Llega a escena Línea horizontal, obra abierta que se desarrolla en medio de una línea recta.

Por: Marcela Chávez — 1 de noviembre, 2006

El pasado 26 de octubre se llevó a cabo la fiesta de lanzamiento del proyecto debut de la compañía Teatro Astillero, Línea horizontal, escrita por Eric Leyton, la cual es considerada una de las obras más importantes dentro de la dramaturgia latinoamericana y que, en nuestro país, contará con la actuación de un elenco de jóvenes figuras todas ellas bajo la dirección de Oswaldo Valdovinos.

El estreno se llevó a cabo en el escenario del Foro Luces de Bohemia, con lo cual se inicia una gran aventura para los integrantes de Teatro Astillero, quienes están formados en diferentes disciplinas, todas ellas enfocadas a partir de una búsqueda a través de imágenes plásticas, sensaciones y música que puedan penetrar en el espectador para emitir sus propias conclusiones.

Ellos son María Teresa Adalid, Iliana Arias Antonio, Noé Iván García y el propio director Oswaldo Valdovinos, quien también es responsable del diseño sonoro. El resto del equipo está conformado por Escena Gráfica Diseño (Escenografía, diseño gráfico y video); e Itzel Casas Bobadillas (Multimedia).

Línea horizontal es una pieza de corta duración, escrita por el dramaturgo de origen colombiano, realizador de cine y televisión, que se inició en la creación de obras teatrales en 1998, algunas de ellas realizadas en México y España, además de su país de origen.

La premisa fundamental de este montaje es lo que Umberto Eco denomina “obra abierta”, como el medio para posibilitar la cantidad de interpretaciones que un mismo hecho puede tener. Si bien una primera lectura confina a los personajes al interior de un diminuto automóvil donde transcurre toda la acción, con las variaciones que planeta el texto y un desenlace abierto, es la lectura entre líneas la que más posibilidades ofrece desde el punto de vista conceptual.

Es una carretera en línea, sin curvas, sin fin, atormentada por las inclemencias del tiempo que avecinan el desastre. ¿Por qué no llevar la acción al desastre mismo? A un accidente automovilístico, donde se deja abierta la puerta a la interpretación personal de cada espectador. ¿Los personajes están en la frontera entre la vida y la muerte?

El deterioro de las relaciones consiste en su costumbre, en una inercia, en tedio, la dependencia de un personaje sobre otro, en la imposibilidad de salir, romper con todo y cambiar de rumbo; sólo es un retrato de precariedad de la comunicación en las relaciones humanas, de las que remataría Samuel Beckett, un fracaso en comunicación personal.

Estén seguros, que Línea Horizontal dará mucho de qué hablar entre el público asiduo al teatro y el que no.