
Por: Susana Fernández — 16 de abril, 2015
“En C’era una volta el bien y el mal van a dialogar al mismo tiempo porque ambos son caras de la misma monedaâ€, Marco Paciotti, director de Ondadurto Teatro.
Con un discurso multidisciplinario donde se apuesta por las emociones provocadas entre el público, la compañÃa italiana Ondadurto Teatro llega a nuestro paÃs para presentar C’era una volta (Érase una vez), espectáculo diseñado para espacios urbanos que echando mano de personajes extraÃdos de la obra de autores universales como los Hermanos Grimm, Lewis Carroll y Hans Christian Andersen, se reinterpretan en una atmósfera mucho más oscura y extraña que va más allá de los recuerdo que tenemos de las hadas, tan dulces y encantadoras y los finales felices apostando por la reflexión en el espectador.
En su presentación a los medios, el director Marco Paciotti y Lorenzo Pasquali, actor y diseñador de la maquinaria escénica, compartieron algunos de los aspectos de C’era una volta, que de forma gratuita se presentará –mañana viernes 17 y el sábado 18 de abril, a las 8 de la noche– en el corredor de la explanada Ãngela Peralta, el nuevo espacio vecino al Palacio de Bellas Artes.
“Esta obra habla de cuentos –porque su tÃtulo es Érase una vez-, pero no se trata de un espectáculo sólo para niños, aquà no se habla de princesas y héroes, nuestro trabajo es descubrir la frontera entre el bien y el mal. Dónde está el lÃmite y dónde se complementan ambos. Hay una historia sobre una chica que entra a este mundo mágico y onÃrico donde descubrirá distintos personajes provenientes de cuentos y leyendas pero esto hará que ella se transforme como persona, habrá un cambio más profundoâ€, Marco Paciotti.
Con una propuesta interdisciplinaria donde convergen teatro, música, danza, multimedia y, sobre todo, extrañas máquinas diseñadas especialmente para esta producción, el director enfatizó que su prioridad como creador está en conmover al espectador y por ello la utilización de otros recursos escénicos no le resta importancia al actor sino al contrario lo enriquece y hace que todo tenga una mayor comprensión sin importar el idioma, venciendo asà una frontera más entre público y actores.
“Las maquinas, estructuras, vÃdeo, música y el desarrollo actoral que realizan los integrantes es un trabajo muy duro porque además ellos manipulan las maquinarias en la obra, ellos hacen danza con estas esculturas. Intentamos utilizar un lenguaje universal, para todos los públicos, niños y adultos de cualquier paÃs, por eso utilizamos pocas palabras y cuando aparece una, ésta es una palabra inventada, que emite sonido pero que no pertenece a ningún idioma. En C’era una volta, lo que cuenta es la intención, el movimiento escénico, el movimiento de la estructura y la conexión entre los diferentes lenguajesâ€, Marco Paciotti.
Se trata de una producción donde todos los elementos que intervienen en el espectáculo se complementan: el escenario al aire libre, el ingenio para atrapar la atención de un espectador que no está supeditado a una butaca en un teatro convencional, la música que envuelve el ambiente, el gesto aunado al maquillaje que transforma al actor en un personaje de fantasÃa y, la maquinaria se conjugan en un todo para añadir un carácter lúdico a la propuesta italiana.
“Nuestro concepto es bastante simple, nosotros lo llamamos ‘teatro urbano’ y consiste en entablar un diálogo con los públicos que están acostumbrados a nuevos medios de comunicación. Nuestro teatro es de impacto porque es más fÃsico, más corporal, aquà la palabra no es importante porque lo esencial es comunicar una idea, una sensación o una ilusión, este es el punto de nuestro trabajo. Nosotros queremos hacer un ‘teatro total’, en el sentido de que intercalamos tanto técnicas modernas –el video– como técnicas antiguas –las maquinas escénicas–, dos elementos básicos que son parte de una tradición en nuestra historia. En Italia hay muchas historias de maquinistas teatrales, como el mismo Leonardo Da Vinciâ€, Lorenzo Pasquali, actor y diseñador de los objetos utilizados en el escenario urbano.
Con el principio que da sentido a su nombre, Ondadurto, que puede traducirse como la ola que se genera después de un impacto, la compañÃa italiana promete transformar el corredor Ãngela Peralta –a un costado del Palacio de Bellas Artes– con C’era una volta, en el escenario imaginário del teatro urbano, o como ellos mismos resumen “en el espacio que se transforma, un corazón pulsante, algo que se cierra y cambia continuamenteâ€. Fotos: Serena Cremaschi.
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