
Por: Arturo Carrasco — 30 de marzo, 2016
Siempre es para congratularse que una ciudad como nuestra gran Capital como es México, una de las principales urbes del mundo, con todos los problemas que enfrenta no deje de lado a la cultura o al menos sus habitantes no lo hagan, tal como lo demuestra la apertura del Tintero de los ironistas.
Un nuevo espacio de interlocución e intercambio de creadores escénicos, fundado por la dramaturga Mariana Hartasánchez, ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2009, quien junto a su compañÃa Sabandijas de Palacio busca hacer de esta sede un nuevo modelo de producción escénica, que no sólo rompa con la parafernalia escenográfica, también sirva de espacio para el desfogue artÃstico de varios creadores ávidos de dar a conocer sus propuestas escénicas.
Uno de estos hacedores de teatro, que la verdad no pudo tener mejor espacio para presentarse, es Xavier Villanova quien presenta con gran éxito una segunda temporada de A espaldas del mundo, una obra que no sólo fue escrita y dirigida por Villanova, sino que también es actuada por el mismo en compañÃa de Laura Camés, quien además de compartir créditos con el autor, también participa en la dirección.
A Espaldas del Mundo se publicó en la edición 62 de la revista Paso de Gato y fue llevada al teatro por primera vez en 2015 en el Foro El Bicho, ahora se presenta en el Tintero de los ironistas, una nuevo ciclo que sin perder la esencia de la obra aprovecha el escenario para generar un estrecho contacto con el espectador un vÃnculo de intimidad entre éste y el actor.
Esta pieza teatral nos relata la historia de dos personas, Magdala una creyente evangelista que ya no cree en Dios, quien un dÃa cualquiera mientras tocaba puertas para hablar de nuestro Señor se encuentra con Eduardo, un matemático virgen, sumamente extraño, retraÃdo y antisocial. En medio de su plática sobre Dios y la fe, el espectador descubre un diálogo sobre el sexo, las relaciones humanas y la vida, no sólo sus fantasÃas y miedos, también sus deseos y lo vulnerable que se encuentran ante un mundo en el que ambos no han logrado encajar.
Esta afinidad que se genera a partir de la miseria que comparten en un mundo que los ha abandonado, los lleva a tomar una decisión precipitada: emprender un viaje juntos que terminará conduciéndolos a un lugar que no saben claramente cuál es, pero al cual quieren pertenecer.
A Espaldas del Mundo es un montaje que además de exponer la soledad que identifica al ser humano, toca también otros puntos que hacen que el espectador no pierda detalle de cada momento que ocurre en la escena. Por un lado, expone una visión racional donde no cabe lo mÃstico o la credibilidad, por el otro, expresa la necesidad de creer en algo, no importando si es en un dragón o cualquiera que les brinde serenidad, pero siempre en busca de algo en que creer.
Se trata de visiones simbólicas que se separan en el escenario, apartadas por una carretera que divide dos mundos, pero también las une por medio del realismo mágico que existe y que se da a conocer a través de las palabras, el lenguaje corporal y algunos elementos visuales y sonoros que van experimentando los personajes a lo largo de su travesÃa hacÃa la nada.
A Espaldas del Mundo termina temporada el próximo sábado 2 de abril en El tintero de los Ironistas (Avenida Cuauhtémoc 875, Col. Narvarte, a un costado de Metro Eugenia), una obra que vale la pena ver si se quiere reflexionar sobre qué camino podemos tomar para encontrar la felicidad o, simplemente, si se quiere pasar un buen rato.
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Esta puesta regresa a partir del 3 de febrero en el Foro Shakespeare, Espacio urgente 2.