
Por: Claudia Magun — 23 de junio, 2016
“Nadie esperaba que la música clásica fuese un arma de cambio social…”, Gustavo Dudamel.
Uno de los ensambles orquestales que en pocos años ha alcanzado reconocimiento internacional es la Orquesta Sinfónica Simón BolÃvar, sus presentaciones en los escenarios internacionales más prestigiados son todo un fenómeno, su presencia ha sido apreciada en el Teatro Colón de Buenos Aires, el Auditorio Santo Domingo de Bogotá, el Concertgebouw de Ãmsterdam, Royal Festival Hall de Londres, el Palau de la Música de Barcelona, el Anfiteatro de la Sorbona en ParÃs, el Bunkamura Orchard Hall de Tokio y otros tantos foros que avalán la trayectoria de los mejores ensambles orquestales.
A casi cuatro décadas de su fundación, la Sinfónica Simón Bolivar no sólo se enorgullece de sus éxitos, ha sido llevada bajo la batuta de directores de prestigio internacional como Eduardo Mata, Carlos Chávez, Claudio Abbado, Daniel Baremboim, Lorin Maazel, Akira Endo y por supuesto Gustavo Dudamel, quien además es el director artÃstico de este proyecto y el gran impulso de esta iniciativa que tiene como artÃfice al músico venezolano José Antonio Abreu.
Todo este reconocimiento no es nada comparado con sus orÃgenes, ahà es donde radica su excelencia, este ensamble de singular integración surge del sueño de este gran hombre que fundó El Sistema, un proyecto de gran envergadura que constituye la agrupación cúspide del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Un sueño concebido y fundado en 1975 por el maestro venezolano José Antonio Abreu, cuyo propósito desde un principio fue el rescate pedagógico, ocupacional y ético de la infancia y la juventud venezolana, mediante la instrucción y la práctica colectiva de la música. Hoy una realidad que se ve reflejada en una institución que va más allá de las fronteras venezolanas y se hace presente en diferentes partes del mundo, como Esperanza Azteca –de Ricardo B. Salinas Pliego– que hasta hoy ha logrado concretar 82 orquestas sinfónicas y coros en México.
“La música transforma la adversidad en esperanza. Transforma el reto en realización. Me permite dar el salto del sueño a su concreción, a su materialización…”, frase de José Antonio Abreu, incluida en el libro Venezuela sembrada de orquestas de la periodista Chefi Borzacchini
Los conciertos que la Orquesta Sinfónica Simón Bolivar ofrece en el mundo son todo un suceso, atraen al público que responde con júbilo a sus interpretaciones, asà mismo la crÃtica no se resiste a la carismática personalidad de sus jóvenes integrantes –cuyas edades oscilan entre los 18 y 28 años– y su nivel instrumental, al contrario la señalan como un ensamble de gran calidad interpretativa y excepcional energÃa que ha cautivado a Abbado, Barenboim y Rattle.
Ahora el público mexicano tiene la oportunidad de apreciar al ensamble venezolano en el Auditorio Nacional, mañana 23 de junio, la Sinfónica Simón Bolivar se presenta por primera vez en este magno escenario bajo la batuta de Diego Matheuz, un músico de gran personalidad (nacido en 1984 en Barquisimeto que comenzó sus estudios musicales en el Conservatorio de Música Jacinto Lara de su ciudad natal y los continuó en la Academia Latinoamericana de ViolÃn con el maestro José Francisco del Castillo y finamente fue formado en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Actualmente es considerado uno de los talentos de la dirección orquestal más prometedores de América, su debut internacional como director de la Orquesta Sinfónica Simón BolÃvar de Venezuela tuvo lugar el 14 de marzo de 2008, en el prestigioso Festival de Casals de Puerto Rico. Desde 2009 es director principal invitado de la Orquesta Mozart y desde septiembre de 2011 director principal del Teatro La Fenice de Venecia. En 2013 fue designado director principal invitado de la Sinfónica de Melbourne, Australia.
A lo largo de su trayectoria ha participado con muchas de las grandes instituciones, como la Philarmonia y la Royal Philharmonic de Londres; además, ha sido director invitado de la Filarmónica de Israel, la Orquesta Radio de Frankfurt, la Filarmónica de la Radio de los PaÃses Bajos, la Orquesta Nacional de Bordeaux, de las Orquestas Filarmónicas de Hamburgo y de Estocolmo, sólo por mencionar algunas de las muchas instituciones que lo han convocado. En octubre de 2010 Matheuz debutó profesionalmente como director de ópera dirigiendo Rigoletto en el Teatro La Fenice.
Para este concierto de la Sinfónica Simón BolÃvar en el Auditorio Nacional, Diego Matheuz ha diseñado un programa donde el público podrá escuchar la Suite Margariteña del compositor venezolano Inocente Carreño, la SinfonÃa India del compositor mexicano Carlos Chávez y la SinfonÃa No. 1 Titán del austriaco Gustav Mahler.
Una presentación donde además de disfrutar la música, se podrá apreciar el talento de los jóvenes músicos que integran este proyecto que podrÃa tener como moraleja una de las frases que se acuñan en la entrevista que el periodista Jesús Mantilla le hizo –en enero de 2008– a Gustavo Dudamel para El PaÃs: “Nos enseña a tener esperanza, a soñar en lo que se puede conseguir. Nos enseña humildad y ayudar al prójimo, enamorarnos de la música y de quienes nos rodean”.
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