
Por: Enrique R. Mirabal — 8 de junio, 2006
Encontrar proyectos escénicos vitales, propositivos y singulares cuesta muchas idas al teatro y un número casi similar de horas perdidas; por eso, una visita en lunes (parece ser el mejor dÃa a juzgar por lo visto) al Teatro de La Capilla, nos obliga a reconsiderar juicios y prejuicios. “La tristeza de los cÃtricos” es el pretexto que esperábamos para escribir y Tridente Teatro el impulso definitivo de la obra.
Los integrantes de Tridente han conseguido en poco tiempo situarse como una alternativa viable en nuestro medio y ahora, sorprenden con “La tristeza de los cÃtricos”, un texto de Verónica Bujeiro dirigido por Luis Ibar quien también aporta tres stand up (Seinfeld dixit) a la puesta en escena.
Siete actores y algunos elementos escenográficos son suficientes para crear una atmósfera con tintes onÃricos, sugiriendo más que acotando el espacio donde quedarán expuestos los universos de los diversos personajes dibujados como seres que, a primera vista, exhiben su inconformidad con la ficción que les fue asignada pero, al fin y al cabo, todo se trata de un juego en el que no se excluyen recursos dramáticos ni géneros ni formas.
Lo lúdico es canon y asà lo asumen los dos actores (Marina Boido y Fabián Storniolo) que, ataviados como payasos, dan vida a Rito Alberca y guÃan la acción y provocan al resto del ensamble.
Chistes buenos y malos como autodefinen los actores, postulados del absurdo que se exhiben en actitudes y diálogos, el apoyo constante de la gestualidad y la expresión corporal para subrayar situaciones retocadas por una imaginerÃa ecléctica con toques surreales. La incorrección polÃtica como regla del juego para desacralizar a la religión, a la familia y coquetear con tabúes e iconos, con discapacidades fÃsicas y el mismÃsimo Jesús, quedando muy claro que la formación actoral en serio de los integrantes de Tridente es lo que cohesiona orgánicamente un concepto que podrÃa haber quedado en la imprecisión.
Fabián Storniolo, Marina Boido, Valentina Rojas Loa, Ricardo Palacio, Juan de Dios Ortiz, Enrique Avilés y Facundo Gassa son los integrantes del dream team de Tridente Teatro.
En “La tristeza de los cÃtricos” hay que destacar además una magnÃfica iluminación de Ibar que refuerza la intención primera de irrealidad, la creación de vestuario y escenografÃa de VÃctor Padilla, cercana a la estética del kabarett y el café concierto decadente que se adivina en Los tres tristes tigres, el aleph de esta farsa. Un todo armónico que no evita la estridencia ni la provocación; en definitiva, el público debe estar alerta con el fenómeno teatral y dejarse llevar por la magia.
Acérquese al Teatro de La Capilla en Madrid 13, Coyoacán, los lunes y viva la experiencia de “La tristeza de los cÃtricos”.
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