
Por: Oswaldo Valdovinos — 6 de septiembre, 2006
Mirar la realidad a través de un espejo ha sido un medio para tratar de discernir lo evidente de lo subjetivo. Cada hecho reflejado en esa superficie pulida adquiere otra dimensión con caracterÃsticas propias y significados que pueden tener otras connotaciones a las habituales, lo que da lugar a un entorno muy particular y sólo coherente en esa otra “realidad†alterna; esto no significa que lo que se vea sea menos o más “verdaderoâ€, sino más bien un enfoque que muchas veces nos lleva a cuestionarnos sobre la validez de uno u otro entorno.
En este contexto la objetividad es maleable según las necesidades del observador y del espectador; los objetos pueden ser entidades con voluntad propia, el tiempo corre lentamente o con una velocidad delirante; incluso las limitantes y los alcances se pueden revertir sin más esfuerzo que la propia voluntad. Es, pocas palabras, la posibilidad del cambio a partir del deseo.
Desde esta perspectiva es que Haydeé Boetto y Jorge Picó concretaron la puesta en escena “S†(ese), la cual surgió a partir de una pregunta sencilla pero a la vez inquietante: “¿qué pasará en la mente de los que están a punto de morir?†Es asà que, a partir de esta pregunta se dan varias respuestas: la vida y la muerte, la soledad, el destino, la pérdida irremediable de lo que aparentemente se tiene, pero también del poder para poder transformar a alguien al borde del suicidio y darle otra oportunidad de confrontar la muerte desde una visión alejada del desinterés y del hastÃo.
“Ese†narra la historia de un paciente con una cicatriz en forma de “s†en el pecho, quien yace moribundo en la camilla de un hospital y una enfermera que se ocupa de cuidarlo, aunque tiene pocas razones para seguir viviendo. A partir de esta relación sus existencias se van uniendo de tal manera que bien a bien no se sabe quién necesita más ayuda: el paciente que desea morir o la enfermera que quiere matarse.
En este tránsito los personajes son capaces de confluir en dos planos: la realidad del sórdido cuarto de hospital, donde “ese†permanece postrado, sin poder hablar, y la enfermera en una rutina asfixiante que la mantiene al borde del suicidio; y la irrealidad, donde es posible la existencia de “ese†como superhéroe con poderes extraordinarios, como la supervista y el superoÃdo como metáforas del pensamiento y el impulso creador del ser humano cuando se encuentra en situaciones lÃmite.
Con dirección de la propia autora Haydeé Boetto, quien también comparte la responsabilidad de la actuación con Sergio Bátiz y Francisco Valdez, “S†(ese) se presenta los lunes y martes en el Teatro Helénico hasta el 26 de septiembre.
De este manera es como enfermera y paciente, cada uno en reflejo del otro, experimentan un cambio definitivo en el último segundo de vida del superhéroe.
El paso hacia la muerte y la extinción de los poderes de “ese†dan paso a la salvación de la enfermera, quien finalmente logra emprender el vuelo.
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