
Por: Claudia Magun — 12 de marzo, 2016
“El Festival es un reflejo de la diversidad de nuestra cultura, en su curadurÃa y su organización es una fiesta de los ciudadanos donde el espÃritu de Shakespeare y Cervantes se hacen presentes al conjugar el extraordinario valor patrimonial del Centro Histórico, en sus palacios, iglesias y edificios que abren sus puertas durante estos dÃas para albergar espectáculos provenientes de diferentes partes del mundo”, Rafael Tovar y de Teresa.
Con el concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) dirigida por el austriaco Johannes Wildner, ayer viernes 11 de marzo se inauguró el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, una Noche de Gala que reunió a diferentes protagonistas de la sociedad para celebrar este encuentro de las artes en la Ciudad de México…
Aun cuando el Festival no pasa por sus mejores momentos –a causa de las condiciones económicas y recortes presupuestales que padece el paÃs, incluyendo los proyectos culturales–, gracias a la regencia de los organizadores se disfrutó de una gala orquestal maravillosa que celebró la literatura inglesa y española en conmemoración de los aniversarios luctuosos de Shakespeare y Cervantes Saavedra.
“Hace 400 años hubo un fundamento, una unidad fundada por ellos, porque crearon figuras o modelos tÃpicos de hombres y mujeres que significaron nuestras emociones, desde la alegrÃa y el amor, hasta los celos y los deseos. Esos arquetipos de sentimientos sirvieron de modelos para que todos los artistas posteriores exprimieran sus ideas. AsÃ, fueron capaces de convocar, e inspirar, a compositores tan disÃmbolos como Tchaikovski, Strauss, Rossini”, declaraba Johannes Wildner en la conferencia de prensa que se llevo a cabo después del ensayo con la OSN.
AsÃ, para festejar los 400 años de la muerte del genio de las letras inglesas, William Shakespeare, la OSN inició con la Obertura de Otelo, dirigida por Johannes Wildner, un encuentro con la música de Gioacchino Rossini y el Moro de Venecia, el antihéroe cuya figura es el emblema de los celos.
“La descripción del alma de la figura literaria que describe Rossini, siempre mirándolos desde distintos ángulos, viene de las emociones, por ejemplo los celos en Otelo, y eso en todos los paÃses es algo común, son sentimientos universales”, Johannes Wildner.
La segunda interpretación fue otra insigne referencia shakespeareana: Romeo y Julieta, subtitulada Obertura-FantasÃa, terminada por Tchaikovski en 1869, quien realizó una segunda versión de 1880, misma que se escuchó en este concierto de inauguración del Festival Centro Histórico, una obra muy significativa donde el autor ruso retoma la trágica historia de amor para llevarla a una partitura que desata todo el poder de su invención melódica e introduce angustiosas armonÃas fieles al reflejo del cruel destino que deparó a los amantes de Verona.
El programa cerró con la presencia del novel violonchelista Pablo Ferrández –primer español premiado en el prestigioso XV International Tchaikovsky Competition– que nos descubrió su talento en la interpretación del poema sinfónico Don Quijote de Richard Straus.
“Don Quijote, no solamente necesita de un solista que sepa tocar su instrumento sino de un intérprete que sepa manejar su ser y personalidad para describir al personaje en todos sus detalles: Debe dejar su personalidad un poco al lado y adentrarse en la personalidad del hidalgo de Cervantes”, Johannes Wildner.
La actuación de Pablo Ferrández fue muy bien recibida y arrancó aplausos decididos de un público, –hasta de los crÃticos detractores de la OSN– que disfrutó de este poema sinfónico concebido en forma de variaciones, donde el Caballero de la Triste Figura fue evocado por un excelso violonchelo creado por Stefano Scarampella (1800), instrumento que Ferrández trajo a México en lugar del Stradivarius “Lord Aylesford†(1696) que usualmente utiliza en sus presentaciones, gracias al apoyo de la Nippon Music Foundation.
Finalmente, el Festival vio la luz con esta presentación estelar en el Palacio de Bellas Artes, escenario emblema de la cultura en la Ciudad de México, un evento –entre federal, al ser apoyado por la recién creada SecretarÃa de Cultura; estatal, por aquello de que la SecretarÃa del ex DF, hoy es Ciudad de México; y de iniciativa privada por ser promovido desde su formación como una asociación civil sin fines de lucro– que tuvo como preámbulo la bienvenida en el escenario a esta fiesta de las artes por parte de Rafael Tovar y de Teresa, MarÃa Cristina GarcÃa Cepeda, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Eduardo Vázquez MartÃn, Secretario de Cultura de la Ciudad de México y Fernando Estrada, presidente del Patronato del Festival, y Sergio Vela en alguna butaca de Bellas Artes.
Una noche para recordar que la cultura es base de cualquier sociedad que vea por un mejor futuro, una iniciativa que por más que se vea afectada por los pormenores de una polÃtica que no se entera que este encuentro deberÃa ser primordial para la Ciudad y apoyarlo sin cuestionamientos como cimiento para la educación y entretenimiento de la ciudadanÃa –además de una buena iniciativa para generar turismo–, no sólo con presupuesto sino, también, con el respeto de sus altas autoridades que una vez más brillaron por su ausencia en el Palacio de Bellas Artes.
¿Dónde estaba el Presidente, el Regente, el Secretario de Turismo y por supuesto el de Educación?, ¿Por qué nunca los vemos en los eventos que celebran la cultura?, qué no deberÃan por lo menos –si es que no tienen apego por las artes– ser un ejemplo y estar presentes de vez en vez para demostrar su respeto o por lo menos ver en qué se gasta el presupuesto que designan para la cultura.
El Concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, con o sin autoridades presentes, significó una bienvenida para el Festival del Centro Histórico de la Ciudad, un encuentro que –como dice la Bienvenida de la pagina oficial del Festival– “tiene como misión ofrecer al público más diverso posible nuevas ideas y experiencias culturales de la más alta calidad (danza, música, artes visuales, ópera, teatro y otras actividades) que estimulen el diálogo y la convivencia y revaloricen los recintos y espacios del centro de la Ciudad de México.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
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