Ramón Vargas es El Trovador, tragedia y romanticismo en la ópera

Por: Susana Fernández — 2 de julio, 2014

Ramon Vargas en El Trovador, direccion concertadora de Enrique Patron de Rueda. Palacio de Bellas Artes, julio 2014 Con esa sonrisa que le acompaña como parte de una personalidad generosa que va más allá del obsequio que hace con su propia voz, el tenor Ramón Vargas anunció la breve temporada de El trovador, de Giuseppe Verdi, obra por demás emblemática que representa una de las producciones realizadas como director artístico de Ópera de Bellas Artes, así como uno de los papeles más difíciles del ámbito belcantista y que el tenor mexicano interpreta en el Palacio de Bellas Artes (3 y 6 de julio).

Contento por los logros alcanzados en su actual regencia al frente de la Ópera de Bellas Artes: seis producciones –entre éstas el reestreno de Atzimba, Manon, La flauta mágica, El trovador (con una anterior temporada en 2013), Turandot y La Bohéme–, así como el impulso al programa Ópera en los Estados, y el Estudio Ópera, proyecto con jóvenes talentos que él mismo supervisa cuando se encuentra en México y que couchea a los jóvenes cantantes seleccionados para avisparlos sobre el cómo deben desenvolverse en el ámbito internacional, Vargas, además promueve la iniciativa de llevar la ópera a otros espacios y así hacerla más accesible para todos los públicos.

Un esquema novedoso que realiza dentro del programa Temporada de Ópera de Vivo con el Auditorio Nacional, donde en el pasado mes de mayo, la Compañía Nacional de Ópera realizó dos funciones de Turandot y próximamente (11 y 12 de julio) presentará La Bohéme. Sobre estas iniciativas Ramón Vargas dijo sentirse agradecido tanto por el apoyo institucional, como por el de sus colegas Encarnación Vazquez, Jesús Suaste, Jaime Ruiz y Octavio Sosa, con quienes ha logrado sacar adelante el programa que se marcó hace un año, cuando tomó la dirección artística de la Ópera de Bellas Artes.

Opera de Bellas Artes presenta El Trovador, direccion concertadora de Enrique Patron de Rueda. Palacio de Bellas Artes, julio 2014 Descrito como “El sueño de todos los tenores” por el maestro Enrique Patrón de Rueda, quien lleva la dirección concertadora de El trovador en Bellas Artes, Vargas añadió que Manrico también es “una pesadilla, porque hay un esquema que se ha manejado en los últimos años, en el que este personaje verdiano se asocia con una voz dramática y yo no soy un tenor dramático. Nunca lo he sido ni pretendo serlo. Se nos olvida que Verdi pensó esta obra para un tenor como el que creó para La Traviata, el cual debía interpretarse a una manera belcantista porque tiene unas formas musicales –que también manejaba Donizetti y Rossini, y Verdi admiraba muchísimo– donde hay una voz aguda, central con grandes legatos que muestran esa manera de decir las cosas de Verdi, esto lo vuelve difícil de interpretar, para el segundo acto la voz empieza a resentir el peso de toda la parte dramática”.

Opera de Bellas Artes presenta El Trovador, direccion concertadora de Enrique Patron de Rueda. Palacio de Bellas Artes, julio 2014 Apasionado por la ópera y deseoso de hacer contagioso ese gusto al público presente en Bellas Artes, Ramón Vargas describe al protagonista de Verdi como “un personaje amoroso, un hombre muy noble, que ama a su madre tanto como ama a su novia” característica que –desde su perspectiva– lo hace más empático con el público mexicano, que refleja una naturaleza romántica que le hace profesar ese gran amor por la madre y una necesidad de protegerla hasta el final, a pesar de que ella quiere que él muera para poder saciar su venganza.

En esta nueva apuesta de El Trovador que se presenta en el Palacio de Bellas Artes, destaca el gran elenco que se logró reunir, como la gran voz de José Luis Ordóñez, quien interpreta el papel de Manrico en la función del martes 3 de julio; así como la elegante presencia de la soprano italoamericana Joanna Parisi, como Leonora, la cual ya interpretó en la producción del año pasado.

Opera de Bellas Artes presenta El Trovador, direccion concertadora de Enrique Patron de Rueda. Palacio de Bellas Artes, julio 2014 Como invitado de lujo, el excepcional barítono rumano George Petean –a quien recientemente Riccardo Muti llamó para Simón Boccanegra–, que caracteriza al Conde Luna; también intervienen, la mezzosoprano Elena Cassian como Azucena, papel que alterna con la mexicana Belem Rodríguez; y el bajo español Rubén Amoretti, quien repetirá su interpretación de Ferrando. Complementan el reparto, Fernanda Castillo, Gilberto Amaro, Alejandro Coreño y Roberto Aznar, entre otras voces enmarcadas por el Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes.

Es así que para Enrique Patrón de Rueda, resulta un prodigio hacer una ópera como esta. “Soy un amante de la voz humana y El trovador es un gran monumento al canto bello. Hacer una puesta en escena belcantista es muy complicado porque el argumento de alguna manera es algo raro, todos los cantantes van cambiando de tesitura, de intensidad, todos los papeles tienen esa característica. Hay que hacerlos creíbles, esto es el reto con esta maravillosa obra de Verdi. Para mí como director es el arte de acompañar, como una red de protección para que el cantante pueda florecer y hacer belcanto”, comentó el maestro, quien en 2014 celebra 35 años de trayectoria.

Opera de Bellas Artes presenta El Trovador, direccion concertadora de Enrique Patron de Rueda. Palacio de Bellas Artes, julio 2014 Sobre la puesta en escena, Ramón Vargas señaló que la diferencia entre esta versión y la del año anterior, es que el elenco se modificó en las partes más importantes, además de que “el director de escena, Mario Espinosa, ha realizado una visión futurista que no rompe con la realidad de la obra. En cuanto al argumento de la ópera de Verdi, se toman lo sentimientos básicos de cómo somos los seres humanos, basados en odios y rencores más que en el amor”.

Consciente de que de alguna forma el público tiene muchos Manricos en su memoria, desde los más actuales, hasta aquella que hacía el mismo Pavarotti, y que las comparaciones son una constante en este arte, Ramón Vargas comentó “Me siento en casa, me siento querido y protegido por el público y por el equipo con quien trabajo”, finaliza con una sonrisa que devela no sólo a un gran artista sino a un ser humano que trabaja para compartir su pasión, la ópera, un arte reservado para unos cuantos privilegiados, entre quienes destaca nuestro tenor mexicano que ocupa un primerísimo lugar en los escenarios internacionales.

“Manrico es un personaje trágico porque muere. El amor, la infidelidad y sus valores lo llevan a la muerte. Tiene todas las características de un héroe romántico. Al final, una obra como El trovador nos hace reflexionar sobre quienes somos como personas”, Ramón Vargas. Fotos: Ana Lourdes Herrera/ INBA y ALH/ Conaculta.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.