Elisa Carillo. Gala de ballet con sabor europeo

Por: Enrique R. Mirabal — 15 de julio, 2015

La bailarina mexicana Elisa Carrillo tiene un gran poder de convocatoria con el que logra juntar a colegas suyos que ocupan, al igual que ella en la Opera Estatal de Berlín, posiciones destacadas en el mundo de la danza clásica.

Este verano, estación en la que descansan la mayoría de las compañías europeas de ballet, la Fundación Elisa Carrillo Cabrera A.C ha organizado en conjunción con el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario con sede en Texcoco y el Centro Nacional de las Artes (Cenart), la Gala Elisa y Amigos 2015.

Dos funciones especiales que tendrán lugar en este mes de julio, presentándose en dos sedes: la primera, el sábado 18 en el Auditorio Bicentenario y la segunda, el domingo 19 en el Teatro de las Artes del Cenart. Y para que nadie se quede sin ver a estos bailarines, el Cenart transmitiráen vivo sobre una gran pantalla la presentación del 19 de julio, en su Auditorio Blas Galindo.

Las galas, como su nombre indica, son un muestrario de brillantes interpretaciones con artistas de diversas disciplinas, en este caso, el ballet clásico.

Este tipo de evento, intenta juntar a exponentes notables del género a través de diversos números bailables en los que predomina el canónico pas de deux, en el cual se sublima a la bailarina y el partenaire tiene la responsabilidad de establecer un diálogo armónico con ella, a la vez de servirle de sostén y guía en el lapso (entre ocho y diez minutos) que dura el paso a dos.

Con el desarrollo del ballet en el siglo XX, el papel del bailarín evolucionó hasta alcanzar un nivel igualmente exigente en la técnica que el de la bailarina. Para demostrarlo, están las famosas variaciones que pueden poner en aprietos al más famoso y la coda en la que se espera el máximo nivel de virtuosismo sin que los intérpretes olviden que no se trata sólo de una exhibición de destrezas físicas.

La expresión artística es, se presume, el efecto deseado en el ballet. Lamentablemente, cada vez es más frecuente la idea de que el ballet es una especie de gimnasia con tutú y puntas y que los espectáculos de este género entran en la misma categoría de las justas olímpicas. Confiamos en que Elisa y sus amigos bailarines contribuyan a desechar esta idea.

Para demostrar qué tan diestros son en uno y otro sentidos, el programa conformado para la Gala incluye varias piezas del repertorio tradicional y otras más cercanas a las tendencias contemporáneas, entre las que se encuentran los dúos de Uwe Scholz y Nacho Duato que serán bailados.

Scholz dirigió y creó muchas coreografías para la Ópera de Leipzig en la que trabajó hasta su temprana muerte en 2004. En la mayoría de sus ballets, Scholz quien empleaba un lenguaje neoclásico, era amante de las grandes formas como lo demostró en la Gran Misa de Mozart, obra que en el escenario se nutría no sólo de los bailarines sino también de los músicos y el coro.

Por su lado, el valenciano Nacho Duato es el actual director del Ballet estatal alemán donde es primera bailarina la mexicana Elisa Carrillo quien bailará el pas de deux del ballet Diversidad. Formas de silencio y vacío del propio Duato sobre música de Bach.

Recordemos que, cuando Duato dirigía la Compañía Nacional de Danza de España, nos visitó con un programa representativo de sus obra en esa época, a finales de los años 90, etapa que acusaba una indiscutible influencia de uno de sus maestros, el checo Jiri Kylian.

De España, Duato fue a dirigir el Ballet del Teatro Mijailovsky de San Petersburgo en 2011. Desde 2013, dirige la agrupación alemana que, suponemos, ya tenga incorporados varios de sus ballets además del mencionado.

El programa de la Gala de Elisa y amigos 2015 tiene la suficiente variedad y alternancia de estilos para atraer al gran público. Hay piezas del romanticismo, La sílfide y el escocés en versión de Bournonville y La Peri de Vladimir Malakhov.

Más los tradicionales duetos del clasicismo ruso como El corsario, El talismán y Satanella, estos dos últimos pocas veces vistos por aquí más obras de Roland Petit como Proust, intermitencias del corazón, Scherezada de Fokine y otras coreografías contemporáneas de espíritu lúdico como La despedida de Christian Spuck sobre música de Rossini.

Entre la extensa lista de bailarines convocados, destacan además de Elisa Carrillo y Mikhail Kaniskin de Berlín, primeros bailarines de compañías rusas, de la Scala de Milán, del Royal Ballet of London y el Ballet Nacional de Holanda; también se podrán apreciar figuras del Miami City Ballet y del Zurich Ballett. Como gran estrella, brilla la presencia de la primera bailarina del Bolshoi, formada en el Mariinsky, Evgenia Obraztsova, quien por derecho propio encabeza la lista de amigos de Elisa.