
Por: Claudia Magun — 23 de julio, 2017
“La danza es el territorio disciplinario del cual surgimos, pero casi de manera inmediata entendimos que nuestro interés en la escena estaba directamente relacionado con aspectos que formaban parte de otros ámbitos del conocimiento y territorios de la expresión, como el cine, la música, la plástica y la tecnologÃa…”, Benito González.
Quiatora Monorriel, considera su trabajo como “un espacio para difundir a través de manifestaciones corporales lo obtenido en el proceso de investigación”. Esta sentencia, define la creación de Evoé Sotelo y Benito González, quienes como cabeza de este ensamble sonorense tienen como objetivo “hacer de la danza una reflexión que transmita sus motivaciones e investigaciones estéticas, formales e intelectuales. Un proceso que al final se comparte con el espectador”.
“En nuestros inicios querÃamos jugar y divertirnos con el cuerpo y asà conseguir un sentido ilógico y contundente que llamara al espectador. Hoy, dos décadas y un lustro después, cada obra nos ofrece la oportunidad de profundizar en nuestras inquietudes artÃsticas exponiendo el cuerpo como centro de la discusión”, Evoé Sotelo.
En una muestra que resume 25 años de ser partÃcipes del ámbito dancÃstico en los escenarios de la danza, Quiatora Monorriel presenta dentro de la Temporada de Danza Contemporánea 2017 –que celebra el INBA–, el programa QM/Retro, una compilación de danzas cortas que proyectan trayectoria y estilo a partir de una selección que sintetiza pasado y presente en la escena coreográfica.
“Nuestro mayor reto sigue siendo el mismo que hace 25 años: mantenernos como un proyecto directamente relacionado con la investigación de los potenciales expresivos y discursivos del cuerpo escénico en un contexto de consumo capitalista del arte definido por una lógica unificadora de criterios. Lo importante no es el qué, sino el cómo”, Evoé Gonzáles.
“Las coreografÃas seleccionadas para esta ocasión tan especial ilustran la trayectoria de nuestro trabajo”, afirmó Benito González acerca del programa que incluirá en esta representación en el Palacio de Bellas Artes, se trata de una antologÃa que descubre el trabajo de investigación en relación con el lenguaje corporal, la conceptualización del uso del espacio y el tiempo escénico, asà como la relación entre el movimiento y la sonoridad, y el abordaje de la composición coreográfica más allá del territorio dancÃstico.
“Cada proyecto nuevo va enfocado en la manera en la que mostramos al espectador la investigación antes concluida, sin centrarnos en un tema en concreto. En ese cómo que devela el qué. Ese es el motor de trabajo con el que Quiatora Monoriel ha funcionado desde sus inicios”, Benito González.
“Nuestro mayor orgullo es que, al paso de 25 años, seguimos construyendo ideas juntos, en complicidad con muchÃsima gente realmente valiosa, solidaria, inteligente, sensible, crÃtica y muy divertida. Creemos que el mayor valor de nuestro trabajo reside en los procesos de pensamiento, discusión, investigación y experimentación que suceden alrededor de cada nuevo proyecto”, Evoé Gonzáles.
Las obras que el público podrá apreciar en esta presentación que se lleva a cabo el lunes 24 de julio en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, son: Viva (fragmento, 1992), Verde del Avispón Verde (1993), Tápate un ojo (1993), Dorita mala (fragmento, 1994), Aleación andrógina (1995), DÃa de azulejos (1997), Dagobah (2001), Sombrero de cinco picos (2002), Nico (fragmento, 2003), Paisaje para Evoé (2009), Metabolisma (2014) y Estoy cansancio (1992).
Doce propuestas que van desde sus primeros trabajos hasta sus creaciones más recientes y en su total sintetizan “un cuarto de siglo de mantener un proyecto escénico involucrado en una investigación corporal relacionada con la danza, pero no ligada de manera absoluta, ni única, ni inequÃvoca a ella”, Evoé y Benito Gonzáles.
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