomas tienen muchos referentes pictóricos del impresionismo, de cuadros de Sorolla.
Con la participación de los fotógrafos egresados del CUEC: César Gutiérrez e Iván Hernández, asà como la del actor Rodrigo Murray y del diseñador de la banda sonora Daniel Hidalgo, Mello se dio a la tarea de concebir al desierto como un personaje que el espectador tenÃa que sentir casi como de carne y hueso.
“En ese sentido le dimos al desierto una serie de atributos, analizamos su comportamiento exactamente como si fuera un personaje interpretado por un actor. Lo construimos a partir del uso de la cámara, de los encuadres, de las reacciones del actor y en buena medida del trabajo de la banda sonora. El diseño sonoro fue fundamental para poder dar esta sensación de que el personaje no estaba cruzando un lugar sino que estaba, digamos, adentro de un espacio vivoâ€.
El reto era observar cuántas maneras de retratar a un hombre en un desierto existen ya que es un lugar que para donde se voltee es exactamente igual. “La pelÃcula tiene muchos planos, alrededor de 100. Fue una labor constante de ir construyendo y tratando de que siempre hubiera una novedad, ubicar la cámara en puntos de vista inesperado que rompieran un poco la narrativa más funcional, más convencionalâ€.
Sobre el diseño de audio y la música González Mello explicó que se realizó minuciosamente y está compuesto de cientos de pequeños sonidos que juntos pueden generar una atmósfera onÃrica, de que el desierto está vivo y puede despertar en cualquier momento.
“Por un lado son los sonidos del desierto, pero sobre todo tienen que ver con lo sonidos que harÃa un ente vivo. De cómo plantear la respiración del desierto, cómo se moverÃa, los sonidos que producirÃa y tuvimos que inventarlos porque obviamente no era nada fácil, es bastante abstracto el planteamientoâ€.
El cineasta afirmó que le interesa el cine como el retrato de un aspecto de la condición humana y como un espacio para contar historias, “Ese es el cine que me interesa y el cine narrativo. Su narrativa es lo que a mà me atrajo, es en lo que yo trabajo. Generalmente soy yo el que escribe los guiones. Me interesa plantearme una propuesta audiovisual y llevarla hasta sus últimas consecuencias, de principio a finâ€.
Flavio González Mello obtuvo su primer reconocimiento en el ámbito cinematográfico: el Ariel al Mejor Cortometraje de Ficción, en 1996, por la pelÃcula: Domingo siete, de la que es guionista y director. En el ámbito teatral González Mello ha alcanzado gran éxito con obras históricas como: 1822, el año que fuimos imperio, Lascurain o la brevedad del poder y Olimpia 68.
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Alguien sabe donde puedo ver ese cortometraje… lo he buscado por la red y aun no lo encuentro…
Me gustaria mucho verlo.. siempre ees bueno apoyar el buen cine mexicano.
^___^ si alguien sabe algo.. porfavor avise
hola que tl mi nombre es edgar y meustaria saber s hay lgun correo direccion electronica donde pudiera escribirle al escritor flavio mello yaque bueno estudio e colegio de bachillres palnel 19 ecatepc en el estdo de mexico y bueno estamos conursando en el XVIII festivl nacional universitario de teatro con la obra “1822 el ño que fuimos imperio” y la verdd a plntel 19 como mis compañeros nos gustaria que asistira a la funcion estas seria en el mes de julio o agosto esperando un apront respusta les agradesco