
Por: Claudia Magun — 17 de julio, 2015
La convergencia del 750 aniversario por el nacimiento de Dante Alighieri y el inicio del homenaje que este año rinde la CompañÃa Nacional de Teatro a Vicente Leñero, enmarcan el estreno de la obra El infierno, una aproximación al inmenso poema del llamado padre del idioma italiano enlazado con la realidad mexicana, bajo la dirección de Luis de Tavira.
Un texto difÃcil en su dimensión dramática, en su planteamiento escénico y en su desarrollo histriónico que finalmente es llevado a la escena teatral a partir de una intervención escénica fuera de lo común narrada por once voces que dan lectura a una reflexión dramatizada que como dice el maestro Luis de Tavira, “urge como reclamo cabal a los fundamentos de nuestra esperanza, porque, como lo define Dante, el infierno es ante todo el lugar y el momento en que se pierde la esperanza”.
Un recorrido imaginario que el público deberá seguir sin pestañar para no perder, la historia, los diálogos, la poesÃa y la apologÃa de esta interlocución audaz que sustenta la visión de Tavira sobre el texto de Leñero, una historia que nace del infierno dantesco para, en una vuelta de tuerca, ubicarla en el contexto nacional.
“Suscitan en él las voces de los actores, a veces solistas y en ocasiones corales, acompañadas por una sonorización y una musicalización que le proponga colosales imágenes que solo pueden tener lugar en la imaginación profunda del horror infernal o del propio infierno nacional, es parte de lo que propone esta lectura viva”. Luis de Tavira.
Farnesio de Bernal, Julieta Egurrola, Rosenda Monteros, Angelina Peláez, Luisa Huertas, Juan Carlos Remolina, Érika de la Llave, Roberto Soto Patricia Madrid y David Lynn –como actor invitado– son las voces que emergen de El Infierno aquellas que a través de su fuerza logran la proyección y el sentido dramático del personaje y en ciertos momentos acentuarlo con el cuerpo y el gesto.
Son aquellos seres que llevan al espectador por ese discernimiento poético donde la miseria humana llega a los extremos para descubrir la luz de una esperanza que difÃcilmente llegará, pero como buena certidumbre solo se descubrirá si la humanidad responde, una utopÃa cada vez más irrealizable en una sociedad que se hunde en un cÃrculo oscuro tan presente que se encamina hacÃa el abismo de la irresponsabilidad, llámese civil, polÃtica, educativa, mediática y otras tantas insolvencias de un mundo globalizado hundido en el consumismo del siglo XXI.
“Vicente entrara en el intento de apropiación mexicana, tan puntualmente puesta en la visión del México del final de los 80 y toda la crisis que ya se anunciaba. Esa es una de las inquietudes que presiden esta búsqueda, sin duda es una interlocución que acude genealógicamente al mito porque los mitos nos explican más allá de lo que puede explicarnos la elucidación histórica y sin embargo todo el contenido es la acumulación de un torrente histórico que está allà esperando un enjuiciamiento”, Luis de Tavira.
A casi 30 años de distancia de haber sido escrito, El Infierno lleva al México actual a un juicio que cuestiona la equidad de un pasado que se diluye en la historia suscrita en los libros de texto y un presente que no avanza y se debilita a través de un discurso trillado que se pierde en una falsa democracia que no cumple con un pueblo que ejerce la soberanÃa mediante la elección libre de sus dirigentes. Que sólo responde al que la utiliza para engendrar riqueza en el nombre de aquel que padece del suntento económico para medio vivir.
“Esta obra de Leñero, que hasta ahora se habÃa conservado en el interior de un libro, mantiene la visión crÃtica del original de Dante que somete a juicio final las últimas consecuencias de los errores y las faltas éticas. Por eso allà penan su culpa eterna los gobernantes que abusaron del poder, los obispos que especularon con lo sagrado, los avaros, los ladrones sistemáticos que han provocado la ruina del paÃs, los tiranos, los violentos y los desmesurados que se abandonaron al impulso ciego de sus pasiones. La pregunta serÃa quién no está allÃ. A esa luz todos resultamos responsables de lo que sucede”, Luis de Tavira.
AsÃ, Sor Juana Inés de la Cruz aparece como la guÃa que lleva al viajero por los laberintos de Dante, por el infierno concebido por Leñero, como señala el director de la CompañÃa Nacional de Teatro, el referente original de nuestra identidad poética, “es la crisis actual, la devastación circundante, el horizonte sin camino, y es en ese abismo donde aparece el luminoso referente del poeta genealógico, el fundador de la entidad espiritual de una lengua, de una nación. Entonces aparece Virgilio en la trasposición de esa situación. Un infierno cotidiano que debe irrumpir en una visión poética capaz de cuestionarlo”.
Además del trabajo actoral, el espacio escénico, la iluminación y el video de Kay Pérez; asà como el diseño sonoro y la dirección coral de Alberto Rosas son elementos que dan soporte a este nuevo proyecto de la CNT, es la molécula que acentúa la fluidez de esta dramatización que como teatro de crÃtica, no panfletario, responde a un autor que vivió hechos históricos y con su literatura cumple con el acto testimonial de no perder la memoria y ante ese hecho, El Infierno rescata la esperanza de que si el hombre es conciente de su historia podemos esperar que no la repita…
La temporada de El infierno, aunque mÃnima ha sido exitosa, estrenó el 30 de junio (con funciones de lunes a jueves en el Teatro El Granero, Xavier Rojas) y baja el telón el próximo 23 de julio, una pequeña probadita del homenaje que el Instituto Nacional de Bellas Artes y la CompañÃa Nacional de Teatro presentará hacia final del año en un recorrido por la dramaturgia de Vicente Leñero.
“Un espléndido motivo para un experimento de lectura escénica cuya verificación sucede en la mente del oyente”, Luis de Tavira. Fotos: Sergio Carreón Ireta.
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