
Por: Josué Romero — 12 de septiembre, 2017
Cuenta la leyenda que el espectáculo de la improvisación la inventaron unos actores canadienses desempleados, no sabemos si es porque llegó el gélido invierno o porque se les acabo el contrato unos meses antes, pero, de alguna manera ya sea por el ocio o por la desesperación del hambre, fue que empezaron a “improvisar”. La verdad es que quién lo sabe no está aquà para contarlo, pero ese juego que se inventaron empezó a conquistar al público y voilà … el teatro se abrió al arte de la improvisación.
En nuestro paÃs la llegada este género estuvo menos trágico, el por qué se puede acreeditar a dos situaciones. La primera fue el “aguante” que se cargaba Héctor Bonilla, quien en aquellos tiempos se puso una borrachera de antologÃa con el creador de este juego escénico en Canadá, un tipo muy simpático que ante tremendo “fiestón” le cedió todos los derechos. La segunda fue que aun cuando en nuestro paÃs no tenemos inviernos tan gélidos como en aquellas tierras, este espacio de entretenimiento y reflexión gustó y llegó para quedarse y conquistar al público.
Gracias a ese tan tÃpico y tan mexicano discurso del “bla, bla, bla” y varios “salud y hasta el fondo”, hace unos cuantos años se fundó la legendaria Liga Mexicana de Improvisación (LIMI), la primera compañÃa teatral estable y de repertorio dedicada a presentar, difundir, enseñar y promover el hoy tan socorrido género de la Impro.
Fue asÃ, que en los principios del nuevo milenio surgió la mÃtica Trattaria d’improvizzo, como grupo residente del Centro Cultural Helénico, y pronto ofrecierón su primera temporada, que según cuenta la leyenda –sà queridos lectores de Interescena, una más de tantas historias en los entretelones capitalinos– fue la madre y el origen de todos los espectáculos de Impro en nuestro paÃs y, ahora, tras unos cuantos años de ausencia, vuelve a abrir sus puertas en el Foro Shakespeare para experimentar platillos exóticos y sublimes, elaborados al momento y con gran agilidad (la mayorÃa de las veces, no siempre).
Si se reencontraron Kabah, Menudo, Timbiriche y otros tantos, por qué Once Once Producciones habrÃa de abstenerse para organizar a aquellos meseros de la Trattaria d’improvizzo que en la actualidad son ¿chefs? Porque déjenme decirles que el tiempo lejos de hacer estragos en estos pioneros del arte de la improvisación, ha sumado tablas y experiencia para este tan esperado reencuentro, donde el mismo grupo de actores regresa por sus fueros.
Es en este 2017 que la leyenda llega de nuevo, aquella que se empezó a cocinar hace quince años: el delirio de un espectáculo inesperado tanto para el público como para la comunidad teatral.
Asà que ya se sabe, la Trattaria d’improvizzo se reintegra con el elenco original y, como dirÃa mi abuelita “gallina vieja hace buen caldo”, pues si bien en el pasado eran jóvenes promesas del teatro, hoy son sólidas y prestigiadas figuras de los escenarios. Hoy, son los grandes histriones de la escena teatral y sino, sólo “échenle un ojo” a los nombres: Carlos Aragón, Haydée Boetto, Alejandro Calva, Ãngel Enciso, Carlos Corona, Ricardo Esquerra, Carmen Mastache, Juan Carlos MedellÃn, Julieta Ortiz y Juan Carlos Vives.
Y por si fuera poco, además del elenco, Alberto Lómnitz y Fernando Bonilla son los directores y anfitriones de esta cocina italiana, dos muy acreditados hombres de teatro que tienen la sencilla, pero muy complicada tarea de impedir que el ritmo, la atención y el delirio no decaigan, en términos más coloquiales que el “engrudo no se les haga bolas” y presentar al respetable espectador un exquisito menú de cinco tiempos donde la Impro será un verdadero agasajo al sinsentido.
Algunos dirán que la mesa esta puesta para degustar diversas improvisaciones que surgen del público a partir de una supuesta y divertida carta o menú culinario. A nuestro parecer solo queremos decirles que no en cualquier lado se “cuecen las habas”, pero en la Trattaria los buenos actores practican con soltura la Impro y transforman los ingredientes más sencillos en suculentos platillos.
La leyenda de la Trattaria de la d’improvizzo, como si se tratará de un “remake”, continúa todos los miércoles (hasta el mes de noviembre) en el Foro Shakespeare y el asistir a cualquien función, el elenco y el ingenio promete, como dirÃa aquél viejo refrán: “Al hablar, como al guisar, su granito de sal” o por qué no, “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”…
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