Hurt: Detrás de toda imagen hay una persona de carne y hueso…

Por: Arturo Carrasco — 17 de octubre, 2014

“Ella era una chica plástica de esas que veo por ahí / De esas que cuando se agitan sudan chanel number three…” Fragmento de Plástico de Rubén Blades

Hace mucho tiempo, en alguna parte leí que las mujeres atractivas son como muñecas: bonitas y huecas. Después de reflexionarlo, aquello que un joven en esa edad entiende por reflexionar, no tuve más que aceptar la idea como cierta.

De no ser así, me preguntaba, por qué en las películas las mujeres delgadas, sensuales, rubias, y por supuestos hermosas, eran retratadas como superficiales, vacías y sin nada en la cabeza, ¡por Dios! Y si no que le pregunten a la Barbie, el epitome de la belleza femenina, representada por una simple muñeca satanizada por años.

Por suerte, nunca se es demasiado joven o demasiado viejo, como lo soy ahora, para aprender algo nuevo y cambiar o reforzar las ideas, como ocurre en mi caso, y para lograrlo, que mejor que desde la lúdica teatral, ese arte maravilloso capaz de despertar tus sentimientos…

Es por eso, que agradezco la oportunidad de haber conocido –y recomiendo– la historia de HURT, una obra sin pretensiones y muy honesta con la que nos podemos identificar y abrir nuestra mente de muchas formas.

HURT, que en inglés significa herir o estar herido, es créanme mucho más que el sentido de esta palabra. Para empezar, no se suscribe en la tragedia propiamente, sino que va más allá y echa mano de la comedia y hasta de la danza, entre otros elementos, para arroparse en el sentimiento humano.

Antes de seguir hablando sobre lo que despierta y genera la obra, me gustaría contar de qué va la historia. La trama de HURT supone una decepción amorosa no superada que se convierte en el pretexto para que el personaje exponga su soledad, carencias y baja autoestima, mediante un soliloquio cargado de ironía, humor ácido y escarnio.

En HURT conocemos a Melanie, esa joven que ha pasado por una reciente tragedia amorosa la cual la ha llevado a cuestionarse el estado en que se encuentra su vida y busca la redención. Para poder expresarse Melanie se apoya en su alter ego, Veronika, su Barbie, así es, esa muñeca que por generaciones, toda niña de una sociedad consumista ha conocido e identifica como un sustantivo que demuestra que no todo es lo que parece y que más allá de la imagen existe una persona de carne y hueso.

Conforme el relato avanza vamos conociendo a la mujer detrás de la imagen, su historia, sentimientos y todo aquello que conforma su vida y rebasa el hecho de simplemente identificarse como una muñeca que sirve para presumir, jugar y botar. Una mujer que experimenta un colapso emocional en medio de un mundo demandante que le exige mantener una imagen de estabilidad y alegría.

Como usted verá, estimado lector, este monólogo aunque sencillo en su trama no lo es en su representación, de ahí que requiriera de una actriz capaz de externar el estado emocional de Melanie y, a la vez, ser versátil para interactuar con el público e improvisar para conseguir todo el esfuerzo físico que el personaje requiere.

En este sentido, la actriz Melanie Borgez fue la elegida para dar vida a Melanie y, la verdad, no creo que hayan encontrado mejor opción. Borgez es una joven actriz, bailarina y cantante con un encanto natural que desde el primer momento es capaz de capturar al público con su talento y carisma no sólo por su interpretación sino porque ella es Melanie.

Es decir, pareciera que el personaje no es otro más que la misma actriz, quien sólo traspasa parte de su historia a los momentos que vive el personaje de la obra, de ahí la intensidad y cercanía que se manifiesta en su interpretación. Gracias a este papel, Melanie Borgez obtuvo el premio a Mejor Artista Nuevo en el III Rally de Teatro Independiente, un prequeño ejemplo del talento al que me refiero.

Por supuesto, para que la actriz pueda impactar es necesario contar con una buena historia y dirección y en este caso, nuevamente, no salimos para nada decepcionados. HURT, que forma parte del repertorio de Aztikeria Teatro, fue escrita y es dirigida por dos jóvenes talentos: Lorena de la Parra y Roberto Espinosa, quien es fundador e integrante de este grupo que se caracterizada por la creación de obras arriesgadas e innovadoras, mientras que Lorena es becaria del Programa de Apoyo para Estudios en el Extranjero del Fonca.

Este proyecto se ha presentado entre otros espacios en el Festival Metropolitano de Teatro Universitario y en el Encuentro Internacional de Escuelas Superiores de Teatro, además de representar a México en 2012 en el Fringe Festival, de Edimbugo, así como en el Internacional Fringe Festival en Estados Unidos.

Además, desde su estreno ha tenido una serie de presentaciones a lo largo y ancho del país para finalmente presentarse en la capital como parte del ciclo Ópera Prima que lleva a cabo el Centro Cultural Helénico, un ciclo ya tradicional que tiene el objetivo de abrir espacio a jóvenes dramaturgos, directores de escena y actores, a fin de contribuir a la renovación y exploración de las diversas expresiones teatrales.

Es importante mencionar que aunque la obra está sustentada en la capacidad dramática de Melanie, la escenografía juega un papel importante en el desarrollo de la historia pues más allá de los sillones que adornan el escenario, se hace uso de diversos elementos para dotar a la obra un mayor dinamismo.

El trabajo escenográfico se complementa con videos animados, que apoyan la interacción con el público, además de la música que va desde el increíble cover de Johnny Cash a la canción (cuál otra podría ser) Hurt, hasta una balada de Gloria Trevi que, créanme, después de escucharla en el marco de la obra tendrán otra opinión de esta pieza “treviana” e irán a buscarla o saldrá de su lista de gustos culposos.

HURT se presenta los miércoles (hasta el 29 de octubre) en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, un proyecto de Aztikeria Teatro, sociedad de creadores escénicos que produce obras artísticas sostenidas en una propuesta de dirección predominante y el uso de nuevas tecnologías para reconocer junto con el público al ser humano de estos tiempos globalizados, consumistas, pesimistas e individualistas. Fotos: Yanko Bribiesca.