Escenarios

Teatro UNAM baja el telón…

Por: Interescena informa — 5 de diciembre, 2014

Una luna para los malnacidos, con direccion de Mario Espinosa, termina temporada en el Foro Sor Juana Ines de la Cruz, diciembre 2014 Este fin de semana Teatro UNAM finaliza su Temporada 2014, con las últimas representaciones de Madre coraje y sus hijos en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón; No queda nada que decir, en el Teatro Santa Catarina; y Una luna para los malnacidos en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz.

Madre coraje y sus hijos fue escrita por Bertolt Brech en 1939, mientras se encontraba en el exilio. Varias naciones europeas vivían en conflicto, a punto de que estallará la guerra. La dirección de escena a cargo de Iona Weissberg y Aline De la Cruz, nos lleva a conocer a una mujer que recorre con una carreta diversos lugares en conflicto, comprando y vendiendo mercancía en medio de la guerra.

Así sobrevive y mantiene a sus tres hijos. Nada teme más que la paz, ya que ésta le impediría lucrar con los precios elevados por la escasez que genera la guerra. El trasfondo de Madre coraje y sus hijos describe y crítica la guerra, haciendo reflexionar al espectador.

Dentro del Ciclo los Grandes Dramaturgos del Siglo XX, finaliza la temporada de Una luna para los malnacidos, el domingo 7 de diciembre, en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario. Una texto de Eugene O’Neill, con la dirección de Mario Espinosa, que pertenece al grupo de obras autobiográficas escritas por este dramaturgo estadounidense. En ella, O´Neill hace referencia a sus fantasmas del pasado, diez años después de Un largo viaje hacia la noche, nos acerca a la vida de tres personajes durante un día y una noche.

No queda nada que decir de Samuel Beckett, concluye temporada en el Teatro Santa Catarina, diciembre 2014 El elenco artístico de Una luna para los malnacidos está conformado por: Karina Gidi, Rodolfo Arias, Patricio Castillo, José Juan Sánchez, quienes nos atraparán en esta trama que cuenta la historia de Phil Hogan, viejo bravucón y alcohólico, arrendatario de una arruinada granja en Connecticut a principios de los años 20. Con él vive Josie, su hija mayor y la única que no ha decidido abandonarlo, quien es una mujer dominante, soltera y con una mala reputación. Tyrone, propietario de la granja y compañero de copas de Phil, es un actor fracasado y amante del whisky atormentado por la muerte de su madre.

Mañana sábado 6 de diciembre, concluye en el Teatro Santa Catarina, la temporada de No queda nada que decir, un proyecto conformad por cinco obras breves de Samuel Beckett: Improntu de Ohio, Arrullo, Pisadas, Juego y Catástrofe, bajo la dirección de cinco directores mexicanos, Damián Cervantes, Mónica Jasso, Mariana Gándara, Juan Carrillo y David Jiménez.

Samuel Beckett, escribió esta obra en una edad ya madura, hacia el final de su vida (entre 1963 y 1981), lo que contrasta con la visión de los cinco directores, cuyas edades oscilan entre los 30 y 34 años. La esencia reiterativa, vertiginosa y devastadora de los textos se proyecta en la escena por medio del uso del cuerpo, la voz y recursos técnicos de cada montaje. Las propuestas individuales en No queda nada que decir se conjugan en el espacio escénico y el equipo creativo conformado por experimentados creadores proporciona el soporte adecuado para el encuentro de las cinco piezas.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.