Por: Enrique R. Mirabal — 4 de agosto, 2014
Isaac Hernández regresa al Auditorio Nacional como primer bailarÃn del Het Nationale Ballet de Holanda…
Isaac Hernández puede lograr lo que otros bailarines mexicanos con notable carrera internacional (Nicolás Magallanes, José Limón, Lupe Serrano…) no intentaron o no consideraron como prioridad: convertir a México en un centro gravitacional del ballet en Latinoamérica, compitiendo o compartiendo liderazgo con los escasÃsimos puntos de atracción existentes.
Hernández tiene magnetismo y arrojo aparte de talento y disciplina, es capaz de llenar, con sólo mencionar su nombre, foros monumentales como el Auditorio, convoca a colegas que, a su mismo nivel artÃstico de primer bailarÃn, encabezan varias compañÃas en Norteamérica y Europa y ya está considerado, en encuestas y publicaciones especializadas como uno mexicano exitoso o lÃder, dentro y fuera de su paÃs.
¿Cómo lograrlo? El primer paso ya está dado, despertando interés y conciencia de que el ballet es una manifestación artÃstica tan importante como la ópera, la música sinfónica, el cine o las artes visuales y que las piernas no sirven sólo para patear balones.
“Eso es lo que me atrae tanto del arte intangible, que nos marca por el resto de la vida. Deseo ofrecer a los espectadores algo muy especial, pues es indispensable el puÌblico para que estas actividades puedan seguir programaÌndoseâ€, Isaac Hernández.
La edición 2014 de Despertares mantiene la diversidad de géneros y estilos que conformaron ediciones anteriores: hay danza contemporánea, popular en la variante de street dance y, lo más esperado, el ballet clásico a través de solos y pas de deux del repertorio tradicional que muestran la pericia técnica asà como los alcances dramáticos y artÃsticos del bailarÃn o bailarina que los interprete.
El mejor ejemplo es el número que abre el programa; la escena del balcón de Romeo y Julieta, música de Prokofiev en la versión que Rudi van Dantzig creara en los 60 para el Ballet Nacional de Holanda (Het Nationale). Van Dantzig se mantuvo en la dirección artÃstica de la compañÃa de 1971 a 1991, posteriormente compartió este cargo con otros colegas pero siempre estuvo estrechamente vinculado al grupo hasta su muerte en 2012.
Fue, indudablemente, uno de los dos grandes coreógrafos de Holanda junto a Han van Manen, también relacionado al Dutch National Ballet como es conocida la agrupación mencionada en paÃses de habla inglesa. Comparte Isaac Hernández este paso a dos con Jurgita Dronina –su pareja del Het Nationale Ballet–, ambos se encargan de cerrar la Gala con el pas de deux favorito de muchos, Don Quijote de Minkus/Petipa.
Entre las dos apariciones estelares de esta pareja, habrá mucho baile por el camino. Integrantes del Netherlands Dance Theater se encargan de lo contemporáneo con Two guys e In the Seam.
El dúo de los hermanos argentinos MartÃn y Facundo, The Lombardo Twins, gustarán a los más jóvenes con sus demostraciones de danza callejera aderezada de rap y danza contemporánea con un incesante muestrario de todos los pasos al uso y muchas contorsiones en Chant et Fugue. Isaac Hernández bailará un solo, Five Tangos, una ocasión para calibrar su versatilidad con lo contemporáneo y el sabor latino incorporado a un ejercicio de ritmo y cadencias argentinas que popularizaran en décadas atrás Julio Bocca y Maximiliano Guerra.
Otro de los momentos gratamente esperados es el regreso de Esteban Hernández, hermano menor de Isaac, que decidió estudiar en Gran Bretaña para fortuna suya y de todos los espectadores.
Esteban regresa ahora como miembro del San Francisco Ballet y tiene la difÃcil responsabilidad de bailar junto a Yaoquian Shang el pas de deux El corsario, un tour de force para ambos pero, sobre todo, para él.
Desde que, a principios de la década de los 60 del pasado siglo, Rudolf Nureyev diera el gran salto a Occidente, su principal carta de presentación fue, por muchos años, este pas de deux de Drigo/Petipa.
El corsario exige una técnica perfecta, múltiples giros sin perder el centro, dobles tours a l´air con elevación que desafÃe la gravedad y una pasión a flor de piel capaz de arrancar ovaciones de pie y bravos al auditorio.
Además de Nureyev, otros rusos como Mikhail Barishnikov, Alexander Godunov, Danil Simkin e Iván Vasiliev se han encargado de dar su versión, imprimiéndole un sello personal que, invariablemente, reposa en la pericia técnica y el afán de establecer récords y marcas como desafÃo para los demás bailarines. Estamos seguros de que Esteban Hernández defenderá la estafeta familiar y, como ya nos demostrara anteriormente, sorprenderá a propios y extraños.
Tarantella y Chaikovski pas de deux de Balanchine, Giselle, Lady of the Camelias de Chopin/Neumeier, Carmen en una versión de Victoria Annayan que ojalá supere la rutina y Stars and Stripes de Balanchine, un homenaje del ruso al paÃs que lo acogió y lo catapultó a la posteridad, Estados Unidos, están entre el extenso, colorido y retador programa que nos trae Despertares.
La estrella de ébano del American Ballet Theater, Misty Copeland, una joven bailarina que sirve de ejemplo para muchas afroamericanas en cuanto emprender una carrera en la danza clásica, vuelve al Auditorio Nacional con un solo, Ameska. Copeland no admite sombras y prefiere bailar sola. Curioso también es ver, después de muchos años a la otrora privilegiada primera bailarina del Mariinsky de San Petersburgo, antes Kirov de Leningrado, Larissa Lezhnina después de su salida de la compañÃa rusa tras la defenestración de Oleg Vinogradov. Lezhnina ha sido una fina intérprete del repertorio ruso, en México nos bailará Satie junto a Casey Herd.
Despertares nos trae más de 20 números bailables, casi igual número de bailarines solistas en el escenario y una surtida muestra del ballet actual e internacional es una oportunidad que no podemos dejar escapar. Después del Mariinsky y el Bejart Ballet, sigue la racha de buena danza.
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