Por: Susana Fernández — 11 de octubre, 2016
“Romeo y Julieta es una propuesta para que bailarines y público puedan dialogar a partir de lo que dice el cuerpo, una conversación Ãntima que surge de la danza como expresión escénica y que motiva el contacto humano”, Rodrigo González, director y coreógrafo.
Concebida como una puesta coreográfica que resaltase el movimiento y pusiera el acento en la relación de la danza con la música e historia dramática, tres destacados maestros unieron sus talentos para hacer la relectura de un clásico, Romeo y Julieta en un escenario por demás especial, La Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico
Unidos por la convicción de dar un nuevo aliento al ballet tradicional, Raúl Taméz (Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga 2016), Oscar Ruvalcaba Pérez (miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte) y Rodrigo González (coreógrafo y director general del proyecto), unieron sus visión para proponer una obra que se atreve a correr el riesgo de plantear rupturas, asà como el conocimiento para combinar lo clásico con lo contemporáneo.
A fin de lograr dicho objetivo, los tres creadores hicieron audiciones a más de 200 bailarines de diferentes partes de nuestro paÃs para conformar un ensamble de 25 intérpretes capaces de manejar ambos códigos en escena.
Fue asà que a partir de la pieza de Serguéi Prokófiev, basada en el clásico shakesperiano, la tercia de coreógrafos mexicanos se propuso hacer una obra más atractiva y cercana al público joven.
“Siempre hemos visto a un Romeo y Julieta muy teatral pero poco desplazable, en este caso, respetamos la estructura dramática, asà como a los personajes pero enriquecimos los códigos, hicimos otra búsqueda corporal de este ballet pero comprometiendo más el cuerpo e involucrándolo con una propuesta escénica que provoque el impuso de movimiento”, Rodrigo González.
En este sentido, es importante señalar que si bien se trata de una producción ensamblada a partir de tres visiones distintas, esta idea de Romeo y Julieta se transforma en un montaje donde “es difÃcil saber quién hizo qué”, cómo lo comentó el maestro Oscar Ruvalcaba.
“Este trabajo coreográfico no se lee como piezas de un rompecabezas o como un collage, posee una unidad estilÃstica y coreográfica lo que constituye un gran logro. La versión tradicional del ballet de Romeo y Julieta es verdaderamente larga y la conoce todo mundo, colocarla en este sentido requiere por un lado hacerlo con respeto y reverencia, y por el otro, también con novedad”, Oscar Ruvalcaba.
Dirigida especialmente al público juvenil que no ha tenido un contacto cercano con el repertorio shakesperiano, empero respetando la historia original, la versión de Romeo y Julieta que en esta ocasión se presentará en La Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico (de miércoles a domingo hasta el 21 de octubre) posee elementos que la hacen más cercana a nuestra época.
Es asà que podemos ver por un lado la tradicional fiesta en la plaza de Verona, la declaración de amor que se da en el balcón de Julieta o la sensual noche de entrega entre la pareja de enamorados; y por otro lado, se muestra un Romeo no como un héroe romántico y frágil sino por el contrario, un hombre dominado por la pasión y la sed de venganza cuando ve la muerte de su amigo y confidente, Mercucio.
En definitiva, Romeo y Julieta, protagonizada por los bailarines Alan RamÃrez y Cynthia Hamm es una nueva visión que respetando el argumento acerca al espectador a una historia más acuerdo con las caracterÃsticas de nuestro tiempo y sin falsas expectativa descubre la obra shakesperiana en una particular expresión corporal que logra una amalgama de trabajo coreográfico y estilÃstico, por lo cual no se lee como un collage o un rompecabezas.
Finalmente, si fuese necesario un argumento más del por qué es necesario contemporizar un clásico como Romeo y Julieta, Oscar Ruvalcaba sintetiza.
“Cada época tiene un particular concepto del cuerpo. Hoy por hoy, un cuerpo tan controlado como lo es el clásico es lindo pero ya es una especie de museo, entonces si nuestro objetivo es tocar al público actual es importante hablar su lenguaje. Yo adoro los clásicos, he aprendido mucho de ellos, pero en esta época dancÃsticamente hablando no podemos regresar en la historia. Romeo y Julieta no es una obra de ruptura pero querÃamos llegar a lo contemporaneidad, y ésta es mezcla, revisión, reestructura y es un cuerpo que se mueve”. Fotos: Humberto Romero.
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